Desde Bruselas: Las tierras cultivables son vulnerables a la erosión del suelo en toda Europa
Irene Quintela / Bruselas
2 de noviembre, 2022
Primera evaluación a escala europea de la amenaza del agua, viento, labranza y cosecha para revelar el impacto acumulativo en la tierra cultivable
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Una evaluación europea muestra la vulnerabilidad de las tierras cultivables a la erosión del suelo motivada por el agua, el viento, la labranza y la cosecha. Se trata de una base para desarrollar un sistema integral de monitoreo de la salud del suelo. El análisis, llevado a cabo por científicos del CCI (Centro Común de Investigación) y el Grupo de Trabajo sobre Erosión del Suelo del Observatorio del Suelo de la UE, ha sido publicado por Nature Sustainability.
Según el estudio, 43 millones de hectáreas de los 110 de tierras cultivables con que cuentan la UE y el Reino Unido son vulnerables a un único impulsor de la erosión; 15,6 millones lo son a dos impulsores, y 810.000 hectáreas lo son a tres o más de tres.
En todo el mundo existen muy pocos programas nacionales de estudio de la erosión del suelo, como el Estudio Cooperativo Nacional de los Estados Unidos y el Programa Nacional de Estudios Generales de China sobre la Conservación del Suelo y el Agua. En la UE, Land Use/Cover Area Survey (LUCAS) es el sistema de monitoreo de suelo que recopila datos sobre la erosión de barrancos. El conjunto de predicciones usadas en este análisis sirve como base para desarrollar una red de monitoreo estratificada eficiente e informar de estrategias de mitigación específicas en el marco de la Política Agrícola Común 2023-2027.
El enfoque multimodelo proporciona estimaciones del desplazamiento bruto del suelo. En cuanto a los procesos individuales, el desplazamiento del suelo por erosión hídrica es predominante, tanto de forma cuantitativa (51% del desplazamiento total) como espacial (57% del área total).
La erosión provocada por la labranza es el segundo mayor impulsor del desplazamiento del suelo, suponiendo el 36% del total, seguida de la erosión eólica y la cosecha de cultivos, que representan el 10% y el 2,7% respectivamente.
¿Qué rol juega el suelo?
Un suelo sano es la base de la agricultura y el funcionamiento de los ecosistemas. Los cambios en la calidad del suelo afectan a la provisión de alimentos, el suministro y la regulación del agua y el secuestro de carbono. Un buen suelo es un importante acervo genético microbiano del que extraemos recursos biomédicos: una menor calidad del suelo pone en tela de juicio este proceso.
La erosión del suelo es una seria amenaza para sus funciones, que conduce a la disminución de la productividad de la tierra y origina múltiples efectos. No solo reduce la estabilidad del suelo, sino que también altera sus estructuras, impide su biología, reduce la capacidad de retención de agua, conduce a una pérdida de nutrientes y, potencialmente, reduce las reservas de carbono orgánico del suelo, por lo tanto, perjudica a todas sus funciones principales, no solo su productividad.
La naturaleza efímera de la erosión hace que la predicción y el monitoreo para permitir una evaluación de riesgos adecuada sea bastante desafiante. El nuevo análisis utiliza una combinación de modelos para presentar una evaluación novedosa de la distribución espacial de la amenaza combinada de cuatro procesos de erosión del suelo (agua, viento, labranza y cosecha) en tierras cultivables en Europa.
Impacto de las políticas de conservación del suelo en la UE
El estudio destaca las acciones para reducir la erosión, como el aumento de la cubierta vegetal en tierras cultivables durante todo el año y la reducción de la intensidad de la labranza. Estas acciones son beneficiosas para la agrobiodiversidad funcional del sistema agrícola.
A este respecto, se consideran pertinentes las normas de conservación del suelo, relacionadas con la Política Agrícola Común (PAC), integradas en el mecanismo de condicionalidad. Las buenas condiciones agrícolas y ambientales (BCAM), definidas a nivel nacional o regional, incluyen un conjunto de normas, especialmente sobre la cobertura mínima del suelo y la gestión mínima de la tierra del suelo, para limitar la erosión.
El enfoque de modelización de los científicos del CCI y los coautores del análisis muestra que, en comparación con un escenario de referencia anterior a la PAC y suponiendo que no se apliquen medidas de conservación del suelo, las BCAM referidas en una encuesta de la UE sobre la estructura de las explotaciones agrícolas de 2016 podrían reducir el desplazamiento del suelo en un 20% para la erosión hídrica, un 27% para la erosión de la labranza y un 9% para la erosión eólica.
Las proyecciones del cambio climático indican que Europa se está moviendo hacia un ciclo hidrológico más vigoroso que exacerbará el impacto de la erosión. Esto sugiere una compensación plausible del efecto de los esfuerzos actuales de conservación del suelo, lo que lleva a un posible desplazamiento anual del suelo en 2070 igual o superior al escenario de referencia anterior a la PAC.
Esto subraya la pertinencia del nuevo marco de la PAC, que ha reforzado el ámbito de aplicación y los requisitos de las BCAM, especialmente en lo que respecta a la cobertura del suelo y la limitación de su perturbación mediante el arado.
El estudio también ha indicado la necesidad de desarrollar estrategias que incluyan nuevas medidas de mitigación.
Políticas de erosión y suelo en la UE
La nueva Estrategia de la UE sobre el suelo para 2030 aborda las cuestiones relacionadas con el suelo y la tierra de manera exhaustiva, y subraya la importancia de la degradación de las tierras y la necesidad de una metodología para supervisar mejor esta degradación en la UE.
Este estudio proporciona información que ayudará a establecer nuevos esquemas de monitoreo para la estimación de la erosión del suelo, el despliegue de medidas de conservación del suelo y las acciones de mitigación de la erosión del suelo.
La misión “Un pacto por el suelo para Europa”, que financia proyectos para restaurar y proteger la salud de los suelos, apoyará la ambición de la UE de gestionar la tierra de manera más sostenible.
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