El Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha logrado las primeras puestas naturales y viables de la conocida lisa amarilla (Liza aurata) en las instalaciones del instituto en el Parque Científico Tecnológico Marino de Taliarte.
Este logro abre la puerta hacia un nuevo nicho de mercado de interés internacional y supone un paso adelante hacia la viabilidad de un acuicultivo sostenible de esta especie, de consumo ancestral en Canarias, asociado, en parte, a su presencia en los estanques de entrada de agua a las salinas insulares, y altamente apreciada por su calidad, su alto valor culinario y su exquisito sabor.
Los investigadores llevan cinco años trabajando en el cultivo de especies de mugílidos. Este tipo de especies, consideradas de bajo nivel trófico, permiten innovar en cultivos tanto en agua salada, como dulce y salobre, de forma integrada y multipropósito, a la vez que en nuevos procesos y productos de consumo.
Mientras, en el marco de los estudios desarrollados con peces omnívoros marinos, gracias a los permisos otorgados por la Consejería de Pesca del Gobierno Canario, en el año 2018 se realizaron capturas de dos especies –Chelon labrosus y Liza aurata– de distintos tamaños (desde 8 a 300 gramos), para su posterior aclimatado, con la finalidad de investigar en el manejo y desarrollo de su cultivo.
Los trabajos se han focalizado principalmente en la lisa amarilla (Liza aurata). Lidia Esther Robaina, investigadora principal de este proyecto, explica que han dedicado tres años de aclimatación, identificación individual de los animales mediante microchips y, una vez conseguida la relación de machos y hembras apropiados, los investigadores han trabajado en el seguimiento del desarrollo gonadal de la especie para definir la época de puesta en Canarias, lográndose, a finales de 2021, un total de nueve puestas naturales y viables en las instalaciones del IU-ECOAQUA.
“Las larvas obtenidas presentan una gran resistencia, un rápido crecimiento y una alta supervivencia bajo las condiciones estándar de cultivo desarrolladas por el GIA”, indica Robaina. Parte de las larvas obtenidas servirán para mejorar y optimizar el stock de especies en estudio, mientras que el resto están siendo utilizadas en el análisis del desarrollo ontogénico, así como en experiencias de manejo y primeras pruebas de nutrición específica. El futuro a corto plazo de los mugílidos se presenta ahora “muy prometedor”, asegura la investigadora, gracias al renovado interés en diferentes países de todo el mundo por incrementar su cultivo controlado.