Cómo mantener una rutina deportiva y alimentaria en verano
Se dice popularmente que el cuerpo de verano se hace en invierno y es cierto que, para mantenerse en forma durante los meses de estío, los hábitos saludables se deben haber adquirido e interiorizado con la suficiente antelación como para convertirse en una rutina. De esta forma, llevar una dieta sana y practicar ejercicio físico de forma habitual será algo más parecido a un placer que a un sacrificio.
Sin embargo, es casi inevitable que, durante las vacaciones, cuando intentamos desconectar del día a día y hacer todo aquello que no podemos durante el resto del año, se relajen ciertos hábitos y corramos el riesgo de perder las sanas costumbres.
Para evitarlo, Yolanda Masa, nutricionista; Javier García, entrenador personal; y Grecia de Jesús, psicóloga de Blua de Sanitas, ofrecen unos sencillos trucos para que puedas mantener tu actividad física y alimentaria en verano sin que suponga un sufrimiento:
- Siempre que puedas, bebe agua: no hay que esperar a tener sed para beber (sobre todo en el caso de los niños y mayores) y tampoco hay que abusar de bebidas alcohólicas o azucaradas porque deshidratan. Decántate por limonadas, infusiones frías afrutadas, té kombucha, granizados de frutas... Todas ellas poseen un elevado contenido en agua que nos ayudará a potenciar una correcta hidratación y a evitar bebidas menos saludables como las que contienen alcohol, azúcares o gas.
-Escucha a tu cuerpo: es normal que, con el calor, tengamos menos apetito, pero no siempre nos damos cuenta porque nos dejamos llevar por la inercia. El verano es un buen momento para empezar con el mindful eating porque en general estamos más relajados. Tómate un tiempo para comer de manera consciente, disfrutando de cómo se despiertan todos los sentidos cuando estamos en la mesa. El ser consciente de que estás comiendo te ayudará a disfrutar mucho más de la actividad, a no engullir, a comer más lentamente y por tanto, comer la ración que realmente necesitas.
-Entre semana, respeta los horarios: con las vacaciones, las comidas fuera de casa, las reuniones con familiares y amigos, se hace difícil respetar los horarios a los que el cuerpo está habituado. Al menos entre semana, intenta cenar pronto y dejar pasar un par de horas antes de meterte en la cama. Recuerda que mantener horarios regulares y realizar las cinco comidas te ayudará a mantener tu metabolismo activo y a llegar con menor sensación de hambre a las comidas principales. Además, es importante que el ejercicio físico lo realices evitando las horas más calurosas del día.
-Deporte solo o en familia: el mantener una rutina de ejercicio físico es muy positivo también durante el verano, pero puedes aprovechar esta época para mantenerte activo con otro tipo de actividades que te saquen del día a día. Caminar por la playa, la natación, el senderismo, etc. te permitirán liberar endorfinas y huir del estrés.
-Abusa de las brasas: en esta época del año en la que solemos acercarnos al mar y abundan los pescados azules, abusa de las brasas para evitar los fritos, rebozados y empanados y beneficiarte de sus propiedades, ya que son fuente de ácidos grasos Omega 3, ricos en proteínas, fósforo y yodo. Si tienes una barbacoa, hazla más saludable y elige carnes magras, pescados y verduras, evita un consumo elevado de carnes más grasas como panceta, morcilla, chorizo o chuletas.
-La fruta, el mejor postre: sobre todo, las que tienen un alto contenido en agua como la sandía y el melón. Elige siempre frutas de temporada.
-La mitad del plato, verduras: una de las reglas básicas de un plato saludable es que, al menos la mitad de él sea de verdura. Ponle color y sabor a tu gusto. Puedes utilizar verduras crudas o cocinadas, pero al igual que las frutas, mejor que predominen las verduras de temporada. Como insiste Yolanda Masa, “no se trata ni mucho menos de estar controlando continuamente la ingesta de calorías durante las vacaciones, sino de buscar un equilibrio tanto con la alimentación como con el ejercicio físico para que nuestra salud no decaiga durante el periodo vacacional”.
De hecho, tener una actitud flexible ante la comida es clave para evitar el estrés en vacaciones y no entrar en círculos viciosos de arrepentimiento o culpa. Pero es importante no confundir la flexibilidad en la comida con comer por hambre emocional, ya que en la segunda utilizamos la comida para gestionar emociones de manera inadecuada. Para ello, también es bueno contar con el asesoramiento personalizado que ofrecen servicios como los Health Packs de nutrición, bienestar emocional o entrenamiento que Sanitas comercializa a través de Amazon.
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