^{Sandra Gallina}

^{Directora General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea}

La simplificación es una de las principales prioridades de este mandato de la Comisión Europea. Queremos garantizar que el marco regulador de Europa apoya más a nuestras empresas y a nuestros productores, en aras de una mayor competitividad, sostenibilidad y resiliencia europeas. El sector agroalimentario es uno de los ámbitos clave en los que nos hemos centrado en nuestros esfuerzos de simplificación, dada su importancia tanto para nuestra sociedad como para nuestra economía. En este sentido, el 16 de diciembre el comisario Várhelyi presentó un paquete de medidas para racionalizar y simplificar la legislación de la UE en materia de seguridad de los alimentos y de los piensos. El paquete es un resultado fundamental de la «Visión para la Agricultura y la Alimentación», presentada por la Comisión en febrero de 2025.

Al centro de este paquete de simplificación se encuentra nuestro compromiso inquebrantable de apoyar a los agricultores y las empresas europeos, en particular a las pequeñas y medianas empresas, que constituyen la columna vertebral de nuestra economía. Queremos facilitarles las cosas, sin comprometer las estrictas normas de seguridad de los alimentos y los piensos de la UE ni la protección de la salud humana, animal o medioambiental. Las simplificaciones liberarán los recursos de los Estados miembros para controlar las zonas de mayor riesgo y mejorarán la previsibilidad para los agricultores y los operadores económicos. También mejorarán la competitividad y la resiliencia de los sistemas de alimentos y piensos de la UE, mediante la creación de un marco jurídico más ágil que permita a los operadores adaptarse, innovar, invertir y crecer.

¿Qué implicaciones tiene realmente la propuesta del paquete? Propone facilitar y acelerar el acceso al mercado de las sustancias activas de control biológico, tal como se indica en la Visión para la Agricultura y la Alimentación. Las sustancias de control biológico tienen el claro potencial de ser menos tóxicas que los plaguicidas convencionales, plantean un menor riesgo para la salud humana y el medio ambiente y son un componente clave de la agricultura sostenible. Con unas normas más eficientes para los plaguicidas convencionales —que permitan un enfoque más específico y ágil para su evaluación, al tiempo que se mantienen las estrictas normas de seguridad vigentes en la UE— se liberarán recursos para la evaluación más rápida de las sustancias activas de control biológico y de los productos que las contienen, lo que permitirá que lleguen al mercado más rápidamente. Esto ayudará a los agricultores, que contarán con más herramientas para luchar contra las plagas que amenazan sus cultivos.

Además, el paquete elimina los requisitos de renovación para la autorización de aditivos para piensos, salvo en el caso de las sustancias de mayor riesgo, y simplifica el proceso de modificación de las autorizaciones existentes. La propuesta también armonizará las normas de etiquetado de los aditivos para piensos con las de las materias primas para piensos y los piensos compuestos, eliminando incoherencias y reduciendo la carga adicional. Por último, la propuesta permitirá proporcionar cierta información no relacionada con la seguridad a través del etiquetado digital, en lugar de en la etiqueta física. Esto facilitará a las empresas la actualización de dicha información cuando sea necesario y reducirá los costes y la carga que supone cambiar con frecuencia las etiquetas físicas.

Todas estas medidas están concebidas para beneficiar al sector agroalimentario europeo, ya que los cambios que proponemos ahorrarán una cantidad significativa de tiempo y dinero. De hecho, este paquete supondrá un ahorro de costes de 1.000 millones de euros anuales en total a partir de 2029, ya que las simplificaciones propuestas podrían ahorrar a las empresas de la UE más de 428 millones de euros al año, y a las administraciones nacionales unos 661 millones de euros. Así pues, se espera que las medidas propuestas aporten alrededor de 2.000 millones de euros entre 2027 y 2029 tanto para las empresas como para las autoridades públicas. Para el período de 2027 a 2034, esperamos un ahorro de costes de 3.200 millones para las empresas y habrá una reducción acumulada de unos 4.600 millones de euros en costes administrativos para las administraciones nacionales y de la UE. Estos ahorros proceden de la reducción de la carga administrativa y de los costes de cumplimiento, de un entorno más favorable a la innovación, de un acceso más rápido al mercado y de posibles nuevas oportunidades de mercado para determinados productos. Las simplificaciones serán especialmente útiles para las pequeñas y medianas empresas.

La propuesta legislativa se remitirá ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción, donde esperamos un acuerdo rápido. Creo que la propuesta supondrá una diferencia sustancial para amplios sectores de nuestro valioso sector agroalimentario, salvaguardando al mismo tiempo las estrictas normas de seguridad alimentaria de la UE en las que tanto confían nuestros ciudadanos.