La infección por el virus de la lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a ganado de todo el mundo, incluidos los ovinos, los vacunos, los camélidos, los venados y los caprinos. Provocada por el virus de la lengua azul (VLA) y propagada a través de mosquitos picadores, aunque la infección no mate al animal, puede reducir la producción de carne, leche y la descendencia, como recuerdan desde CORDIS, el servicio comunitario de información sobre investigación y desarrollo.
Esto, junto con las restricciones al comercio que siguen a un brote epidémico y los costes de la vigilancia, las vacunas y los análisis para demostrar la erradicación de la enfermedad, provocan unas pérdidas económicas considerables al sector ganadero.
El genoma del VLA es lo que hace que esta enfermedad sea especialmente compleja. Este consta de diez segmentos de ARN bicatenario, cada uno de los cuales codifica una o varias proteínas víricas.«Esta segmentación permite que el virus intercambie fácilmente cadenas durante las coinfecciones, de forma que rápidamente crea nuevas variantes con nuevos riesgos de enfermedad», explica Peter Mertens, virólogo de la Universidad de Nottingham.
«Se han identificado más de treinta serotipos distintos de VLA, varios de los cuales pueden circular conjuntamente en las regiones endémicas y de los brotes».
Gracias al apoyo del proyecto PALE-Blu, financiado con fondos europeos y que reúne a socios de toda Europa, la región del Mediterráneo y África, Mertens lidera un gran esfuerzo para comprender mejor la enfermedad subyacente y mejorar las técnicas para una vigilancia y control rápidos y precisos del virus.
COMPRENSIÓN DE LA REPLICACIÓN, TRANSMISIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
Según Mertens, la culminación de la labor del proyecto es una mayor comprensión de la replicación, transmisión y epidemiología del VLA. «No solo comprendemos mejor los riesgos de nuevos brotes de la infección por el VLA y su propagación, sino que, y tal vez sea aún más importante, disponemos de nuevos métodos y herramientas para controlarlos», añade. Dos importantes avances son las rápidas tecnologías de secuenciación del genoma del VLA y el sitio web BTV-Glue. Conjuntamente, prestan apoyo a la detección, la rápida identificación y la posterior caracterización de distintas cepas de VLA. «Esto nos ayuda a determinar la ascendencia, los orígenes y el movimiento de cepas individuales de VLA que provocan distintos brotes», señala Mertens.
Además, el proyecto ha generado nueva información importante relacionada con la enfermedad. Por ejemplo, al analizar las tasas de evolución de las cepas de VLA que provocaron los últimos brotes en Francia, el proyecto mostró que la evolución del virus estaba «congelada» entre los períodos entre brotes epidémicos. «Se ha sugerido que el VLA podría haber resurgido como consecuencia de una inseminación artificial en la que se empleó semen congelado», añade Mertens.
Los investigadores encontraron varias cepas previamente desconocidas de VLA en Mongolia, Oriente Próximo y la zona del Mediterráneo. Mertens señala: «A pesar de que muchas presentan una baja virulencia, varios de estos virus podrían no necesitar a insectos vectores para transmitirse y hacerlo directamente entre hospedadores mamíferos. Esto podría tener una gran repercusión en la forma de propagación de la enfermedad, puesto que los brotes podrían producirse incluso en épocas del año sin insectos vectores».
El proyecto también ha hecho progresos en términos de mitigación del riesgo de un brote. Por ejemplo, se desarrolló un sistema de diagnóstico mejorado para fomentar la detección e identificación de cepas víricas. Los investigadores también descubrieron un componente de la saliva del insecto vector que podría estimular la respuesta inmune en los animales infectados. «El proyecto ha desarrollado nuevos candidatos a vacuna e identificado proteínas individuales del VLA que generan una protección a varios serotipos, lo cual supone un importante primer paso hacia una vacuna para varios serotipos que podría proteger mejor al ganado, y a la industria agropecuaria, de los efectos de la infección por el VLA», concluye Mertens.