Desde Bruselas: desarrollan un modelo del suelo necesario para el consumo de la UE
Centro Común de Investigación (CCI)
4 de septiembre, 2024
Reelabora los datos comerciales para asignar un producto importado al país donde se utilizaron tierras agrícolas o forestales para producirlo
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La gestión sostenible de la tierra es clave para combatir la pérdida de biodiversidad como resultado de las actividades humanas. Para investigar la relación entre el consumo de la UE y el uso de la tierra, el Centro Común de Investigación (CCI), en colaboración con Eurostat, desarrolló un modelo que proporciona estimaciones anuales de la huella territorial de la UE (es decir, la superficie de tierra necesaria para producir los productos que consumimos).
El modelo considera tres tipos de tierra: tierras de cultivo, pastizales y tierras forestales (utilizadas para producir productos de madera). Representa la tierra utilizada internamente en la UE y la tierra utilizada fuera de la UE para cultivar productos importados. Para modelar el componente comercial, se analizaron individualmente más de 500 productos alimenticios y de origen biológico. El modelo reelabora los datos comerciales para asignar correctamente un producto importado al país donde se utilizaron tierras agrícolas o forestales para producirlo. Por ejemplo, las tierras de cultivo incluidas en las importaciones de chocolate de Suiza a la UE y consumidas en la UE se asignan a los países donde se cultivó originalmente el cacao.
¿Cuánta tierra se necesita para sostener el consumo de la UE?
El modelo estima que de 2014 a 2021, la UE fue un importador neto de tierras de cultivo (utilizadas para cultivar productos consumidos en la UE) y un exportador neto de pastizales (utilizados para cultivar productos consumidos fuera de la UE). En el caso de las tierras forestales, el comercio neto fluctúa anualmente: las importaciones y exportaciones están en el mismo rango; algunos años los primeros son más grandes, otros los segundos.
En 2021, la UE importó tierras de cultivo de 50 millones de hectáreas (ha), aproximadamente el tamaño de España, y exportó tierras de cultivo de 28 millones de hectáreas (aproximadamente la mitad de las importaciones). Su uso interno de tierras de cultivo (medido en términos de área cosechada) fue igual a 94 millones de hectáreas. Los principales países de donde la UE importó tierras de cultivo fueron Argentina, Brasil y Ucrania. Los principales productos producidos en estas tierras de cultivo eran aceites vegetales (por ejemplo, aceite de palma y aceite de semilla de girasol), cultivos de semillas oleaginosas (por ejemplo, colza y soja) y residuos de industrias alimentarias, como tortas oleaginosas (principalmente para ser utilizadas como alimento para animales).
El modelo estima que el ciudadano medio de la UE utilizó 0,26 ha de tierras de cultivo en 2021 para satisfacer sus necesidades de consumo anual de alimentos y otros productos de base biológica (por ejemplo, ganado, aceites o algodón). En comparación, el ciudadano global medio utilizó alrededor de 0,19 ha en el mismo año.
En 2021, el uso de tierras de cultivo por parte de la UE también estuvo ligeramente por encima del límite de 0,25 ha de tierras de cultivo por ciudadano del mundo, establecido por el marco de Límites Planetarios, que se fijó para evitar el riesgo de daños irreversibles al planeta.
¿Cómo se utilizan los resultados del modelo?
Las estimaciones de la huella territorial están disponibles en la base de datos en línea de Eurostat y enriquecen la cartera de estadísticas y cuentas de Eurostat sobre el medio ambiente. Además, ayudan a proporcionar información sobre los impulsores, las presiones y los impactos de nuestras sociedades en el medio ambiente. Eurostat utiliza además las estimaciones de la huella terrestre para monitorizar el progreso de la UE hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible y estimar los efectos indirectos del consumo de la UE.
Este modelo también se utilizará en combinación con otros modelos que actualmente está desarrollando el CCI en el contexto de la deforestación. Estos nuevos modelos evaluarán la deforestación potencial causada por bienes importados seleccionados y monitorearán la deforestación potencial causada por el sistema alimentario de la UE.
Además, el modelo puede ayudar a identificar estrategias para reducir el impacto ambiental del consumo de la UE, como una mayor circularidad y eficiencia de las cadenas de suministro, reducción del desperdicio de alimentos y cambios dietéticos.
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