Tres mercados gastronómicos para oler, probar, sentir y llevarse a casa la esencia culinaria de Palma
Estos espacios vibrantes son un punto de encuentro gourmet para degustar los sabores más auténticos de la capital balear
Estos espacios gourmet, que se han popularizado en los últimos años en diversas ciudades del mundo, son idóneos para degustar platos tanto de la gastronomía local como de cocinas internacionales, para comprar productos frescos y para tomarle el pulso a una ciudad, pues suelen expresar el carácter del barrio en el que se encuentran.
En estas tres direcciones de Palma, locales y visitantes se reúnen para comprar los productos que ofrece el campo mallorquín, degustar sus platos más emblemáticos y dejarse sorprender por nuevos sabores, mirar, oler y tocar, preguntar y que te pregunten.
Cada uno de ellos tiene una esencia particular arraigada al barrio en el que se encuentra. Unos han logrado incorporar el lado experiencial a su propuesta tradicional sin perder la autenticidad; otros tienen aires cosmopolitas desde sus inicios. Todos, se han convertido en punto de encuentro gourmet entre locales y visitantes.
Este amplio y luminoso mercado, ubicado en pleno centro histórico de Palma, encarna la esencia de la gastronomía mallorquina; además, lo tiene todo. Desde una amplia variedad de productos frescos, como pescado y mariscos o frutas y verduras cultivadas localmente, hasta una selección de bares y restaurantes para sentarse a degustar una tapa con una cerveza o unas ostras con una copa de vino. Por sus pasillos discurren deliciosos aromas y animadas conversaciones entre puestos auténticos y bares más modernos.
Construido en 1951, el Mercat de l’Olivar dispone de puestos de frutas y verduras, pescados y mariscos, carnes y aves, quesos y embutidos, entremezclados con cerca de una veintena de locales que conforman su amplia oferta gastronómica junto con su renovada galería comercial.
Ubicado en el Paseo Marítimo de Palma, el Mercat 1930 ofrece una experiencia gastronómica única en un ambiente moderno y sofisticado. Este mercado de estilo industrial, abierto en 2017, apuesta por mezclar la cocina mallorquina con las últimas tendencias y la gastronomía internacional; desde las tapas mediterráneas hasta el embutido ibérico, pasando por los tacos mexicanos, el sushi o el curry thai. El Mercat 1930 es el lugar ideal para aquellos que buscan una experiencia culinaria diversa y contemporánea en Palma de Mallorca.
El espacio, donde antes se ubicaba el restaurante 1930, cuenta con una decoración de inspiración industrial de líneas austeras y sencillas de la mano del interiorista mallorquín Jorge Bibiloni. Además, incorpora una amplia terraza con vistas al mar, donde los visitantes pueden disfrutar de su comida mientras se maravillan con el paisaje costero.
El pintoresco Mercat de Santa Catalina es un tesoro gastronómico ideal para comprar productos frescos y, de paso, tomarse unas cañas en un ambiente único. Situado en el barrio homónimo, este mercado cuenta con una gran variedad de puestos de comida donde se pueden probar especialidades locales, como tapas, embutidos, quesos y deliciosos postres. Paseando por los pasillos del mercado, se nota la frescura de los productos locales y el ambiente animado y acogedor que lo caracteriza, un punto de encuentro vibrante y lleno de color.
Además, se integra perfectamente en su barrio, de aires modernos y cosmopolitas, con clientes de todas las nacionalidades. Conserva, eso sí, puestos y espacios que mantienen su personalidad local e isleña. Su proximidad con la Lonja hace muy recomendable probar el pescado, si bien sus carnicerías premium seducen al instante. Los sábados es un lugar muy concurrido para tomar algo o degustar vinos y quesos; sin prisas, eso sí, que en Palma solo hay que dejarse llevar.
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