¿Cómo cuidar el sistema cardiovascular en las mujeres?

Con el objetivo de conocer cuáles son los riesgos cardiovasculares en las mujeres, ConsumidoRA ha hablado con el Dr. Guillermo Sada Castillo, experto en Endocrinología y Nutrición, portavoz de Lanier Pharma, quien ha destacado dos momentos decisivos que influyen en su salud: el embarazo y la menopausia.

Respecto al primero, el experto señala que la preeclampsia y la hipertensión gestacional provocan un riesgo de tres a seis veces mayor de sufrir hipertensión arterial después del embarazo y un riesgo dos veces mayor de padecer cardiopatía isquémica y accidente vascular cerebral.

Por otro lado, indica que, respecto a la menopausia, esta produce cambios en el organismo de la mujer, lo cual aumenta la probabilidad de que alguna cardiopatía aparezca. El aumento de los niveles de colesterol, del peso y también de los niveles de glucosa en sangre, además de una tendencia mayor a padecer hipertensión, son los principales cambios ante los que conviene estar alerta.

“Según The Texas Heart Institute, los hombres tienen un riesgo mayor que las mujeres de sufrir un ataque al corazón. Pero después de los 65 años, el riesgo cardiovascular es aproximadamente igual en hombres y mujeres, cuando los otros factores de riesgo son similares”, añade.

Alimentación
 
El Dr. Guillermo Sada destaca que la alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ya que algunos de los componentes de los alimentos son protectores respecto a la patología cardiovascular, mientras que otros son perjudiciales y favorecen la progresión de la aterosclerosis (la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y en sus paredes).

“Para evitar estos alimentos perjudiciales y llevar una buena alimentación es recomendable consumir alimentos variados y nutritivos, que incluyan frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescado y huevos. Así como evitar el exceso de sal, azúcar, grasas saturadas y trans (que contienen algunos aceites como el de palma), y alimentos procesados”.

En cuanto a las porciones, el Dr. Sada indica que hay que mantener el control para evitar el exceso de calorías y ajustar los platos dependiendo de nuestro peso, condición física y estilo de vida. Lo importante no es cuanto comamos sino la calidad de estos alimentos, así como su desgaste posterior con ejercicio físico, teniendo siempre en cuenta que para proteger nuestra salud cardiovascular es fundamental mantenerse en un peso saludable.

“La alimentación es fundamental para equilibrar los niveles de colesterol, tanto de manera natural como a través de suplementos naturales. Desde Lanier Pharma recomendamos suplementos naturales como Laniercol, una combinación a base de Arroz de levadura roja, Berberina y Policosanoles y Omega 3 marino, que reduce significativamente los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) y triglicéridos (el conocido como colesterol malo)”.

Además de la alimentación, el otro factor clave para cuidar nuestra salud cardiovascular son los hábitos saludables, entre los que el experto destaca algunos aspectos fundamentales:
 
- Realizar ejercicio físico de manera regular: no es necesario realizar largas horas de entrenamiento o correr una competición para estar en forma. Es importante adaptar el deporte a nuestras características físicas y capacidades y, sobre todo, realizarlo de manera constante.

- Evitar el consumo de alcohol y tabaco: esto puede provocar grandes riesgos para la salud en general. En concreto, el alcohol aumenta la tensión y triglicéridos en sangre, mientras que el tabaco provoca hasta un 70 % más de riesgo de desarrollar una posible enfermedad cardiovascular.

- Reducir el estrés: debemos recordar que cada día nuestro corazón puede verse afectado por situaciones que no podemos controlar nosotros mismos. Es importante dedicarnos un espacio para cuidar de nuestra salud mental y emocional.

- Ayudar a nuestro cuerpo a reducir el colesterol: en el caso de personas con un riesgo especialmente alto, resulta vital optar por suplementos naturales que nos ayuden a prevenir y mantener una buena salud cardiovascular. Componentes como el Omega 3 marino, ajo negro o cereales naturales como la cebada o la avena, ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre y triglicéridos, cuidando así a nuestro corazón. Es muy recomendable tomar suplementos o medicamentos que aumenten el bueno (HLD) o reduzcan el malo (LDL), siempre bajo supervisión de un profesional acreditado.

Los alimentos y hábitos que más afectan la salud cardiovascular
 
El Dr. Sada destaca varios alimentos a evitar si queremos mantener una dieta cardíaca saludable:

- Carnes rojas y procesadas.

- Alimentos y bebidas llenas de azúcar, especialmente las bebidas energizantes.

- Alimentos procesados (grasas trans, grasas saturadas, aditivos o colorantes comestibles).

- Carbohidratos refinados sin fibra.

- Exceso de bebidas alcohólicas y sal.

Además, desde Lanier Pharma recomiendan reducir actividades que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como:

- El tabaquismo y fumar constantemente.

- Cero descanso y exceso de estrés laboral.

- Sedentarismo. No es necesario quizás apuntarse a un gimnasio, pero sí aumentar la frecuencia, longitud y ritmo de los paseos diarios, que deberían durar en total más de una hora.
 

La menopausia y los cuidados a seguir

El doctor subraya que, con la llegada de la menopausia y la consiguiente disminución de la producción de estos estrógenos, se producen una serie de cambios en el organismo de la mujer que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

“Aunque la edad de aparición del riesgo y de los problemas cardiovasculares en la mujer es algo más tardía en comparación con los hombres, la realidad es que las cosas comienzan a igualarse a partir de los 50 años debido a los cambios que se producen con la menopausia”, indica el experto.

Además, comparte algunas acciones que podemos hacer para prevenir enfermedades cardiovasculares durante la menopausia, como:

- Seguir una dieta mediterránea y realizar ejercicio físico con frecuencia a lo largo de la semana (al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado, o 75 minutos de actividad aeróbica intensa).

- Abstenerse de fumar y el exceso de alcohol.

- Incrementar el consumo de vitamina D y calcio.