Los icónicos roscones de Mallorca regresan con el mismo sabor que ha acompañado a generaciones desde 1931

En la recta final de las Navidades, cuando muchos países guardan las decoraciones y se preparan para volver a la rutina, en España aún queda por vivir el momento más esperado del año: el Día de Reyes. Para Mallorca, esta fecha es uno de los hitos más importantes y el punto culminante de un trabajo que se prepara durante semanas para llevar a cada hogar sus icónicos roscones - en versión clásica, de nata o de trufa - disponibles también este año en un pack especial a través de su tienda online.

Hace más de 90 años, a Bernardino Moreno le cambió la vida un premio de lotería de 17.000 pesetas, que le permitió, junto a su mujer, María García, abrir su primera pastelería en Bravo Murillo. Desde entonces, Mallorca ha elaborado roscones siguiendo la misma receta con la que todo comenzó en 1931, un homenaje a la calidad, a la memoria y a las tradiciones que han acompañado a generaciones de madrileños.

Hoy, Jacobo y Pablo Moreno - cuarta generación y directores de producción - lideran el obrador artesano para afrontar los días clave previos al Día de Reyes y para producir aproximadamente 30.000 roscones. En cuanto a la elaboración, según explica Pablo Moreno, “las manos, los procesos y las materias primas son la clave de nuestros roscones, es una producción plenamente artesanal. Durante la elaboración, lo primero es infusionar la mantequilla y aromatizar el ron con pieles de naranja. El segundo día elaboramos la masa y fermentamos en bloque durante 24 horas en frío. Al tercer día, dividimos y formamos las piezas, que descansan otras 24-48 horas en frío. Finalmente, cada noche fermentamos a 28 grados con un 70% de humedad, bañamos con huevo, almendra y azúcar y cocemos. Además, cada año, hacemos una selección de materias primas basándonos en su calidad, poniendo especial cariño a la elección de la harina, la mantequilla, la almendra Marcona, el huevo y el agua de azahar”.

Por otro lado, la versión de nata se elabora con una nata del 35% de materia grasa, que aporta la textura suave y cremosa que caracteriza a la casa. Para el roscón de trufa, el chocolate belga es el protagonista, dando como resultado una crema ligera y equilibrada que acompaña al bollo sin restarle protagonismo.

Este año, como novedad, los roscones forman parte también de los packs Regala Momentos, la reinterpretación de la sección de regalos de Mallorca, inspirada en esos pequeños instantes cotidianos que merecen celebrarse: una tarde lluviosa con un buen libro, una película de domingo, un partido con amigos, la emoción de un detalle inesperado o la bienvenida a un nuevo miembro de la familia. Cada uno de esos momentos tiene su propia magia y, desde hace casi 95 años, Mallorca ha querido estar presente para hacerlos aún más especiales. En esta ocasión, el Pack Roscón, disponible en la tienda online, incluye una taza personalizada, una botella de chocolate a la francesa y el protagonista: el roscón clásico o de nata.

Con casi un siglo de historia, Mallorca mantiene intacto el espíritu que dio origen a su primera tienda en 1931. Desde las nuevas generaciones siguen honrando la tradición, cuidan cada proceso al máximo y llevan a los hogares los sabores más clásicos de las Navidades. Este Día de Reyes, sus roscones vuelven a convertirse en un indispensable para celebrar en compañía y compartir momentos únicos alrededor de la mesa.