Mediterránea, empresa española líder en servicios globales de restauración colectiva, ha elaborado el informe ‘Tendencias en la restauración colectiva 2023’. En él identifica las principales novedades con las que este sector buscará atraer más consumidores a lo largo de este año.
En primer lugar, el menú del día seguirá siendo una constante en el almuerzo de los españoles. A medida que se asienta el trabajo híbrido, este formato de alimentación recobrará fuerza. Sobre todo, en determinadas zonas de las ciudades como los distritos financieros y los espacios de negocios. Sin embargo, la clave ya no será tanto ‘cuánto se come’, sino ‘qué se come’. Esto implica reinventar el formato para priorizar calidad frente a la cantidad.
En esta línea, la restauración colectiva acentuará la evolución del menú tradicional con primer, segundo plato y postre hacia un modelo más orientado a combinaciones de nutrientes en un plato único o en menús que no respondan necesariamente al modelo clásico. Una tendencia que, en el caso de Mediterránea, se implementa de manera pionera desde hace tiempo. Así, fórmulas como los poke-bowls, los platos únicos o las ensaladas con toppings irán orientadas a permitir al usuario elegir de acuerdo con sus gustos, pero con combinaciones de proteínas, verduras e hidratos que resulten completas y saludables.
En general, se buscarán soluciones que aporten el valor nutricional necesario para reponer energías y volver al trabajo rápidamente, evitando las comidas copiosas y las digestiones pesadas. En definitiva, una reformulación del menú del día hacia un modelo más europeo.
La opción saludable, aún más presente
En línea con la preocupación ciudadana por fomentar más hábitos de vida saludable, los consumidores ya son conscientes de que comer más no necesariamente implica comer mejor. En este nuevo escenario, las opciones y platos de alimentación saludables cobrarán protagonismo en el almuerzo diario en sustitución de la comida rápida y del tradicional recalentado de ultraprocesados en el microondas.
En lo que respecta a los modelos alimenticios, la dieta mediterránea seguirá siendo la gran referencia. En este sentido, verduras y frutas, a las que hay que sumar los cereales integrales, tendrán cada vez más presencia en los menús, al igual que ocurrirá con todos aquellos alimentos que ofrecen una alta cantidad de proteínas, como es el caso de las legumbres. Asimismo, se incentivará el uso de productos frescos y de cercanía, a medida que decrece el peso que tienen las carnes rojas y los alimentos altamente calóricos.
La sostenibilidad como pilar para entender el negocio
La restauración hará más presente su compromiso con la sostenibilidad implementando opciones de consumo más respetuosas con el medioambiente. Veremos esfuerzos por la reducción del desperdicio y una mayor apuesta por proveedores de cercanía y productos de temporada. Sin embargo, lo más destacable es cómo esa apuesta se trasladará al cliente. No se tratará tanto de ser sostenible sino también de demostrárselo al comensal. Habrá un gran uso de formatos rellenables y de dispensación para bebidas, de cubiertos reutilizables, así como de recipientes biodegradables. Soluciones que convivirán con un menú que informará de las medidas de sostenibilidad llevadas a cabo por el restaurante y de la procedencia de las materias primas, con especial presencia de productos de origen natural y ecológico.
‘Take away’ y ‘delivery’, soluciones para llegar a todos los consumidores
El sector seguirá esforzándose por adaptar su actividad para llegar a cualquier tipo de consumidor, con independencia de dónde esté. Cada vez más empresas incorporarán los envíos a domicilio y la comida para llevar como fórmulas exitosas con las que atender a la demanda de un consumidor cuya alimentación responde también a nuevos momentos de consumo.
En ello, la innovación será una constante que permitirá abordar la restauración de forma más eficiente y aportando un mayor valor añadido al servicio. Un camino que iniciaron los códigos QR, las cartas online y las pantallas digitales y que proseguirá con la incorporación de otras tecnologías aún por desarrollar que harán que la experiencia del consumidor sea más personalizada.
Más allá del trato directo con el usuario, la tecnología también se incorporará en el resto de la cadena de valor de las compañías de restauración colectiva para facilitar el trabajo de los empleados. Desde los sistemas de trazabilidad que forman parte de los controles de seguridad alimentaria, pasando por la cadena de suministro y distribución, e incluyendo también las oficinas y almacenes. La innovación tecnológica será un gran aliado del sector a medida que efectúa su evolución hacia un futuro más saludable, sostenible y digital.