María Caridad García, CEO de Campomayor
Ubicada en el corazón de Galicia, en Palas de Rei (Lugo), Campomayor es una empresa familiar nacida en 1942, especializada en la producción y comercialización de huevos y ovoproductos. A lo largo de estos años ha ido avanzando con paso lento pero seguro en su objetivo de poner en valor el huevo de aldea, explorando sus amplísimas posibilidades, hasta convertirse en la compañía líder en innovación en torno a este alimento.
Su área de I+D+i, en colaboración con el CSIC, es una de las más creativas y potentes del sector: así, la marca es pionera en lanzar el huevo pasteurizado en Galicia y el huevo a baja temperatura, y cuenta con la revolucionaria patente de ovoproductos hidrolizados.
María Caridad García, perteneciente a la tercera generación de la familia fundadora, está al frente de este proyecto empresarial. Su abuelo, Manuel García Arias, creó la granja con unas 300 gallinas, y en 1950 su hijo Horacio García empezó a trabajar en el negocio familiar con solo 14 años. Tras el fallecimiento de su padre, Horacio toma las riendas y en 1982 se constituye Campomayor.
María Caridad trabajó en el sector bancario durante 20 años, pero siempre compaginó este empleo con el trabajo en Campomayor. Es en 2001 cuando se incorpora plenamente a la empresa familiar y asume su gerencia.
“El mayor reto a la hora de dar continuidad a la empresa familiar, sin duda, ha sido la responsabilidad de seguir con el legado de mi abuelo, y sobre todo de mi padre, que tanto trabajaron para poner en marcha Campomayor” —asegura—. “Desde pequeña aprendí de ellos la importancia del esfuerzo, el cuidado por los detalles y la valentía para Después, fuimos mi marido y yo los que hemos transmitido esos valores a nuestros hijos para que esa filosofía y espíritu continúen siendo la piedra angular de Campomayor”.
Como indicábamos, si algo caracteriza a Campomayor es la innovación, tal y como nos cuenta María Caridad García: “La apuesta constante por la innovación forma parte de nuestra esencia y de nuestro espíritu. Mi padre era un hombre emprendedor y con una gran iniciativa a la hora de apostar por nuevos retos ya en los años 70. Me crie en ese ambiente de inquietud por buscar nuevas ideas, en ese inconformismo y ganas de explorar siempre nuevos caminos, por lo que los pasos que se dan en Campomayor fueron y son, para nosotros, muy naturales”.
Así, Campomayor fue pionera en poner la fecha de consumo preferente en el huevo y de los primeros en certificar los centros de clasificación con la normativa IFS y en desarrollar los primeros huevos enriquecidos con Omega 3. Hoy en día, la empresa tiene una de las instalaciones más modernas de Europa.
En 2015, creó la primera y única planta de pasteurización de huevo de Galicia, en la que produce huevo entero, clara y yema líquida pasteurizados. Fue pionera en lanzar en España la referencia de huevo líquido pasteurizado con huevo ecológico y campero. Y en 2017, lanzó al mercado el huevo a baja temperatura estandarizado: se trata de un huevo de yema melosa y clara cuajada, que el consumidor solo tiene que regenerar térmicamente y ya está listo para consumir, con un sabor y una textura inimitables; este producto ya existía en la alta cocina, pero Campomayor ha logrado adaptarlo para que pueda disfrutarse también en el hogar, en pocos minutos, de forma limpia y sencilla. Este rompedor producto obtuvo cinco premios Innoval en Alimentaria 2018, algo insólito en la historia del evento, y los premios al mejor producto innovador de Salón Gourmets y de la feria HIP, ese mismo año.
Pero Campomayor no se detuvo ahí: a principios de 2018 se hizo con la patente de ovoproductos hidrolizados, un hito que permite obtener del huevo texturas que hasta ahora eran desconocidas en la gastronomía. “Siempre hemos tenido la convicción de que el huevo es una materia prima muy versátil con un sinfín de posibilidades (muchas de ellas no explotadas)” —explica la CEO de Campomayor—. “Analizando oportunidades, encontramos una noticia acerca de una patente desarrollada conjuntamente entre Marta Miguel (CIAL-CSIC) y el cocinero Mario Sandoval y decidimos ponernos en contacto con ellos porque consideramos que podía ser el punto de partida para llevar a otro nivel el huevo como materia prima. A día de hoy somos licenciatarios de la misma a nivel mundial en exclusiva”.
Los ovoproductos hidrolizados se obtienen tras tratar el huevo con una enzima. En el caso de la clara esta enzima rompe las proteínas de la clara en fragmentos de menor tamaño.
“Gracias a esta patente y a nuestro trabajo interno de I+D+i, en colaboración con el CSIC, la Universidad de Santiago de Compostela (USC), ainia y otros centros de investigación, hemos desarrollado diferentes preparados de clara de huevo que pueden ser empleados como ingredientes en la industria alimentaria” —añade García—. “Los preparados de clara Eggnergy Pro pueden mejorar el perfil nutricional de algunos productos alimenticios ya que se caracterizan por no tener grasas, hidratos de carbono ni azúcares, además de contener una proteína de alto valor biológico. A esto además le unimos la posibilidad de poder eliminar algún aditivo como emulgentes o espesantes”.
“Nuestro objetivo es seguir ahondando en la tecnología para poder aportar ingredientes diferenciales para la industria, tanto partiendo de la clara, como nos hemos centrado estos últimos años, como de la yema o del huevo completo”, comenta la responsable de la compañía.
Sobre la cuestión del liderazgo femenino, María Caridad afirma que “es una realidad que el sector agroalimentario ha estado históricamente capitaneado por hombres, pero actualmente la mujer está tomando un peso relevante. Ya no llama la atención ver a CEOs femeninas, y a los encuentros empresariales a los que acudimos, la mujer ya empieza a tener una importante representación. Creo que el cambio se está dando de manera lenta, pero sólida. Ahora, debemos lograr que las nuevas generaciones lo vean como algo normal y en lo que las niñas se puedan ver reflejadas. Tenemos que hacer un esfuerzo extra para ser ejemplo”.