Cultivo de fresas. Foto: FEPEX

Piden a Europa y al MAPA la defensa del sector de la fresa ante campaña alemana de desprestigio

FEPEX, Ciudadanos y Junta de Andalucía

7 de junio, 2023

Esta campaña coincide con la temporada de frutos rojos en este país, que se desarrolla durante los meses de mayo, junio y julio



Frente a la campaña de la organización alemana Campact en la que insta a los supermercados (Edeka, Lidl, Rewe y Aldi) y consumidores germanos a boicotear la fresa española apelando al impacto medioambiental de su cultivo, el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas ha reclamado a la Comisión Europea que tome medidas, ya que “ello supone una clara violación a la libre circulación de mercancías en el mercado interior de la UE. También es un obstáculo evidente al derecho de los ciudadanos de desarrollar actividades comerciales y empresariales libremente dentro del territorio europeo, recogido en los tratados".

En concreto, el eurodiputado pide al Ejecutivo comunitario que ponga en marcha los procedimientos especiales que tiene previstos en la Disposición del reglamento n.º 2679/98 cuando surgen obstáculos comerciales que ponen en riesgo la libre circulación de mercancías y puedan causar graves pérdidas, casos que “requieren una actuación inmediata”. 

 

 

Reclamaciones desde FEPEX y la Junta de Andalucía

Ante este panorama, FEPEX y la Asociación Onubense de Productores y Exportadores de Fresa, FRESHUELVA, integrada en la Federación, han solicitado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, su intervención y apoyo al sector de la fresa ante este campaña en contra de la compra de la fruta española, puesto que se basa en un desconocimiento amplio de la realidad productiva de un sector que contribuye de forma decisiva a la sostenibilidad social y económica de Huelva.

FEPEX ha trasladado al ministro que la campaña mencionada constituye un boicot a las producciones españolas y un ataque a la reputación del sector de la fresa y frutos rojos, que están reconocidos tanto a nivel nacional como internacional y cuyas producciones están garantizadas por certificaciones y protocolos internacionales más exigentes en sostenibilidad y uso de agua.

Además, se considera que estas acciones forman parte también de prácticas comerciales que buscan nacionalizar el mercado en los momentos en los que las producciones locales comienzan a comercializarse. En esta línea, la acción de la plataforma de Alemania coincide con la temporada de frutos rojos en este país, que se desarrolla durante los meses de mayo, junio y julio y coincide con la llegada a los supermercados alemanes de la fresa cultivada en este país.

Huelva representa el 98 % de la producción de fresa en España y el 30 % de la Unión Europea. En el ámbito exterior, en 2022 la exportación de la provincia se situó en 451.631 toneladas y el valor ascendió a 1.394 millones de euros, un 5 % más que en 2021. 

La fresa lidera las ventas al exterior con 230.378 toneladas y 573 millones de euros. Huelva representa el 83 % de la exportación nacional de esta fruta. Son también de gran importancia la frambuesa, con 59.568 toneladas exportadas en 2022 y 431 millones de euros, así como el arándano, con 55.750 toneladas y 282 millones de euros.

En conjunto, el sector de fresa y frutos rojos sostiene e impulsa el tejido social y económico andaluz, representando el 11,35 % del PIB de la provincia de Huelva y da trabajo de manera directa a 100.000 personas y a 160.000 de manera indirecta.

Por su parte, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha lamentado la actitud del Gobierno de España y ha pedido al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, “una urgente defensa del sector de la fresa ante los mercados europeos”, así como que “deje de dar alas a una campaña de descrédito llena de demagogia y falsedades”.

También ha alertado de que “la actitud irresponsable que está ejerciendo en este asunto el Ejecutivo central, está promoviendo que los mercados europeos apuesten por acudir a otros países con menos garantía social, laboral y medioambiental que España y, por tanto, ofrecer al consumidor frutas y hortalizas de otros destinos con menos soberanía alimentaria”. Ello implica, además, “una pérdida injustificada de confianza de los consumidores europeos y una merma en la rentabilidad a un sector agrícola, como el onubense, que está haciendo la cosas muy bien y que destaca en los últimos años por su eficiencia hídrica, su innovación aplicada a la sostenibilidad y por su excelencia”.


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