Reclaman que los colegios tengan un protocolo común sobre alergias
De los niños escolarizados que asisten al comedor, unos 100.000 tienen alergia alimentaria
Las alergias infantiles aumentan cada año, por lo que es preciso proporcionar entornos seguros, sobre todo para los casos más severos. En esta línea, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) defiende que sería importante instaurar un protocolo común de actuación y prevención en alergias en los colegios para garantizar la seguridad de los alumnos con enfermedades alérgicas, asma o inmunodeficiencias primarias (IDP).
En el caso de las alergias alimentarias, un trabajo reciente publicado en la Revista de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en el que han trabajado médicos de SEICAP, señala que del 30 al 40% de los niños escolarizados asisten al comedor y, según estiman, de todos ellos, unos 100.000 tienen alergia alimentaria.
De hecho, un 5,2% precisaron algún tipo de dieta de algún tipo de alimento al que eran alérgicos, según las últimas cifras disponibles. “De ahí que sea fundamental proporcionarles un entorno escolar seguro que garantice una máxima prevención de reacciones, sobre todo en el caso de alergias más severas en los que las reacciones pueden llegar a costar la vida del menor”, advierte el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP. La anafilaxia, que es la reacción más grave que puede producirse y que puede resultar mortal, se produce sobre todo fuera de casa y uno de los entornos en los que sucede es el colegio.
Los pediatras alergólogos reclaman un protocolo de actuación común frente a las alergias en el entorno escolar. En primer lugar, debería existir una formación en alergias por parte del profesorado y del personal no docente. “Deben conocer cómo identificar los síntomas de las distintas enfermedades alérgicas y cómo actuar en caso de reacción, pero, sobre todo, es importante que conozcan las medidas de prevención y evitación de alérgenos para evitar situaciones de emergencia”, indica el doctor Juliá.
En segundo lugar, es preciso que el colegio tenga un protocolo de actuación en caso de reacción. “Saber qué hacer en algunas situaciones puede salvar hasta vidas. Por ello, deben conocer los medicamentos a administrar y sus instrucciones de uso”, apunta este especialista. En algunas comunidades autónomas, como Andalucía, Galicia, Baleares, Murcia o Valencia, tienen protocolos y programas como los de AIRE o Alerta Escolar que permite una atención sanitaria inmediata y eficaz de niños con patologías crónicas, entre ellas, las alergias con riesgo de anafilaxia. Para ello, existe una coordinación entre el profesorado, al que se le forma para la identificación de crisis alérgicas, y los servicios de emergencias, que en caso de necesidad poseen acceso inmediato a la historia clínica del alumno, lo que les permite orientar al docente en la asistencia al menor.
Consejos de SEICAP para garantizar una vuelta al cole segura para niños con asma, alergia e IDP
1. Proporcionar información detallada al colegio: es conveniente que los padres tengan una reunión con la tutora o tutor, para darle información detallada sobre la alergia o características de asma del alumno, qué medicación necesita y cómo administrarla y qué consejos de seguridad se deben seguir. Al mismo tiempo, deberán procurar que esta información sea trasladada a todas aquellas personas que vayan a estar a cargo de su hijo (profesores de apoyo, monitores de comedor o de extraescolares, etc.).
2. Entregar el informe médico: puede ser útil pedirle al pediatra alergólogo la actualización del informe médico para entregarlo en el colegio, sobre todo si la enfermedad del niño en cuestión ha sufrido alguna variación. En él se deberán incluir medidas a seguir, así como posibles desencadenantes a evitar e instrucciones sobre cómo emplear la medicación y actuar en caso de reacción o anafilaxia.
3. Llevar la medicación de rescate: aunque cada vez son más las campañas que reclaman la presencia de autoinyectores de adrenalina en los botiquines de los colegios para casos de emergencia, no es habitual que los centros escolares los tengan. Por lo tanto, es importante que los niños lo lleven consigo para entregárselo al tutor o responsable y que las familias estén pendientes de su identificación, conservación y caducidad. Además, deberán asegurarse de que habrá una persona que sabrá cómo actuar y administrar la medicación de rescate en caso de necesidad.
4. Cumplir con el tratamiento pautado: el niño debe cumplir de forma estricta con el tratamiento pautado por el pediatra alergólogo, ya sea de evitación o farmacológico, para evitar crisis o reacciones en el colegio.
5. Educar al niño en el manejo de su enfermedad: a medida que se van haciendo mayores, las familias deberán facilitar el aprendizaje de los niños sobre el manejo de su enfermedad (qué alergia tienen, qué deben evitar, cómo actuar en caso de reacción, etc.). En este sentido, desde SEICAP se organizan talleres para enseñar a familias y niños a convivir con su alergia.
6. Facilitar la identificación del alumno: el colegio debe informar a las familias sobre qué medidas deben llevar a cabo para identificar al niño con alergias y esa identificación debe ser reconocible por todo el personal escolar. Además, los padres deberán marcar de forma correcta y adecuada aquellos materiales como las bolsas de desayuno, vasos o utensilios de comida, productos de higiene, etc.
7. Estar informado sobre el servicio de comedor: es fundamental que las familias tengan información completa sobre qué empresa lleva el catering del comedor escolar, qué medidas siguen para evitar los alérgenos y qué ingredientes se suelen utilizar.
8. Procurar que el personal esté al tanto de los protocolos: es importante facilitar al centro, no solo la medicación de rescate, sino los protocolos de actuación en casos de emergencia, como por ejemplo el Protocolo de actuación ante una anafilaxia en centros educativos.
9. Lavado frecuente de manos y distancia de seguridad de 1,5 metros, a ser posible 2, y mascarilla obligatoria a partir de 6 años, así como el resto de medidas de prevención e higiene del Ministerio de Sanidad.
10. Identificación de síntomas y diferenciación con COVID-19: es importante saber identificar los síntomas de una crisis asmática o reacción alérgica en niños para poder distinguirlos de la COVID-19. Ante cualquier duda, debe consultarse con el pediatra alergólogo para saber cómo proceder en cada situación.
11. Vacuna antigripal para niños con IDP y asmáticos: es recomendable que todos aquellos niños con asma e IDPs se vacunen.
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