Beatriz Fernández, Responsable de I+D y Calidad de FRIALTEC
Doctora en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (UAM-CSIC)
Actualmente los consumidores han modificado sus preferencias respecto a la calidad y a la seguridad alimentaria. Esto supone un verdadero desafío para todos los actores de la industria alimentaria, en el sentido de que deben incorporar atributos de calidad en su producción, y diseñar estrategias de diferenciación de productos, con el objetivo no sólo de que estos productos respeten las normativas obligatorias, sino que, además, cumplan las expectativas de los consumidores.
Como doctora en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (UAM-CSIC) y responsable de I+D y Calidad de FRIALTEC, centro avanzado español de investigación y desarrollo alimentario, que diseña y desarrolla productos alimenticios enriquecidos de última generación, puedo afirmar que los compradores exigen cada vez más información sobre los productos que consumen. Esto hace que la industria alimentaria deba adaptarse, evolucionar, prestar atención a las tendencias del sector e intensificar sus esfuerzos para mejorar la calidad de sus productos.
En 1998 Hooker y Caswell identificaron cinco grupos principales de atributos de calidad de los alimentos para el consumidor, que creo conveniente destacar: En primer lugar, hablamos de la seguridad alimentaria como el atributo más importante y que hace referencia a la inocuidad de los alimentos: han de estar libres de patógenos, contaminantes químicos, aditivos alimentarios prohibidos o en dosis más elevadas a las permitidas.
En este sentido, la seguridad alimentaria de los productos VIDALIM®, complementos alimenticios basados en omega 3 DHA de microalgas, es una exigencia que se inicia desde la selección de las materias primas que empleamos en nuestros complementos de omega 3, y continúa durante todas las fases hasta alcanzar el producto final. Un buen ejemplo de ello es que, la fuente de omega 3 seleccionada es un aceite de microalgas, que nos asegura un producto libre de metales pesados y microplásticos, al obtenerse fuera del ambiente marino y por procesos medioambientalmente sostenibles. En dichos procesos de fabricación, contamos con los más elevados estándares de calidad acogidos a las normas alimentarias IFS o la BCR.
En segundo lugar, tenemos que poner el prisma también en las propiedades nutricionales, que se califican como atributos tales como las calorías, el contenido en grasas, azúcares, fibra, sal, vitaminas, minerales, etc.
Los diversos complementos basados en omega 3 DHA de microalgas que desarrollamos presentan propiedades nutricionales excelentes, ya que nos apoyamos en bases científicas para conocer las dosis óptimas de cada componente, y así obtener el mayor beneficio para la salud de la población.
No podemos olvidarnos de los conocidos atributos de valor, que incluyen ciertas características fundamentales para el consumidor, como por ejemplo la pureza de los componentes, el tamaño, la apariencia, la conveniencia o la comodidad de la preparación del alimento o el sabor.
Nuestros complementos alimenticios Vidalim Aurum y Vidalim Kids presentan un atributo de valor único, que es su forma de consumo. Y es que ambos se presentan en sobres monodosis con aceite de oliva, de manera que pueden incluirse en cualquier plato. Son los únicos complementos de omega 3 en este formato cómodo y sencillo que permite ingerirlo sin tragar cápsulas y pastillas, evitando la sensación de medicación y proporcionando una experiencia gastronómica única al añadirlo a la rutina de alimentación.
Otro atributo de valor que el consumidor aprecia en nuestro producto es que la fuente del omega 3 que se emplea son microalgas marinas, calificadas como la principal fuente de alimento de todas las cadenas alimentarias marinas y de agua dulce. Podría decirse que son el origen del DHA y el EPA en nuestros mares. De esta forma, obtenemos el omega 3 de la fuente original sin los peces como intermediarios, que además de ingerir su alimento, ingieren compuestos tóxicos como por ejemplo el mercurio que finalmente se acumula en nuestro organismo.
Además, en la nueva gama de productos de omega 3 de microalgas en cápsulas, hemos decidido aportar atributos de valor al emplear cápsulas blandas de origen vegetal, consiguiendo que el cliente de VIDALIM® siempre tenga la oportunidad de comprar productos con un valor añadido.
El empaquetado, por otro lado, es la cualidad que englobaría atributos aportados por los materiales de acondicionamiento primario o secundario, y el etiquetado o cualquier otra información al consumidor final.
Si hablamos de los complementos de omega 3 Vidalim Aurum y Vidalim Kids, podemos decir que su envasado en sobres monodosis con nitrógeno hace que se conserven de manera óptima los ácidos grasos omega 3, y se evita su oxidación y así mantienen sus propiedades beneficiosas en el tiempo.
Para finalizar, uno de los cambios más importantes del sector y de los consumidores, se relaciona con los atributos de proceso, entre los que encontramos el bienestar animal, el impacto medioambiental o la tecnología aplicada al proceso de producción.
En los procesos productivos de FRIALTEC buscamos disminuir el impacto medioambiental y emplear fuentes de origen vegetal, siempre que sea posible. Por ello, como hemos adelantado anteriormente, el omega 3 DHA de VIDALIM lo producen las microalgas marinas Schizochytrium sp. en biorreactores con condiciones controladas de temperatura, luz y dióxido de carbono. Estas microalgas generan grasas en su interior que contienen el DHA. De esta forma, se obtiene un aceite de microalgas rico en ácidos grasos omega 3 DHA y otros compuestos bioactivos, con un impacto medioambiental mínimo.
Como hemos podido comprobar la calidad alimentaria aúna muchos aspectos y, para FRIALTEC, el hecho de aportar cada uno de esos atributos de calidad a nuestros productos, es una máxima que perseguimos para obtener complementos alimenticios seguros, nutricionalmente completos y eficaces que aporten valores añadidos a nuestros consumidores.