La alimentación como aliada para superar la astenia primaveral
La nutrición juega un papel clave en la producción de melatonina y serotonina, hormonas que regulan el sueño y el ánimo
Los días se alargan, las temperaturas suben y las calles se llenan de color, pero no todo el mundo recibe la primavera con la misma energía. Para muchas personas, esta estación viene acompañada de fatiga, falta de concentración e incluso alteraciones en el estado de ánimo. Es lo que conocemos como astenia primaveral, un fenómeno transitorio pero que puede hacer que la rutina diaria se vuelva más cuesta arriba.
La astenia primaveral está relacionada con la adaptación del organismo a los cambios de luz, temperatura y presión atmosférica propios de esta estación. Estos factores pueden generar alteraciones de los ritmos circadianos y en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la melatonina, afectando el estado de ánimo y los niveles de energía. En este contexto, la nutrición juega un papel clave para aportar los nutrientes necesarios que favorecen el equilibrio del organismo y contribuyen a mitigar la sensación de fatiga.
Alimentos clave para afrontar la astenia primaveral
1. Frutas y verduras de temporada. Apostar por productos frescos y de temporada como fresas, naranjas, espinacas y alcachofas garantiza un aporte óptimo de vitaminas y minerales esenciales para el metabolismo energético. La vitamina C, presente en los cítricos, ayuda a combatir el cansancio y refuerza el sistema inmunológico.
2. Pescado azul. El salmón y el atún son ricos en ácidos grasos omega-3, fundamentales para la función cerebral y el bienestar emocional. Además, su contenido en vitamina D contribuye a regular el estado de ánimo y a prevenir el decaimiento asociado a la astenia.
3. Frutos secos y semillas. Almendras, nueces y semillas de chía son excelentes fuentes de magnesio, un mineral que ayuda a reducir la fatiga y mejorar la función muscular y nerviosa. Incorporarlos en la alimentación diaria puede marcar una diferencia en los niveles de energía.
4. Cereales integrales y legumbres. La avena, la quinoa y las lentejas proporcionan hidratos de carbono complejos que liberan energía de forma sostenida, evitando los picos de glucosa que pueden generar sensación de agotamiento. También son una buena fuente de fibra y proteínas vegetales, fundamentales para el mantenimiento del organismo.
5. Lácteos y huevos. Alimentos como el yogur natural, el queso fresco y los huevos aportan proteínas de alto valor biológico y vitaminas del grupo B, esenciales para la producción de energía y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Además de una alimentación equilibrada, es fundamental incorporar hábitos saludables que contribuyan a nuestro bienestar general. Mantenerse bien hidratado, practicar ejercicio físico de forma moderada y respetar horarios de sueño regulares son claves para minimizar el impacto de la astenia primaveral. También es recomendable reducir el consumo de cafeína y azúcares refinados, que pueden generar altibajos energéticos.
La alimentación no solo nos nutre, sino que influye directamente en cómo nos sentimos física y mentalmente. Para Isabel Martorell, doctora en Biomedicina y responsable del equipo de Nutrición y Salud en Nootric, “aprovechar los alimentos de temporada y hacer pequeños ajustes en el patrón alimentario pueden marcar la diferencia a la hora de afrontar la primavera con más energía, mejor descanso y mayor vitalidad”.
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