El azúcar en general, y el de las bebidas azucaradas en particular, es un ingrediente polémico desde hace unos años, ya que su consumo excesivo se relaciona con un incremento del riesgo de obesidad. Sin embargo, su consumo también aporta energía a nuestro organismo. Como ha recordado la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) en la Asamblea celebrada esta mañana, atacar o prohibir el azúcar contradice el principio de que “no hay alimentos buenos ni malos sino dietas equilibradas o desequilibradas”, en torno al cual existe un amplio consenso científico. Por eso, la organización ha abogado por seguir consumiéndolo, eso sí, con moderación.

También ha reiterado su rechazo al impuesto a las bebidas azucaradas envasadas que entró en vigor el pasado 1 de mayo en Cataluña, por considerarlo "discriminatorio y meramente recaudatorio". Todas las organizaciones españolas de la cadena agroalimentaria, así como fabricantes y distribuidores, incluso organizaciones de consumidores, se han opuesto a este impuesto. El pasado 15 de noviembre anunciaron la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra el reglamento del impuesto catalán, y han solicitado al gobierno que presente un recurso de inconstitucionalidad contra el mismo.

Por otro lado, durante la Asamblea de ANFABRA también se ha hecho público un Informe Económico y Social sobre el sector de las bebidas refrescantes en España, presentado por Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Por su parte, Josep Puxeu, director general de la Asociación, ha declarado que “el sector destaca por su capacidad de innovación y lanzamiento de nuevos productos. Se pueden encontrar hasta 2.000 referencias en el mercado y se lanzan unas 150 novedades al año. La inversión en innovación está entre el 2 y el 4,5% de la facturación”.

El presidente de la Asociación, John Rigau, resaltó la importante contribución que hace el sector a la economía española. Así, durante 2016 la comercialización de refrescos en España aportó 3.806 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB), 71.190 empleos directos e indirectos y 1.415 millones de euros de contribución fiscal. Rigau hizo hincapié en que por cada empleo creado en la industria se generan otros siete de manera indirecta. Este efecto de arrastre se observa especialmente en la agricultura, con el aprovechamiento de materias primas como zumos y extractos y la remolacha.

Por último, los responsables de ANFABRA han comunicado que, coincidiendo con su 40 aniversario, la Asociación se ha dotado de nuevos Estatutos en los que destaca un esfuerzo especial para comunicar con transparencia y una apuesta decidida por la interlocución más activa con todos los públicos, en especial administraciones. “Esto es muy novedoso, ya que no conocemos otra organización de nuestras características que incluya en sus Estatutos la transparencia en las relaciones institucionales, por lo que nos adelantamos a la futura legislación española en esta materia”, apuntó Puxeu.

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