Francisco Aranda, presidente de UNO Logística
Revista Alimentaria.- Lleva al frente de UNO Logística desde 2019. ¿Qué valoración hace de este periodo?
Francisco Aranda.- Para mí es un gran honor representar los valores de UNO, que tan importante labor lleva a cabo para luchar por los legítimos intereses de las empresas de logística y transporte. Verdaderamente está siendo una época desafiante, pues desde el estallido de la pandemia el sector ha tenido que hacer frente de manera muy rápida a situaciones muy complejas que, sin embargo, han hecho que se nos sitúe en el mapa como un sector esencial para la sociedad y estratégico para la economía. Gracias a nuestro excepcional capital humano y a la capacidad de innovación de las empresas, hemos salido fortalecidos de cada uno de los retos que se nos han ido poniendo por delante, en un ejemplo de adaptabilidad y capacidad de trabajo. En este momento, la logística ha dejado de ser una commodity y es ya competitividad para las empresas.
R. A.- ¿Cuándo nace UNO Logística y cuáles son sus objetivos?
F. A.- UNO nace el 14 de julio de 2011 de la fusión de varias organizaciones empresariales y es la patronal más influyente del sector gracias a la enorme relevancia de sus asociados. Nuestra misión es representar al sector ante las diferentes administraciones públicas, instituciones y sindicatos. Los principales objetivos que nos mueven son convertir a España en un hub intercontinental de logística, impulsar la competitividad de las empresas del sector y favorecer el impulso de políticas que faciliten la creación de riqueza y empleo de nuestra actividad en un marco de seguridad jurídica y libre competencia.
R. A.- ¿Qué empresas pueden formar parte de UNO?
F. A.- UNO representa los intereses de las empresas que diseñan, organizan, gestionan y controlan los procesos de una o varias fases de la cadena de suministro: operadores logísticos, empresas de paquetería, courier nacionales e internacionales, transporte por carretera, almacenaje, distribución, empaquetado final, carga aérea, marítimo, distribución urbana de mercancías, departamentos de logística de fabricantes y distribuidores. También contamos con socios colaboradores que son partners de nuestras empresas y que apoyan realmente el avance del sector.
R. A.- Uno de sus ejes es la formación. ¿Qué tipo de cursos y eventos ofrecen a sus asociados?
F. A.- Desde UNO estamos convencidos de que la formación con valor añadido real es siempre una inversión y una palanca imprescindible para el desarrollo del sector, pues impulsa la competitividad de nuestras empresas y ayuda a la generación de riqueza y empleo. Por este motivo, desarrollamos distintos cursos y seminarios, sin coste para los alumnos, en materia de digitalización, nuevas tecnologías, liderazgo herramientas de gestión. Pero siempre desde un punto de vista práctico, es decir, no podemos hacer perder el tiempo a nuestros alumnos hablando de generalidades. Además, ponemos a disposición de las empresas el ya prestigioso Máster Executive en Dirección y Gestión Logística de UNO, y la Escuela de Repartidores Premium de UNO.
R. A.- En cuanto al CITET, ¿qué papel tiene UNO en este centro tecnológico y qué proyectos tiene en marcha?
F. A.- CITET es el centro de innovación para la logística y el transporte de UNO. Esta organización fue creada por UNO en 2008, cuando nuestras empresas ya preveían que el futuro de nuestro sector pasaba por el desarrollo y la aplicación de las nuevas tecnologías. Desde la creación de este espacio, hemos impulsado múltiples proyectos, entre los que se encuentra uno para el reparto con drones en zonas rurales y de difícil acceso, un mapa de startups que ofrecen tecnologías aplicables a nuestro sector o el impulso de un proyecto sobre los llamados microhubs en las ciudades.
R. A.- Este año ha estado marcado por la guerra en Ucrania. ¿Cómo afecta al sector de la logística y qué perspectivas tenemos para los próximos meses?
F. A.- El estallido del conflicto bélico a las puertas de Europa ha sido uno de los grandes retos para el sector durante este año, como en su día lo fuera la pandemia o incluso el temporal Filomena, porque son eventualidades que tensionan y ponen en peligro el funcionamiento de la cadena de suministro. A esta circunstancia, se le han sumado otras situaciones coyunturales como la congestión de los puertos en China, o el incremento desbocado del precio de la energía y los combustibles, que a su vez han alimentado la espiral inflacionista en la que nos encontramos. Desde UNO, pronosticamos una complicada situación que se alargará hasta bien comenzado 2023 y que requerirá de la ayuda e implicación real de las administraciones públicas. Esta situación complica el acceso a determinados productos y materias primas, por lo que se hace necesario replanificar cadenas de suministro y cambiar los procesos para abandonar el just-in-time para migrar al just-in-case.
R. A.- Uno de los retos más importantes que tiene por delante la logística es avanzar hacia la sostenibilidad medioambiental. ¿Cómo es su trabajo en este sentido?
F. A.- Nuestro sector es plenamente consciente de su responsabilidad medioambiental y, cada vez más, las acciones de las empresas se orientan en esta dirección. Desde UNO, el principal objetivo en esta materia es que se produzca una transición ordenada y los objetivos sean realistas. Para eso es fundamental que se escuche a las empresas, que son las primeras en querer avanzar hacia la descarbonización y los ODS. Por este motivo, nos reunimos con diferentes AAPP para trasladarles la realidad del mercado, las tecnologías que están accesibles y sus costes. En cualquier caso, en esa transición echamos en falta mayor seguridad jurídica y apoyo económico.
R. A.- ¿Cómo de cerca estamos de poder utilizar de forma habitual combustibles alternativos a los fósiles?
F. A.- Desde UNO Logística creemos en el principio de neutralidad energética. Debemos avanzar hacia una transición eficaz, inclusiva y justa, que permita descarbonizar sin arruinar a las empresas y destruir empleos y en la que se pueda elegir la energía más competitiva en cada momento y para cada modo. A este respecto, creemos que los biocombustibles son una solución muy válida en un periodo de transición e incertidumbre como el que nos encontramos, pues es una alternativa eficiente, entre otros motivos porque no requiere inversión, lo cual implica relajar un poco la tensionada tesorería de las empresas. Por otra parte, este tipo de combustible bio tiene la misma densidad energética y los vehículos no pierden potencia, por tanto, tampoco dejaríamos de ser eficientes o se alargarían los tiempos de entrega.
R. A.- ¿Qué reclamaciones hacen desde la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, de la que UNO Logística forma parte?
F. A.- Como miembros de dicha plataforma, nos sumamos a las demandas de empresarios de numerosos sectores y solicitamos al Gobierno y a la UE que incentive el uso de los combustibles bio para facilitar la transición energética en la que estamos inmersos. El regulador tiene que estar en el mismo mundo que los regulados. La reciente prohibición de Europa a vender vehículos de combustión a partir de 2035, sin tener en cuenta que esta podría ser una alternativa eficaz para alcanzar la descarbonización en un plazo razonable, pone en riesgo millones de empleos y amplios sectores de la economía especialmente a las pymes.
R. A.- En cuanto a la intermodalidad, ¿qué medidas serían necesarias para poder avanzar en su implantación?
F. A.- En el futuro no entenderemos el término logística integral sin la intermodalidad, por los numerosos beneficios que aporta, como reducir los recursos necesarios para la manipulación de mercancías, una mayor eficiencia e, incluso, facilitar un menor intrusismo en el medio ambiente. Sin embargo, para avanzar en su implantación es imperativo hacer una importante inversión en infraestructuras desde el punto de vista operativo. Tenemos un retraso especialmente importante con respecto a Europa en el uso del ferrocarril.
R. A.- Por lo que se refiere a la digitalización, ¿cómo está afrontando el sector su transformación?
F. A.- Desde el estallido de la pandemia, nuestro sector se ha visto obligado a trabajar en un contexto de constante incertidumbre. Esta situación ha llevado a nuestras empresas a replanificar constantemente sus procesos y a predecir con la mayor exactitud posible los niveles de demanda. Esto ha acelerado de forma notable la transformación en la que ya estábamos inmersos, convirtiendo la digitalización en una necesidad. Somos ya empresas tecnológicas que ofrecemos un servicio logístico de gestión global de la cadena de suministro, algo impensable hace unos años. En nuestro sector son ya habituales conceptos como el big data, robotización, machine learning, RPA o IoT, entre otros.
En todo este proceso nuestra organización ha asumido un papel muy importante que se concreta, por ejemplo, en dos importantes informes sobre herramientas digitales y su aplicación a nuestros procesos que están en los principales despachos del sector y que incluso nos han solicitado fuera de España porque son una eficaz herramienta de gestión.
R. A.- ¿En qué estado se encuentra el comercio electrónico actualmente? ¿Se espera que el ecommerce siga creciendo en los próximos años?
F. A.- El despunte definitivo del comercio electrónico fue otro de los fenómenos derivados de la pandemia, con el surgimiento de nuevos hábitos de consumo y el auge de perfiles de consumidores digitales. Todo ello está suponiendo una revolución para el sector, desde donde trabajamos contrarreloj para ser partícipes de la configuración de las ciudades del futuro, que serán un centro de trabajo intensivo de nuestras empresas.
A pesar de que en este último trimestre del año caerán las ventas online, con respecto al año pasado, por la complicada situación inflacionista, esperamos que el ecommerce siga creciendo en el largo plazo y, por tanto, contribuyendo a la creación de riqueza y empleo.
R. A.- Estamos justo en plena celebración del Black Friday, que cada año cobra mayor importancia. ¿Cómo ha sido la evolución de esta fecha y qué retos supone para el sector?
F. A.- Durante el último trimestre del año, con las campañas de Black Friday y Navidad, nuestras empresas se juegan una parte muy relevante de su cuenta de resultados. Se trata de una fecha clave que además se va haciendo extensiva cada vez a más sectores; hay muchos actores implicados en estas fechas, por lo que el reto es aún mayor. Sin embargo, nuestras empresas están ya muy preparadas para responder a estos picos de demanda, pues dedican muchos meses a prepararse para estas grandes campañas de ventas trabajando conjuntamente con los retailers. El uso de tecnologías predictivas, el trabajo conjunto entre todos los departamentos implicados, una comunicación permanente con el cliente y el desarrollo de una infraestructura preparada para soportar el imparable desarrollo del ecommerce son algunas de las claves del éxito de nuestro sector durante estas fechas.
R. A.- ¿Cómo se presentan las previsiones para el Black Friday de este año?
F. A.- Desde UNO adelantamos que las empresas de logística y transporte gestionarán un 5,3% menos de envíos que en 2021 para atender los picos de demanda que se registrarán durante el Black Friday y la campaña navideña. Concretamente, prevemos que durante este periodo se gestionen cerca de 100.300.000 envíos, una cifra más moderada que la registrada el pasado año (cuando se gestionaron un total 106 millones de envíos), debido a los problemas económicos a los que viene haciendo frente nuestro país durante el último año y que ha tenido como consecuencia una reducción del poder adquisitivo de las familias.
R. A.- ¿Qué medidas reclaman desde UNO para lograr una distribución urbana de mercancías más eficiente y llegar a las llamadas ‘ciudades inteligentes’?
F. A.- Los retos que plantea la Distribución Urbana de Mercancías están a la orden del día, y, de hecho, en UNO contamos con el Decálogo para la DUM que hemos comunicado a los alcaldes de las ciudades más relevantes, en el que se recogen las principales medidas que reclamamos a las administraciones públicas. Entre ellas destaca el desarrollo de normativas y ordenanzas supramunicipales de carácter armonizado; el incremento de la infraestructura de recarga pública de combustibles menos contaminantes; la mejora de las infraestructuras y usos de las zonas de carga y descarga y un mayor control de las mismas; la facilitación y regulación de la DUM en horarios no convencionales; el mayor uso de las nuevas tecnologías, o el desarrollo de un calendario de restricciones a vehículos realista y alcanzable por las empresas.
R. A.- ¿Van a ayudar los Fondos Next Generation a que el sector de la logística siga innovando para afrontar sus retos?
F. A.- Lo harán siempre y cuando lleguen de verdad a las empresas y se facilite el acceso ágil y transparente a los mismos, eliminando, por ejemplo, las numerosas trabas burocráticas. Estos recursos son clave para acometer cambios estructurales como la digitalización o el desarrollo de la green logistics, con la que seguir impulsando nuestra actividad en un marco de sostenibilidad económica y respeto al medio ambiente.
R. A.- A nivel laboral, acabamos de presenciar que la convocatoria de huelga de transportes ha finalizado sin apenas seguimiento. ¿Qué valoración hace de esta situación?
F. A.- Afortunadamente, ha tenido un impacto mínimo en el desarrollo de la cadena de suministro. Desde la patronal UNO celebramos la rápida suspensión de este paro que calificamos desde un primer momento de irresponsable, por llegar en un momento crítico del año para nuestras empresas y para la economía en general. Además, aplaudimos que las empresas pudiéramos ejercer el legítimo derecho a trabajar con todas las garantías.
R. A.- Para finalizar, ¿cuáles son los retos que tiene UNO Logística de cara a los próximos meses?
F. A.- Desde UNO seguiremos trabajando en la defensa de los intereses de las empresas del sector logístico y el transporte agrupados en la patronal ante las administraciones públicas, ejerciendo influencia legislativa, promoviendo cambios normativos que impulsen el desarrollo y la competitividad del sector, garantizando la colaboración público-privada y negociando los convenios colectivos en sus diferentes ámbitos, entre otras muchas cuestiones. Todo ello fomentando el constante diálogo con el Gobierno Central, con las comunidades autónomas y con los principales ayuntamientos de España.
Por otro lado, ante el nuevo paradigma del comercio internacional queremos que España se convierta en un gran hub logístico intercontinental aprovechando nuestra posición geoestratégica entre Asia y Latam.