Todo lo que necesitas saber sobre las croquetas
La bechamel, la temperatura del aceite o el tamaño, claves para conseguir que las croquetas sigan haciendo historia
El plato estrella de la cocina española cumple 155 años de historia. Y es que si hay algo icónico dentro de nuestra gastronomía son las croqueta de jamón y la favorita de los españoles, según el ranking del último estudio sobre su consumo en nuestro país realizado por Oído Cocina Gourmet.
El origen de las croquetas
Aunque se ha convertido en una receta muy española, se remonta a finales del siglo XVII en Francia, pero aún guarda numerosas incógnitas sobre el momento exacto y su inventor. Las recetas han ido evolucionando a lo largo de estos años y podemos ver cómo las primeras recogidas por escrito distan mucho de las que conocemos ahora. Lo cierto es que la primera receta de croquetas de jamón aparece recogida en el 'Diccionario doméstico' de Balbino Cortés y Morales en el año 1866. Esta receta combinaba el jamón con sesos y venía explicada de manera muy poco pautada:
«Cuézase un pedazo de jamón y un par de sesos de carnero; después de cocidas ambas cosas y frías, se pican en pedacitos muy menudos y se mezclan estas dos cosas. Póngase al fuego manteca y fríase cebolla muy picada y perejil, y después de frito esto, échense un par de cucharadas de flor de harina y leche para hacer una masilla muy clara, al cual se retira del fuego y se junta con el jamón y los sesos echando sal, pimienta y nuez moscada. Cuando esté frío se hacen bolitas pasándolas por pan rallado, luego por huevo batido, por pan rallado otra vez y se fríen, sirviéndolas con perejil frito».
A principios del siglo XX, las croquetas eran practicamente iguales a las que conocemos hoy en día. En el libro de Matilde del Real, 'La cocina de la madre de familia' publicado en 1908 se recoge de nuevo la receta, pero al igual que en la primera ocasión, sin medidas y un poco a ojo. Al estilo de las abuelas “lo que te vaya pidiendo la masa”:
«Se cuece la gallina y se pica muy bien con el jamón. Se pasa el picado a la sartén o cacerola con leche; se pone al fuego, trabajándolo muy bien con la espumadera, y añadiendo un poco de manteca fresca y la harina necesaria para que se forme la masa; se deja ésta enfriar y se hacen las croquetas, que se envuelven en pan rallado, luego en huevo, y por último en pan. Se fríen en aceite bien caliente».
Para aquellos que nunca han preparado croquetas, leer esta explicación puede suponer todo un reto ya que deja en el aire: qué comprar, cuánta cantidad y por dónde empezar. Cuando nos iniciamos en la cocina, necesitamos contar con medidas y cantidades exactas, nos hace sentirnos mucho más cómodos a la hora de enfrentarnos al reto de los fogones. Desde Oído Cocina Gourmet han elaborado una mini guía con 5 claves para que cualquier principiante consiga que las croquetas de jamón sigan haciendo historia.
Las medidas perfectas para una bechamel perfecta
Las medidas perfectas para la bechamel para conseguir una masa cremosa que no espese demasiado y que tampoco quede líquida, lo mejor es optar por el 50-50-400, es decir, 50 gramos de harina, 50 gramos de mantequilla y 400 mililitros de leche.
¿Jamón? Mínimo tres partes por cada 10
La cantidad de jamón que les pongas es muy importante para marcar la diferencia. ¿Cómo saber cuánto poner? Desde Oído Cocina Gourmet nos proponen la medida 10/3. Por cada diez porciones de bechamel debemos poner al menos 3 de jamón para asegurar intensidad, sabor y que se reconozca al primer mordisco que se trata de croquetas de jamón.
El tamaño sí importa
En cada cocina hay una norma y muchas veces no sabes si pedir una ración o dos. La medida va acorde con el gusto pero lo ideal es encontrar la medida perfecta para que el calor se reparta de la misma forma al cocinar la croqueta. La medida ideal son 3,5 cm y si queremos croqueta de cóctel 15gr, de bocado 25gr, de ración 35gr y el croquetón 45gr.
El secreto está en dejarlas reposar
Es muy dificil resistir, pero es importante tener paciencia y programarse. Después de elaborar la masa, añadir los taquitos de jamón y darles forma, lo ideal es dejar que reposen en el frigorífico al menos 12 horas antes de cocinarlas para que tomen consistencia. De hecho, también se puede congelar parte de la masa y dejar reservas para la próxima.
3 dedos de aceite
No escatimes en aceite, se necesita una cantidad suficiente que permita introducir la croqueta entera sin necesidad de tener que girarla, unos 3 dedos más o menos y así nos aseguramos que el cocinado es homogéneo. En cuanto a la temperatura, 180ºC, ni más, ni menos.
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