Anna Riera Smolinska | Communication Manager | Marine Biologist de Bodega Crusoe Treasure
En 2007, a raíz de los documentales de Cousteau, de los libros de Tintín (El Tesoro de Rackham el Rojo) y el descubrimiento de botellas en barcos hundidos que se habían recuperado y catado viendo que habían obtenido una evolución diferente de la que hubieran conseguido en tierra, Borja Saracho, emprendedor y amante del mar, le propuso a Joxean Sáez de Ocáriz, director general de Grupo Init, iniciar un estudio (no una bodega) para conocer la evolución del vino en el fondo del mar. Y así empezó todo en 2008.
Se realizaron inmersiones en distintos lugares donde se habían encontrado botellas para ser luego subastadas, al objeto de ver las condiciones que allí se daban. Se creó una tabla estadística de las condiciones de cada punto. Y se trató de localizar un lugar que reuniese esas condiciones lo más próximo a Bilbao. Tras bucear en distintos lugares, se vio que la Bahía de Plentzia, un lugar precioso, cercano a Bilbao y muy desconocido, era muy interesante para comenzar el estudio sobre la evolución de los vinos bajo el mar.
Se trataba de una ubicación con oleaje y temporales muy fuertes a lo largo del año, se decidió, tras conseguir el apoyo del Ayuntamiento de Plentzia, solicitar la concesión de fondo marino en una zona concreta de la Bahía de Plentzia. Una superficie de 500 metros cuadrados sometida a la influencia de las corrientes del mar y la Ría de Plentzia.
Tras conseguir los permisos, se instalaron dos primeras estructuras para albergar las botellas en su interior (agosto de 2010) junto a sensores y cámaras submarinas, que actuarían además como arrecife artificial. Se invitó a participar en el proyecto de estudio a todas las Denominaciones de Origen de España. Contestaron con interés 14 de ellas, que nos enviaron vino de 27 bodegas en total. De estos vinos, se sumergieron todos, pero de cada referencia, se dejaban testigos en tierra para poder compararlos con los submarinos cada tres meses, en cata a ciegas por los propios enólogos y expertos. Y comenzaron a venir enólogos a Plentzia para catar los vinos.
En esta época de estudio tuvimos el honor de conocer a Antonio T. Palacios, gran maestro enólogo, director general del Laboratorio Excell Ibérica, el referente en análisis microbiológico y sensorial en España y actualmente nuestro enólogo. Inicialmente escéptico, pero luego sorprendido, decidió unirse al proyecto, y estudiar la evolución del vino bajo el mar, convirtiéndose en el primer experto de enología submarina a nivel mundial.
Después de los primeros años de estudio, en 2013, de la mano de Antonio T. Palacios, elaboramos dos primeros vinos, para ver el potencial comercial de los mismos. Creamos una marca basada en el concepto de tesoro: Bodega Crusoe Treasure. Estos primeros vinos ganaron dos premios internacionales: Challenge International du Vin en Burdeos y IWSC- International Wine & Spirit Competition en Londres, donde obtuvimos medalla de Plata y Bronce respectivamente.
Desde entonces, hemos seguido investigando: hemos estudiado cómo elaborar vinos espumosos, cómo tienen que ser las barricas para poder realizar todo el proceso de envejecimiento bajo el mar, cómo evolucionan los diferentes varietales bajo el mar, entre otros estudios. Todo ello ha hecho que a día de hoy contemos con una colección de 10 vinos diferentes (incluyendo blancos y tintos).
El estar bajo el mar, per se, ya es un escenario totalmente diferente al de una bodega tradicional. La profundidad, la oscuridad, la temperatura, la menor gravedad, la presión, las corrientes, las mareas… influyen directamente sobre el vino, al crear unas condiciones muy distintas a las existentes en tierra.
Los vinos ATESORADOS BAJO EL MAR, como denominamos a nuestro proceso, evolucionan en estas condiciones y consiguen su máxima expresión evolutiva.
El proceso de atesoramiento submarino consta de tres fases: la primera en el viñedo, en el que viticultores y enólogo, aseguran no sólo la transformación del mosto en un vino de calidad excepcional, sino que se busca los mejores varietales o mezclas que proporcionen un óptimo potencial de envejecimiento en el mar.
Nuestra uva proviene de viñedos boutique que nos permiten crear vinos excepcionales de producción limitada de viñas viejas, consiguiendo así el nivel de maduración de la uva y los niveles de concentración deseados para cumplir con los altos estándares de calidad de Crusoe Treasure. Esto es la base para que los vinos de Crusoe Treasure alcancen finalmente la máxima expresión evolutiva.
La segunda fase, la que más nos diferencia de una bodega tradicional, es la de atesoramiento submarino, que da nombre al proceso. Los vinos se sumergen en la bodega-arrecife artificial. Es un proceso natural, que no sólo optimiza las condiciones tradicionales de envejecimiento del vino, sino que, además, las lleva al siguiente nivel: oscuridad, presión, temperatura, ingravidez e incesante movimiento, son algunos de los factores que inciden en ello.
Cuando nuestro enólogo considera que el vino ha adquirido su momento óptimo de maduración, su máxima expresión evolutiva, se extrae del mar e inicia la tercera fase, de nuevo en tierra.
La experiencia de Crusoe Treasure en la elaboración de vinos y su refinado proceso de envejecimiento bajo el agua permiten alcanzar la máxima expresión evolutiva del vino, garantizando así auténticos tesoros para el paladar.
Todas y cada una de las botellas de vino de Crusoe Treasure son una obra de arte natural que cuenta una historia única sobre su viaje, ilustrada no sólo por las extraordinarias características del vino dentro de la botella, sino también por los distintos crustáceos adheridos a las propias botellas, que luego se envuelven en un lujoso envase inspirado en el mar y diseñado por el artista japonés de acuarela Yusei Nagashima. Cada especie representada en el envase representa una parte natural y viva del arrecife artificial que es la Bodega Submarina Crusoe Treasure, que actualmente cuenta con más de 1.500 especies diferentes.
Estos extraordinarios elementos se unen para recordarnos que, aunque estos tesoros enológicos envejecidos bajo el agua se disfrutarán principalmente en tierra, el mar ha dejado su huella única en todas y cada una de las botellas de Crusoe Treasure, para ser admiradas y disfrutadas.