Manuel López Gil: "La importancia de consumir pescado"

Que el pescado forma parte de la dieta mediterránea es algo indiscutible y que es beneficioso para la salud es evidente.

El aporte nutricional que nos garantiza el consumo de pescado es una realidad muy consolidada. Además de proporcionar grasas saludables como el Omega3, ayuda a proteger el corazón y es una fuente de vitaminas.

Afortunadamente, contamos con una alta variedad de especies, azules, blancos, salvajes, de acuicultura… En este sentido, vivimos en un entorno privilegiado, rodeados por diferentes aguas, que nos aporta una alta diversidad y variedad de especies para el consumo.

El desarrollo de la acuicultura nos ha permitido tener una fuente alternativa de alimentos y el acceso de ellos de forma generalizada. Así, se contribuye a mantener un equilibrio en el ecosistema marino sin tener que renunciar a una adecuada alimentación.

De la misma forma, somos uno de los países que más pescado consumen y pese a ello, mientras los profesionales recomiendan incluir en nuestra dieta semanal entre 3 y 4 raciones, en la actualidad prácticamente no se llega a dos.

Ese es un dato que deberíamos revertir, desde el análisis de sus causas y una mejora en la propuesta.

Las causas son variadas pero entre las más importantes, que aportan los consumidores, se encuentran el precio del producto y el grado de dificultad para cocinarlo y consumirlo.

Merece la pena reflexionar un momento sobre esas cuestiones. Hablemos del supuesto coste del pescado. En primer lugar, es necesario recordar que los pescados también tienen temporadas y consumirlos en ellas tiene una ventaja económica. Además, vuelvo a insistir en la importancia de la alta variedad con la que contamos, que nos permite elegir entre muchos producto  y acceder a sus beneficios.

Y lo más importante, cuál es el coste de una mala alimentación? Renunciar a una dieta equilibrada puede tener consecuencias en el futuro muy negativas.

Por lo tanto, prioricemos nuestra salud y nuestra calidad de vida.

Y en relación a las supuestas dificultades en su elaboración y consumo, debemos promover la educación sobre el conocimiento del mismo desde edades más tempranas.

Desde hace varios años, la Asociación de empresarios Mayoristas de Pescados de Madrid (AEMPM) puso en marcha el Centro Interactivo del Pescado (www.centrointeractivodelpescado.com). Un espacio museográfico diseñado para edades escolares y que tiene como objetivo conocer todo el viaje que el pescado realiza desde el mar hasta la mesa.

Un viaje que empieza conociendo la flota pesquera, las artes de pesca, el proceso de comercialización (lonjas y puertos, mercados mayoristas y pescaderías) hasta la elaboración y degustación. Todo ello, con criterios de sostenibilidad, respeto al entorno marino y reconocimiento a los diferentes profesionales que intervienen en el proceso.

Con este proyecto, contribuimos a educar en la cultura del pescado, a conocerlo y valorarlo y, no menos importante, promover su consumo.

Nuestra gastronomía nos permite múltiples formas en la elaboración y la selección de los productos, desde procedimientos más complicados hasta los más simples. Por ello, esto no puede ser un impedimento.

Y en cuanto a la calidad del producto, conviene recordar que España es de los países europeos más exigente en materia de seguridad alimentaria.

Madrid realiza una gran contribución por el consumo y la comercialización del pescado. Y esto se refleja en el número de empresas e infraestructuras que forman parte de la cadena de valor en el comercio del mismo.

Es importante recordar que el Mercado de Pescados de Mercamadrid es el segundo del mundo en volumen de comercialización, solo superado por el de Tokio y el primero en variedad de especies, con más de 400 contabilizadas. Actualmente se comercializan cada año más de 170.000 toneladas de pescados y mariscos que proceden de todos los puertos y costas, desde los más cercanos hasta el resto de continentes.

Desde él operan más de 110 empresas mayoristas de pescados (que forman parte de la AEMPM) y que abastecen a un radio de 500 km2 con un alcance de 12 millones de personas aproximadamente. Por tanto, tenemos la responsabilidad de garantizar el producto no solo a la Comunidad de Madrid, sino a varias comunidades colindantes.

Todavía tenemos muy reciente los peores meses vividos durante la pandemia. Cuando, en esos días de confinamiento, nuestro mercado fue considerado infraestructura crítica y el conjunto de empresas mayoristas abrieron sus puertas cada día para garantizar el abastecimiento y dar tranquilidad a la ciudadanía en momentos de incertidumbre.

Formamos parte indiscutible de una cadena que garantiza que pescados y mariscos lleguen a un número muy importante de hogares y de negocios de hostelería y restauración. Y una pieza fundamental en esta cadena es la que representa el comercio de proximidad, es decir, las pescaderías.

La red de pescaderías, junto con el resto de comercios minoristas, forma parte de la vida en nuestros barrios pero también se han convertido en espacios de referencia para adquirir y conocer el producto.

Estamos en un momento en los que, afortunadamente, el consumidor aumenta sus niveles de exigencia en relación a la calidad y el tratamiento de los productos que consume.

Las tendencias en el consumo están cambiando. Hoy en día, el consumidor quiere tener más información sobre los productos que adquiere, su trazabilidad y los criterios de sostenibilidad que utilizan las empresas.

La normativa sanitaria en el proceso de comercialización en el pescado nos permite conocer todo esto y esos datos están al alcance del consumidor. Es por ello, que animamos a conocer y explorar las múltiples posibilidades que ofrece el consumo de pescado.

Una información que proporcionan los profesionales en los comercios y que facilitan acercarnos a conocer estos productos, su procedencia, sus formas de consumo y de aprovechamiento. Os invito a ello.