Sandra Anguiano
Directora de Asuntos Públicos de Ecovidrio
El nuevo marco normativo surgido en los últimos años en materia de envases y residuos de envases, sin duda, ha acelerado el ritmo de nuestro país para avanzar hacia una economía circular real y verde. Los residuos se conciben ya como un asunto de primer orden, una concepción que ganará aún más peso con el Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases; la nueva hoja de ruta armonizada para todos los países que supondrá un punto de inflexión en la política ambiental europea.
Desde Ecovidrio valoramos positivamente que esta cuestión se considere una prioridad dentro de las políticas comunitaria, y que se propongan unos objetivos tan ambiciosos como necesarios que incentiven el cambio de modelo económico hacia la circularidad. No obstante, no podemos olvidar que su cumplimiento pasa obligatoriamente por hacer efectiva la corresponsabilidad entre todos los agentes implicados y la existencia de unos márgenes de tiempo suficientes para abordar los cambios necesarios.
El futuro Reglamento de Envases y Residuos de Envases va a suponer necesariamente la revisión de la Directiva 2018/852 de envases, publicada hace tan solo 6 años, y el Real Decreto 1055/2022 de Envases y Residuos de Envases, las dos grandes novedades legislativas de los últimos años para hacer frente al mayor reto de nuestro tiempo.
Tanto la Directiva Marco de Residuos como la Directiva de Envases y Residuos de Envases de 2018 supusieron un hito a la hora de desarrollar los requisitos mínimos de la “Responsabilidad Ampliada del Productor” (RAP), tales como las obligaciones financieras, organizativas u operativas de los productores y de los sistemas, como de fijar los nuevos objetivos de prevención de residuos y de reciclado.
Sin embargo, una de las características más destacables del Reglamento europeo radica en que no solo se centra en la gestión de los residuos de envases, matizando el marco normativo de la RAP que ya desarrollaban las Directivas de 2018; sino que pone el foco en los productores y en un enfoque holístico de los envases donde se amplían los requisitos de sostenibilidad de los envases desde el origen, en cómo se deben diseñar para mejorar su reciclabilidad y su impacto ambiental.
Destacan especialmente las medidas relacionadas con la prevención del residuo con la que se pretende disminuir el uso de envases, la reutilización y el etiquetado de los envases, junto con una priorización en la mejora de la recogida separada que es, desde hace más de 25 años, uno de los pilares de actuación fundamentales en Ecovidrio.
Cabe destacar que nuestro Real Decreto de Envases y Residuos de Envases ya preveía este cambio de enfoque y, por tanto, la industria envasadora española cuenta ya con una posición aventajada para hacer frente a las nuevas obligaciones que recogerá el nuevo marco europeo. Contar con una legislación tan exigente, nos ha permitido a los diferentes agentes de la cadena de valor española prepararnos y tener ya con todas las herramientas para hacer frente a los retos que plantea el nuevo Reglamento, si bien son muchas las novedades y es aún mayor su nivel de exigencia.
Desde Ecovidrio consideramos queresultará fundamental para su aplicación coherente en todo el territorio armonizar los requisitos y acompasar los plazos de la normativa nacional.
La industria que envasa en vidrio lleva años demostrando su compromiso con la circularidad, la sostenibilidad, la innovación y el ecodiseño de los envases, entre otros. Sabemos que cada cambio, cada formato de envase mejorado, implica un gran esfuerzo por parte del sector, en recursos y tiempo dedicados. Encontrar el equilibrio entre el avance constante y la salvaguardia de la competitividad de la industria es clave para no dejar a nadie atrás y lograr el cumplimiento de los objetivos. Desde Ecovidrio estamos muy centrados en ayudar a los productores que envasan sus productos en vidrio (bebidas, alimentación, perfumería y cosmética) a cumplir de forma muy excelente con una grandísima cantidad de nuevos requerimientos legales. Esta industria fue pionera hace más de 25 años en demostrar responsabilidad ambiental y, de nuevo, siguen respondiendo de forma ejemplar. Estamos a su lado para ayudarles con una solución integral para la sostenibilidad de su envase, más allá del reciclaje y con formación adaptada, con planes en materia de prevención y ecodiseño, con un servicio para despejar dudas y un equipo volcando en este propósito.
El Reglamento europeo prevé una gran cantidad de desarrollos normativos posteriores a su aprobación a final de 2024. En esta fase es esencial que se establezca un diálogo abierto entre las partes afectadas, de modo que se tengan en cuenta las dificultades técnicas, las diversas casuísticas que puedan darse, las diferencias territoriales, las lecciones aprendidas, etc., con el fin de desarrollar un marco común que permita impulsar la circularidad de los envases sobre una base sólida, a la vez que se garantiza el mantenimiento de la unidad de mercado.
EL VIDRIO, UN CASO DE ÉXITO
En lo que respecta a los envases de vidrio, podemos decir con orgullo que nuestro modelo de recogida a través del contenedor, y los planes desarrollados desde hace más de 25 años por Ecovidrio con la industria envasadora envasadores y bajo un modelo de colaboración público-privada, nos han permitido alcanzar, con dos años de antelación, los objetivos de reciclado establecidos por Europa para 2025 situado en el 70 %.
Hoy, 7 de cada 10 envases de vidrio se reciclan y, aunque son buenas cifras, siempre se pueden mejorar y debemos aspirar a ello. Tenemos por delante para 2030 ambiciosos objetivos tanto de reciclado como de recogida separada, que deberán cumplirse no solo a nivel nacional, como se estaba haciendo hasta ahora, sino también a nivel autonómico. Y aunque son muchos los esfuerzos que va a requerir, desde Ecovidrio estamos ya trabajando en la definición de un nuevo plan estratégico a 2030 que nos permitirá priorizar y activar los mejores planes de acción para lograrlo.
En este sentido, es imprescindible que todos rememos en la misma dirección y aboguemos por la responsabilidad compartida entre todos los agentes, incluyendo a las administraciones y ciudadanos. Todos tenemos un papel que jugar y confiamos en que esta nueva revisión regulatoria suponga un impulso en todos los sentidos.