Hoy día, los consumidores pueden encontrar en el punto de venta una amplia variedad de sellos y certificados que garantizan diferentes aspectos relacionados con productos ecológicos, la salud, el medio ambiente, el origen o el bienestar animal. Sin duda, estas etiquetas se han convertido en una herramienta muy útil con las que el consumidor puede hacer sus elecciones de compra con un criterio.

Sin embargo, no todos los sellos o certificados tienen el mismo alcance, nivel de exigencia, ni pueden aportar las mismas garantías y fiabilidad al consumidor y esto hace que, si no conocemos bien hasta dónde llega cada uno y aprendemos a distinguirlos, lo que estaremos haciendo es aumentar el desconocimiento y la competencia desleal, algo que no nos conviene a ninguno.

¿En qué debemos fijarnos para tener la garantía de que un sello o certificado nos aporta un verdadero valor diferencial?

Como todo en la vida, existen diferentes niveles de exigencia y de garantías y fiabilidad. En las certificaciones ocurre igual. Podemos empezar por la menos exigente y fiable que sería una simple autodeclaración en la que el operador presenta una declaración que se autoimpone y en la que el control se basa en una autodeclaración o supervisión por parte del propio dueño de la marca.

A continuación, el siguiente nivel de exigencia es el que puede aportar una certificación, donde, además del productor interviene una segunda parte que es la entidad que certifica y supervisa.

Por último, en el extremo más exigente podemos encontrar las certificaciones acreditadas en las que una tercera parte adicional que debe ser una entidad externa e independiente, certifica a su vez que el proceso de certificación ha sido realizado adecuadamente y que ha sido realizado por parte de una entidad que cuenta con la competencia técnica adecuada para dicho proceso de certificación, garantizado de este modo la máxima fiabilidad posible y que la evaluación es realizada bajo los principios independencia, imparcialidad, transparencia y objetividad.

¿Qué es el sello B+ Compromiso Bienestar Animal y qué garantías aporta?

El bienestar animal es una preocupación de los consumidores europeos, pero también de los productores. Con la finalidad de poder contar con unos sellos identificativos que pudieran ofrecer las máximas garantías y fiabilidad a todos, el sector del ovino, caprino y vacuno de carne ha desarrollado unos esquemas de certificación acreditables por ENAC para cada una de las especies cárnicas y todas ellas se engloban bajo el sello B+ Compromiso Bienestar Animal.

¿Por qué el sello B+ Compromiso Bienestar Animal da respuesta a todos?

El Bienestar Animal es una preocupación de todos, de consumidores y de productores. No en vano, según el último Eurobarómetro, a más del 95 % de los europeos les preocupa la salud y el bienestar de los animales.

Al ser una certificación acreditable, el sello B+ Compromiso Bienestar Animal aporta a los consumidores la máxima fiabilidad y garantías de que los animales han sido criados con el máximo respeto y cuidados. Todo ello lo avalan los más de 80 parámetros con base científica que deben ser aprobados y certificados por un organismo externo técnicamente competente que luego tendrá que sufrir la certificación adicional por parte de ENAC para, de este modo, garantizar la fiabilidad de todo el proceso.

Pero el Bienestar de los Animales es también una preocupación vital de los más de 400.000 ganaderos de vacuno de carne de España y de ovino y caprino de España y Hungría, ya que, más allá de su empatía, en el bienestar de sus animales reside la clave de los beneficios de sus explotaciones, por lo que contar con una herramienta fiable y con base científica que les permita día a día controlar el bienestar, es algo absolutamente necesario para garantizar la máxima rentabilidad y buen funcionamiento. Es por ello que B+ Compromiso Bienestar Animal supone una herramienta de alto valor para la productividad y la rentabilidad de la granja.