¿Es seguro el consumo de aspartamo?

El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha clasificado al aspartamo como posiblemente carcinógeno para los seres humanos (Grupo 2B), a partir de evidencia limitada. Para conocer más acerca de este edulcorante artificial hemos hablado con Lucía Rodríguez, profesora del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Francisco de Vitoria.

Señala que el aspartamo (E-951) es un edulcorante artificial de origen químico que se utiliza como aditivo en alimentos como refrescos, chicles, helados, algunos lácteos, cereales de desayuno, pasta dentífrica o medicamentos con el fin de proporcionar sabor dulce sin aportar contenido calórico.

A pesar de la clasificación del CIIC, Lucía añade que otros organismos como la EFSA o el JECFA han explicado que su consumo parece ser seguro, siempre que no se rebase la Cantidad Diaria Recomendada (CDR).


Pertenecer al grupo 2B, dentro de los cuatro posibles, significa que hay evidencia limitada de carcinogenicidad en humanos y evidencia insuficiente de carcinogenicidad en animales de experimentación.

Con respecto al consumo de productos que contengan este edulcorante, indica: "Podemos seguir consumiendo productos que contengan aspartamo, pero si tenemos en cuenta cuáles son estos alimentos (refrescos, chicles, galletas, helados...) nos damos cuenta de que no deberían ser opciones de consumo diario, por lo tanto, si decidimos consumirlos de forma esporádica esto no supondrá ningún problema para nuestra salud".

Por lo tanto, destaca que la cantidad diaria admisible recomendada no debe superar los 40 mg/kg de peso: esto significa que una persona que pese unos 70 kg de peso podría consumir de forma segura 2.800 mg de aspartamo al día. Teniendo en cuenta que una lata de refresco contiene de media unos 200-300 mg de este edulcorante, tendría que superarse la cantidad de 10-14 refrescos al día. "Esta cantidad no parece que represente el consumo habitual de una persona de forma diaria. Por lo tanto, no parece que se vaya a rebasar su cantidad recomendada. De todas formas, tenemos que tener en cuenta que no solamente encontramos aspartamo en los refrescos, sino que también lo contienen muchos alimentos procesados, por lo que parece conveniente entonces reducir el consumo de todos esos alimentos, aunque no sea solamente por el contenido en edulcorantes".

Por último, consultamos con la profesora acerca de alternativas de edulcorantes más seguros.

"Como he comentado anteriormente, cualquier edulcorante, ya sea natural o artificial, se encuentra en alimentos o productos altamente procesados y que no deben ser de consumo diario, o bien lo añadimos nosotros de forma voluntaria a postres o al café. Si vamos a consumir estos aditivos de una forma esporádica o en pequeñas cantidades, podemos elegir cualquiera de ellos. Yo personalmente soy partidaria de utilizar el azúcar común e ir reduciéndolo poco a poco. Por ejemplo, si le echamos al café dos cucharadas de azúcar, iría reduciendo esta cantidad de una forma paulatina para evitar el rechazo del alimento y así mejorar también nuestra alimentación", concluye.