Sostenible, de proximidad y económica, así es la almendra europea
Su perfil nutricional es muy completo y es imprescindible a la hora de mantener una alimentación saludable
Como elemento clave de la Dieta Mediterránea desde tiempos inmemoriales, el perfil nutricional de la almendra es muy completo, siendo, como el resto de frutos secos, imprescindible a la hora de mantener una alimentación saludable.
Cuenta, por ejemplo, con un elevado contenido en grasas (sobre todo, insaturadas; es decir, las que benefician la salud cardiovascular) y con gran aporte de proteínas vegetales de buena calidad, completas en cuanto a su contenido en aminoácidos esenciales.
Su valor calórico es elevado, pero precisamente por ello poseen un importante poder saciante.
Entre los minerales, es reseñable el calcio. De hecho, se trata de una de las fuentes vegetales más ricas en este último, por lo que la bebida de almendra suele emplearse como sustituto de la leche de vaca cuando existe una intolerancia, recomendándose su consumo para fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. En esto colabora su contenido en fósforo, que también garantiza una buena calidad de los huesos.
Además, tiene cantidades moderadas de vitaminas del grupo B y es una buena fuente de vitamina E, de acción antioxidante (a la que se suman dosis relevantes de zinc y de fitoesteroles). Por todo ello, las almendras se recomiendan a niños en edad de crecimiento y deportistas.
Alto contenido en grasas insaturadas
(39 g por cada 100 g)
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “se ha demostrado que la sustitución de grasas saturadas por insaturadas en la dieta disminuye el colesterol en la sangre. Una tasa elevada de colesterol constituye un factor de riesgo de cardiopatías coronarias”.
Fuente de proteínas de origen vegetal
(19 g por cada 100 g)
Las proteínas que contienen son de buena calidad, completas en cuanto a su contenido en aminoácidos esenciales, según el MAPA.
Alto contenido en fibra
(8 g por cada 100 g)
Destaca sobre el resto de los frutos secos.
Alto contenido en vitamina E
(24 mg por cada 100 g)
La vitamina E “contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo”, según la AESAN. Apenas 50 g de almendra cruda aportan el 100 % de la ingesta diaria recomendada.
Alto contenido en fósforo, magnesio, calcio y zinc, y fuente de hierro
Una ración de 20 g de almendra cruda aporta el 15 % de las ingestas diarias recomendadas para fósforo y magnesio, y alrededor del 6 % de las señaladas para hierro, potasio y calcio.
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