Ante las afirmaciones realizadas por el ministro de Agricultura, Luis Planas, durante la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados, donde ha asegurado que “ASAJA no apoya la movilización del 21 de febrero”, esta Organización quiere negar la mayor y recuerda al ministro que todas las manifestaciones de los agricultores y ganaderos que se realicen de forma pacífica cuentan con el máximo respeto y apoyo de ASAJA, estén o no convocadas por esta Organización.

Los agricultores y ganaderos españoles tienen motivos de sobra para salir a las calles y a las carreteras y reivindicar las demandas que el campo necesita y que le han sido negadas hasta ahora. Para ASAJA todas las movilizaciones que se están llevando a cabo en defensa del sector agrario tienen nuestro apoyo y respeto, independientemente de las siglas y/o movimientos que las hayan convocado.

La inmensa mayoría de los actos de protesta que se vienen llevando a cabo a lo largo de las últimas semanas han sido legítimos, pacíficos y respetuosos y por eso han tenido la comprensión y el apoyo de la opinión pública.

ASAJA, en unidad de acción, con las organizaciones agrarias COAG y UPA, está llevando a cabo su propio calendario de movilizaciones que se desarrollan en todas las provincias y comunidades autónomas desde finales del mes de enero, en carreteras, puertos, calles y plazas de todo el país. El próximo 26 de febrero las tres organizaciones, ASAJA, COAG y UPA, llevarán a cabo una protesta en la capital de España, con amplia presencia de tractores y agricultores y ganaderos, para recordar a este Gobierno lo mucho que aún queda por hacer por el sector agrario.

En este sentido, ASAJA pide encarecidamente al ministro Planas “que deje de enredar y enfrentar a los agricultores de este país y se ponga a trabajar y a buscar soluciones a los muchos problemas que tiene este sector”.

Por su parte, el Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de España apoya a todos los productores socias y socios de sus cooperativas "que llevan dos semanas manifestándose por la situación del campo y que lo harán en todas las movilizaciones a nivel nacional, como ya lo vienen haciendo nuestras federaciones en las comunidades autónomas".

Aseguran que "este es el resultado de la imposición de políticas medioambientales sin contar con el sector, con desconocimiento de la realidad productiva, inaplicables, incoherentes con la realidad de los mercados y desdeñando su impacto social y económico en la mayoría de las explotaciones españolas y europeas. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivero, no ha recibido al sector en cinco años, y es la gran responsable en España de esta situación, porque de su ministerio dependen las políticas medioambientales, de agua y de energía. Las movilizaciones son el resultado de la pasividad de gran parte del Gobierno de España y de la actitud de la Comisión Europea. Ya habíamos advertido de la situación al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una carta enviada en diciembre del año pasado de la que no hemos obtenido ni sensibilidad ni respuesta por su parte".

Cooperativas Agro-alimentarias de España indica que "comprende todas reivindicaciones que se están manifestando, pero no va a aceptar propuestas que vayan en contra de sus cooperativas, porque esto es ir en contra de sus socios y socias productores, y añade: "No aceptamos una ley de la Cadena Alimentaria que no reconozca totalmente el modelo de empresa cooperativa y termina imponiéndole trabas en su funcionamiento interno y en el mercado. La rentabilidad del sector viene determinada por un mercado competitivo, europeo, abierto internacionalmente y donde además existe competencia desleal por la falta de reciprocidad con las importaciones. Aunque compartamos el objetivo de cambiar la cultura entre operadores, esta ley no conseguirá el objetivo de la rentabilidad de todas las explotaciones porque no estamos en una economía planificada".

Para finalizar, recuerdan que "no habrá transición medioambiental sin contar con el sector productor y sin rentabilidad. Y tampoco la habrá en España si no afrontamos seriamente el grave problema del agua, del relevo generacional, la falta de trabajadores y la presión de normativa laboral que estamos sufriendo, y sin hacer un esfuerzo por mantener un seguro agrario a la altura de las circunstancias".