En estas fechas navideñas, los turrones figuran entre los productos más tradicionales y consumidos en nuestro país. Sin embargo, desde COAG han denunciado, por un lado, que no siempre las materias primas que se utilizan en su elaboración proceden de España, y, por otro, que las subidas en los precios del producto final no se están reflejando en los precios que reciben almendricultores/as y apicultores/apicultoras.

Por ello hemos entrevistado a Javier Fatás, responsable de los sectores de la almendra y la miel en la Comisión Ejecutiva de COAG para que nos explique la situación que viven las principales materias primas, las almendras y la miel.

En el caso de los precios de las almendras, Fatás asegura que "mientras que los turrones que vemos en los lineales presentan unas subidas en su precio en torno al 10%, los precios recibidos por los productores de almendra registran una bajada en torno al 10% en almendra comuna, unas de las variedades más empleadas, y en torno al 5-6% en marcona y otras variedades también muy utilizadas en turrones y dulces de navidad. Además, hay que tener en cuenta que este año los costes de producción de estas materias primas han sido un 40% más altos, y que la producción de almendra ha bajado un 30% debido a las heladas tardías producidas en abril y al verano cálido y con sequía".
 
En el caso de los precios de la miel, la situación es similar, con una bajada del 10% también, y a esto se suma que "la demanda por parte de la industria está siendo muy baja", señala el experto de COAG.

En la entrevista también nos cuenta qué volumen representan las importaciones de almendras y miel, y hace hincapié en la falta de transparencia en el etiquetado relativa al origen de las materias primas empleadas en los turrones que compramos: "En muy pocos viene identificado el origen de estas almendras y de esta miel", advierte.

Javier Fatás nos explica las reivindicaciones que hacen desde COAG, cómo se está trabajando a nivel europeo respecto a esta cuestión y qué respuesta están obteniendo desde la industria y desde la Administración.

"Este etiquetado nos llevaría a un consumo más responsable", defiende, ya que estaríamos apostando por productos de proximidad, con valores de cercanía, calidad y sostenibilidad.