Estos son los hogares que más han empeorado sus hábitos alimenticios

Entre las personas más afectadas económicamente, el 14 % ha acudido a programas de ayuda alimentaria

  • |  Fundación Universitaria San Pablo CEU
  • |  27-03-2023

Los comportamientos dietéticos son por lo general más saludables que en los últimos años, pero contrastan con nuevos hábitos, como el de la ‘alimentación silenciosa’, más frecuente entre los jóvenes, y que consiste en sentarse con la única compañía de una bandeja y con la vista fija en una pantalla, un hábito perjudicial, ya que, según los expertos, compartir la comida está relacionado con una dieta más saludable y hace que las personas sean más felices.

Son algunas de las conclusiones del informe ‘Sociedad y decisión alimentaria en España’, resultado de una encuesta representativa realizada a cerca de 2.000 personas mayores de edad, el cual ha sido presentado por el Instituto Universitario CEU Alimentación y Sociedad y Fundación MAPFRE y que pone de manifiesto que la pandemia, el teletrabajo y la crisis económica han influido a los españoles en varios aspectos que tienen que ver con lo que comen, cómo lo hacen y con quién, y que actualmente, la peor situación la sufren los hogares con mayor número de miembros y los que tienen menores ingresos.

 

Menos ingresos, peor alimentación

La investigación destaca, además, que cuanto menor es el nivel de ingresos, la dieta es de peor calidad, la frecuencia con la que se adquieren productos de menor precio es mayor y disminuye el consumo de alimentos frescos (frutas, verduras y hortalizas), así como carne y pescado. También llama la atención el hecho de que el porcentaje de personas que han disminuido el consumo de alimentos frescos (53.9 %) es notablemente mayor en los hogares con mayor número de miembros, que son en los que por lo general conviven menores y ancianos, los grupos más vulnerables desde el punto de vista nutricional.

En compañía del teléfono móvil o la televisión

Los españoles realizan las tres comidas principales (9 de cada 10) y con respecto a hace cinco años dedican más tiempo a todas ellas: una media de 17 minutos a desayunar (el 26 % de pie), 37 minutos al almuerzo, y 30, a la cena.

A pesar de la alta proporción de españoles que declara comer y cenar en compañía de familiares o amigos (entre el 64 % y el 86 %, dependiendo de si es de lunes a viernes o en fin de semana o festivo), destaca la alta proporción de personas que comen (39,7 %) y cenan (38,4 %) en el hogar, viendo la televisión u otro tipo de pantallas, un porcentaje que supera al número de personas que comen sentados, conversando y los que prestan atención a la comida.

Con mejor precio y saludable

En el momento de hacer la compra, la mayoría de los encuestados se fija principalmente en la fecha de caducidad del producto, seguido del precio y de si es saludable, es decir, sin elevado contenido en azúcares, grasas saturadas y ultraprocesados, entre otros factores.

El informe destaca que ha disminuido la compra en el mercado tradicional y las tiendas de barrio y que se ha incrementado en los hipermercados (para productos no perecederos) y supermercados (para productos frescos).

Comer fuera de casa

La mayoría de la población adulta come “alguna vez” fuera de casa, ya sea los días de diario o los fines de semana: 3 de cada 4 lo hace “alguna vez” fuera de casa los días de diario y cerca de 9 de cada 10, los fines de semana.

Entre las razones para salir a comer a diario destaca la falta de tiempo para hacerlo en casa, y en el que caso de salir a comer o cenar los fines de semana, los motivos principales son: ocio (60 %), relaciones sociales (41 %) y comodidad (38 %).

Con buena nota en la cocina

La mayoría de la población cocina y 9 de cada 10 personas tiene ahora esta responsabilidad, ya sea de forma exclusiva o compartida. Ellas se encargan por completo de la elaboración de la comida en el hogar (73 %) en mucha mayor medida que ellos (36 %); la media de tiempo dedicada a cocinar es de 7,22 horas semanales; y los métodos empleados más comunes son la plancha, la cocción y el horno.


Teletrabajo: menos precocinados y alcohol

El teletrabajo representa una parte importante de la jornada y no ha modificado sustancialmente los ritmos alimentarios de la población española.

Lo realiza de forma regular el 45,6 % de los encuestados (el 27,8 % a partir de pandemia), principalmente los jóvenes entre 18 y 30 años (54,8 %), con mayores niveles de renta y residentes en municipios grandes. Aquellos que trabajan en remoto cocinan más; consumen más frutas, verduras y legumbres, y menos fritos, precocinados y bebidas alcohólicas; dedican un cuarto de hora más de tiempo a comer; y lo hacen en mayor medida frente a la televisión u otro tipo de pantalla (un 40 % más que antes) así como en compañía de la familia (un 49 % más que antes).

Sostenibilidad: evitar tirar comida

Solo cuatro de cada 10 encuestados (44,7 %) considera que su dieta es sostenible y su disposición a pagar más por alimentos de este tipo es baja (4,7 sobre 10). Para que la dieta sea más sostenible, los españoles optan por reciclar envases y evitar el desperdicio alimentario (3 de cada diez afirma que nunca tira alimentos a la basura), para lo cual, reaprovechan las sobras (refrigerar y/o congelar para más tarde), preparan recetas con los restos y planifican la compra y las comidas.

Más frutas y hortalizas de temporada

Hacer una compra saludable que cubra las necesidades nutricionales, planificar la compra semanal y elaborar un menú semanal variado. Son algunas de las recomendaciones que Gregorio Varela Moreiras, investigador principal del estudio y director del Instituto Universitario CEU ‘Alimentación y Sociedad’, y Antonio Guzmán, director de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, han apuntado durante la presentación con el objetivo de ajustar el gasto de la compra y lograr una alimentación más equilibrada y completa, clave en la prevención de ciertas enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras.



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