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Guillermo Reglero, director de IMDEA Food Institute
10 de abril, 2022
“Filling the gaps” [Science, 31 de marzo de 2022]. En los últimos días hemos conocido que se ha completado el desafiante 8% del genoma humano que continuaba sin resolverse. Es tan grande el desarrollo que están teniendo las ciencias de la vida que, siendo indudablemente muy importante y difundida, la noticia no ha alcanzado el enorme impacto que tuvo la primera publicación del genoma humano en Science y Nature, en febrero de 2001.
Del conocimiento del código genético se están derivando una infinidad de avances científicos en bioquímica, biología molecular y biomedicina con gran trascendencia para la vida. En la mayoría de ellos se evidencia que la respuesta de los organismos a los factores ambientales es individual, y se demuestra a nivel molecular en los procesos biológicos. Un ejemplo de las consecuencias de esto es el fuerte desarrollo internacional de la medicina personalizada/precisión que en España tiene un importante nodo en la Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y la Tecnología – IMPaCT, del Instituto de Salud Carlos III. Mediante la personalización de los tratamientos médicos se consigue una mayor eficacia en la mejora de la salud de los pacientes.
La alimentación es un factor ambiental de primer orden de importancia para los seres vivos. Por tanto, también para las personas. Son centenares de kilogramos de productos los que pasan por nuestro organismo a lo largo del año por lo que su influencia en los procesos corporales es muy fuerte. Y a la nutrición se le aplican los mismos principios científicos de individualidad de la respuesta.
Han transcurrido más de 40 años desde que el Gobierno de Japón puso en marcha el Programa Food for Specified Health Uses – FOSHU con el fin de hacer de la alimentación una herramienta efectiva en el mantenimiento de la salud. La Unión Europea exploró también esta posibilidad con las Acciones Concertadas FUFOSE y PASSCLAIM en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI, respectivamente. Durante estas cuatro décadas, el progreso de las ciencias de la vida ha sido extraordinario, hasta por ejemplo ver el compendio de las características organizativas y dinámicas que representan los sellos distintivos de la salud “Hallmarks of Health” [Cell, 184,33-63. 2021].
De nutrición personalizada/nutrición de precisión ya se hablaba a principios del siglo XXI [Abstracts of Papers of The American Chemical Society 222, U42, 2001] y sin embargo aún no ha llegado al mercado alimentario y por tanto, a la sociedad.
¿Para cuándo la nutrición personalizada?.
Aunque la nutrición personalizada comienza a ser un instrumento de marketing, no existen productos alimenticios adaptados a las características de las personas, aunque se va extendiendo la aplicación de recomendaciones dietéticas personalizadas mediante tests basados en genómica. La iniciativa reciente de repercusión mundial más clara en pro de la nutrición personalizada es el Strategic Plan for NIH Nutrition Research 2020-2030 del National Institutes of Health de los EEUU. Dentro de este plan, el NIH ha abierto en enero de 2022 los “NIH awards $170 million for precision nutrition study”. En este contexto, el denominado All of Us Research Program tiene como objetivo recopilar datos de 1M de personas [https://allofus.nih.gov/]. Instituciones de prestigio internacional como la Universidad de Cornell, en asociación con el Research Triangle Institute, han anunciado recientemente su incorporación a este Programa.
Para acercar al mercado la nutrición personalizada, lo primero que hay que hacer es definirla. Esta “nueva nutrición” consiste en estrategias dietéticas y productos alimentarios diseñados atendiendo al genoma y el microbioma, con el fin de actuar de manera precisa sobre determinados aspectos del metabolismo, sistema inmune, regulación hormonal o el biorritmo, de personas y animales, para alcanzar objetivos concretos en contextos fisiológicos específicos. La nueva nutrición, al igual que la nutrición clásica, estudia los procesos bioquímicos y fisiológicos del organismo en cuanto al uso de los alimentos para mantener o mejorar la vida, pero teniendo en cuenta que la respuesta específica de cada individuo puede ser diferente. Hay que distinguir [Ordovás et al. BMJ 2018]:
Nutrición estratificada: Intervención/consejo nutricional adecuado a grupos de individuos con características compartidas.
Nutrición personalizada: Intervención/consejo nutricional indicado para cada individuo.
Nutrición de precisión: Intervención/consejo nutricional con certeza de que es específicamente beneficioso para un objetivo concreto en una determinada persona.
A través de la genómica, la nutrición personalizada ya es capaz de proveer recomendaciones dietéticas que nos pueden a ayudar a decidir qué, cuándo y cómo comer para optimizar nuestra salud. Añadiendo la metagenómica, con el estudio de la microbiota intestinal, las expectativas aumentan y ya se vislumbra la posibilidad de contar con una nutrición de precisión que constituya una herramienta para la medicina que ayude a aproximarse a los grandes desafíos de la salud humana como tratar el cáncer [Cancers 12, 3399, 2020] o el envejecimiento [Cell Metabolism 33, 2142, 2021]
¿Por qué no se aplica ya masivamente la nueva nutrición?. Agencias de seguridad alimentaria tan importantes como la EFSA en Europa y la FDA en los EEUU, llevan décadas haciendo recomendaciones nutricionales clásicas, fáciles de prescribir, aunque su efectividad esté lejos de contribuir sustancialmente a la salud pública. Por ello, la mayoría de empresas del sector alimentario siguen considerando compleja la innovación basada en la implantación de productos de nutrición personalizada debido a que faltan herramientas tecnológicas para aplicar las estrategias necesarias. La segmentación de la producción considera poco rentable.
Sin embargo, otras industrias como la de la confección textil o el calzado tienen incorporados sin problemas procedimientos de producción de varias tallas diferentes, en algunos casos con gran variedad de formatos. Eso produce valor añadido, al suministrar productos más valorados por las personas y bienestar al resolverles mejor sus necesidades.
La ciencia ya nos permite añadir a la alimentación el adjetivo de saludable, que es tan importante o más que los otros que ya posee. Y se puede decir saludable en un sentido ambicioso ya que es posible prevenir, mejorar o revertir enfermedades de manera efectiva mediante la nueva nutrición.
Pasar de la nutrición de talla única a la nutrición adaptada a las personas tiene que encerrar un valor añadido y competitividad que a la industria alimentaria no tardará en interesar.
El Instituto IMDEA Alimentación promueve una acción estratégica para impulsar la llegada de la nueva nutrición que acaba de ser presentada en Alimentaria 2022. Un consorcio de centros de investigación, universidades, asociaciones empresariales e industrias está detrás de esta estrategia, aun embrionaria en España, que se ha denominado INNOHEALTHFOOD y para ser justos se puso en marcha algo antes de las acciones que el National Istitutes of Health de los EEUU inició en 2022 sobre nutrición personalizada. INNOHEALTHFOOD aspira a representar en alimentación en un futuro no lejano lo que IMPaCT en la medicina.
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