Transfrutalla tiene actualmente 64 trabajadores y se dedica a la manipulación, comercialización y venta al por mayor de frutas, verduras y productos de cuarta gama. Su sede central está en Sanlúcar de Barrameda, cuenta con otros tres centros en Jerez, El Puerto de Santa María y Cádiz, y su negocio abarca las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, así como la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Al frente se encuentra Begoña Romero, que forma parte de la tercera generación de esta empresa familiar fundada en 1952: “En Transfrutalla llevo desde hace más de 25 años, durante los cuales he ocupado distintos puestos, hasta alcanzar la gerencia hace ya dieciséis años. Mi experiencia como gerente de una empresa familiar ha sido, en algunos momentos, como una montaña rusa, ya que me tocó liderar el cambio generacional, con las dificultades que esto conlleva al mezclarse familia y empresa”.
“A día de hoy, puedo decir que me siento orgullosa de la labor desarrollada, ya que hemos conseguido sobrevivir a ese cambio y además nuestra empresa ha crecido a pesar de todas las dificultades que todos conocemos de estos dos últimos años”, destaca.
Además del cambio generacional, como mencionaba, la directiva señala que otros retos a los que se ha enfrentado a lo largo de estos años son “la diversificación en la cartera de clientes, la apertura de otros centros de trabajo en la provincia, la digitalización de la gestión de la empresa, mantener nuestro sello de identidad de calidad y variedad en el producto y en el servicio que ofrecemos y sobrevivir a la época COVID19”.
Un dato crucial es que Transfrutalla se distingue por la amplia variedad y calidad de productos que ofrece: “En nuestros almacenes se puede encontrar frutas de cualquier parte del mundo”, asegura Begoña.
Esto hace que se trate de un negocio complejo, que requiere de “un control exhaustivo de la rotación de las existencias y la fidelización de una amplia cartera de proveedores de calidad que nos respalde”, explica.
En cuanto a cómo garantizan la calidad de sus productos, Begoña Romero apunta que los departamentos de compra y recepción “tienen que funcionar a la perfección, de tal manera que solo se dé entrada en el almacén a aquellos productos que reúnan todas las especificaciones registradas en compra: calibre, variedad, temperatura, origen, trazabilidad...”.
De cara a seguir avanzando, nos cuenta que están inmersos en un proyecto de mejora de procesos de las diferentes áreas de la empresa, que les permita afrontar con las mayores garantías posibles el futuro.
Begoña Romero es también vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Cádiz y presidenta del Consejo de Empresas Familiares de la patronal provincial, además de vocal de la Cámara de Comercio de Cádiz. Además, en 2021 fue galardonada con el Premio Empresaria del Año en Andalucía Occidental y Extremadura de CaixaBank.
En su opinión, las mujeres tienen una presencia cada vez más importante en el sector agroalimentario: “Es algo que me enorgullece porque siempre ha sido un sector en el que los puestos directivos y de gestión han estado a cargo de hombres”. Y, para que tuvieran aún más presencia, tiene claro lo que hace falta: “Sin duda, más oportunidades de demostrar hasta dónde podemos llegar”.
Reconoce que se ha encontrado alguna barrera en su carrera por ser mujer, pero le busca el lado positivo: “Me han hecho más fuerte”, afirma, y agrega que “en Transfrutalla no se promueve la discriminación positiva, valoramos a las personas. La idoneidad para cualquier puesto no depende del sexo sino de la valía de los candidatos”.