Cómo establecer una relación sana con la comida desde pequeños

No debemos utilizar los alimentos ricos en grasa y azúcar como premio o bálsamo para los niños

  • |  El CoCo
  • |  10-01-2022

Seguro que te ha ocurrido alguna vez: el aburrimiento, la ansiedad, o cualquier otra emoción se apodera de ti y la primera opción que se te ocurre es... ir a la nevera y comer.

Igualmente, si tienes niños a tu cargo, seguro que te suena esta otra escena: quieres premiarles y recurres a los dulces, la bollería industrial, los ultraprocesados y alimentos híper azucarados como recurso fácil y rápido.

¿Quieres saber cómo escapar de estas autotrampas? Desde El CoCo, la aplicación gratuita que analiza los productos de los supermercados, nos dan algunos consejos.

Así, según un estudio realizado por El CoCo, la emoción que más incita al alimento es la ansiedad (49,7%), seguida del estrés (41,2%), el aburrimiento (36,9%), la tristeza (19,7%), la alegría (19, 3 %) y, por último, el enfado (10,3%).

Sus expertos resaltan que "la comida y las emociones van unidas, creando entre ellas una relación compleja e intensa que se origina ya en el vínculo afectivo que se desarrolla durante la lactancia materna. Por ello, no debemos utilizar los alimentos ricos en grasa y azúcar como premio o bálsamo para los niños, con el fin de evitar generar asociaciones que fomenten el hambre emocional".

Asimismo, uno de los equipos de especialistas de Nutritional Coaching, firma pionera en coaching nutricional que colabora con El CoCo, afirma que la clave está en aprender a regular la alimentación emocional desde que somos pequeños y enseñar a nuestros hijos hábitos de alimentación saludable que impliquen aprender a lidiar las emociones con otras estrategias diferentes a la comida para disfrutar del placer de los alimentos de forma consciente, sin utilizarlos como premio o bálsamo emocional.

Yolanda Fleta, cofundadora de Nutritional Coaching, especialista en Sociología de la alimentación y miembro de la International Association of Coaching (IAC), afirmó: "No es que tengamos hambre, es que queremos dejar de sentir determinadas emociones y recurrimos al alimento en busca de confort y bálsamo emocional".

Para la experta, esto no tiene por qué ser un problema, "si se trata de episodios ocasionales", pero advierte de que "si se repite con frecuencia en el tiempo, ese patrón nos convierte cada vez en más dependientes, puesto que los alimentos a los que recurrimos son aquellos ricos en grasa y azúcar, ultrapalatables y con gran poder de adicción".

"Las emociones siempre van a estar presentes en nuestra vida. Tenemos que apostar por los hábitos saludables, y enseñar a nuestros hijos a diferenciar el hambre real del emocional, y a saber controlar el impulso de calmar nuestro estado emocional con alimentos que normalmente suelen ser altos en azúcar o grasas. Si no lo hacemos, terminaremos utilizando la comida como calmante en estados de ansiedad, estrés, aburrimiento o tristeza y provocando alteraciones alimenticias”, declaró Bertrand Amaraggi, CEO de El CoCo.

Los especialistas coinciden en la importancia de hacer ejercicio y actividades que nos diviertan para evitar los momentos de aburrimiento que hacen que busquemos apoyo y solución en la comida. Cuando tenemos hambre real, lo que necesitamos es aportar a nuestro cuerpo el alimento que necesita para lograr el equilibrio homeostático. Es importante desarrollar la capacidad de escuchar las señales de hambre y saciedad, y principalmente identificar cuando tenemos hambre de verdad.

 

Algunos consejos para controlar el hambre emocional

- Respirar hondo y beber un vaso de agua para activar la respuesta de calma del organismo.
- Preguntarnos: ¿Qué puedo hacer en este momento que me aporte confort que no sea comer? ¿Cómo me voy a sentir al cabo de 15 minutos después de haberme comido esto?
- Proponernos hacer alguna cosa que nos permita salir de nuestro diálogo interno y que nos aporte placer: un hobby, una conversación con un amigo, leer, dar un paseo, un baño, etc.

 

En el caso de no poder controlar estos hábitos, los especialistas de El Coco y Nutritional Coaching recomiendan pedir ayuda a expertos que nos ayuden a afrontar estas situaciones; así como identificar si tenemos algún trastorno de la alimentación causado por factores emocionales.



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