Gema Prieto, gestora I+D en Vitartis
La Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León, Vitartis, trabaja en diversos proyectos para impulsar la digitalización del sector, una de las principales áreas de actuación de los últimos años, conscientes de la importancia que tiene para la competitividad y productividad de sus socios.
En concreto, desde el año 2006 ha puesto en marcha iniciativas en las que se han realizado diagnósticos y hojas de ruta para la implantación de tecnologías digitales; acciones de ‘benchmarking’ para conocer casos reales de implantación de estas tecnologías; programas para la aceleración colaborativa de proyectos, y proyectos colaborativos en tecnologías concretas, como por ejemplo el gemelo digital.
Como resultado, además de la creación de un ecosistema abierto de colaboración con expertos, plataformas y profesionales de las propias empresas socias, se han generado aprendizajes y se han detectado necesidades y oportunidades en las que seguir avanzando.
Estas experiencias han puesto de manifiesto la necesidad de que las empresas cuenten con un sistema de ciberseguridad robusto, que sirva como base para la implantación de otras tecnologías digitales con la suficiente fiabilidad y protección de los activos de la empresa, sus clientes y proveedores.
También se ha detectado, como una gran oportunidad, la aplicación de las tecnologías digitales en la optimización de la gestión de las tareas administrativas. Mientras que la robotización de procesos en las líneas de producción es de sobra conocido, no ocurre lo mismo con el funcionamiento administrativo.
Y es que las tecnologías de automatización de procesos de gestión (RPA) permiten robotizar procesos repetitivos como pueden ser los asociados a las áreas de gestión de compras y proveedores, calidad y recursos humanos, a través de la implantación de un robot software.
En este escenario, Vitartis lanzó el proyecto i-ARPA, que parte de la experiencia adquirida por la Asociación y sus socios a lo largo de los últimos años en los que ha trabajado en la mejora de la digitalización del sector.
El proyecto i-ARPA arrancó en marzo de 2021 —y ha finalizado justo un año después— con el objetivo de poner en marcha procesos de testado de tecnologías en ciberseguridad y en automatización de procesos de gestión (RPA), para conocer las barreras y el potencial de su implantación en las industrias alimentarias.
Para ello, el equipo de Sicasoft Solutions, colaborador técnico en el proyecto, seleccionó de entre las 14 candidaturas recibidas a las cinco empresas que presentaban el perfil más adecuado para cada una de las tecnologías.
El proceso de selección se llevó a cabo tras el análisis de un total de 15 factores. Entre ellos, los sistemas de seguridad perimetral y de copia de seguridad instalados en cada organización, la existencia o no de intercambio de información entre la red IT y la OT, los recursos destinados a la ejecución de tareas de administración repetitivas.
Las empresas seleccionadas para participar en el testado de las tecnologías fueron: Cárnicas Tabladillo y Grupo Yllera, para los proyectos piloto en el ámbito de la ciberseguridad; y Grupo Entrepinares, Huercasa 5ª Gama y Bodegas Familiares Matarromera, en la investigación de la aplicación de RPA en un determinado proceso de gestión.
En concreto, en materia de ciberseguridad se realizó un primer análisis de la situación de partida. Y, posteriormente, de acuerdo con el equipo de cada entidad, se definieron los retos prioritarios a abordar y el plan de acción para ello. Esta experiencia de trabajo directo con las empresas ha permitido identificar los puntos clave y las barreras más comunes en el sector para la implantación exitosa de tecnologías de ciberseguridad.
En cuanto a las barreras se refiere, cabe destacar algunas de tipo técnico, como la falta de inventariado de los dispositivos IT y OT de la entidad o la existencia de numerosas herramientas de gestión con limitaciones en la configuración.
También se han detectado otras de tipo organizacional, como la falta de un perfil técnico dedicado a ciberseguridad, así como el hecho de que este aspecto esté ausente de los planes estratégicos y la falta de concienciación del equipo humano sobre su importancia.
En cuanto a los tres pilotos en tecnologías RPA, se partió del análisis de entre tres y cinco procesos identificados inicialmente como robotizables en cada empresa, teniendo en cuenta una serie de parámetros como el grado de sistematización, si la entrada de información estaba suficientemente estructurada, la estabilidad del proceso a lo largo del tiempo y el ahorro en cuanto a tiempo de dedicación por parte del equipo.
Posteriormente, se seleccionaron los procesos a robotizar de áreas como la gestión de proveedores o la gestión de clientes.
Entre las conclusiones sobre la implantación de la tecnología RPA, se puede recalcar la necesidad de involucrar al conjunto de la organización para identificar los procesos con mayor potencial de robotización y de establecer reglas de negocio que contribuyan a su sistematización.
Una de las claves para lograr una implantación efectiva es la necesidad de que el primer proceso realizado sea exitoso, de forma que contribuya a minimizar la resistencia al cambio del equipo y a generar una dinámica corporativa que propicie la adopción de otras tecnologías digitales para seguir avanzando en la estrategia de transformación digital.
El proyecto ha sido cofinanciado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de la convocatoria de apoyo a Agrupaciones Empresariales Innovadoras de 2021.