Una grave sequía ha estado afectando al Mediterráneo occidental, reduciendo la humedad del suelo y los flujos de los ríos, y atrofiando las plantas y los cultivos durante su crucial temporada de crecimiento. Un nuevo informe sobre la sequía en el Mediterráneo occidental del Observatorio Mundial de la Sequía Copernicus del CCI revela la magnitud de la escasez de agua que afecta a la región.

Las olas de calor y las escasas precipitaciones empeoran los niveles de sequía

Muchas partes del Mediterráneo occidental han sufrido bajas precipitaciones durante más de un año. Esto, combinado con un invierno y una primavera excepcionalmente secos y cálidos, ha causado una grave sequía en la región, y se puede esperar que las temperaturas aumenten aún más en el verano.

Entre mayo de 2022 y abril de 2023, las temperaturas en el norte de Marruecos, Argelia, el sur de España, el sur de Francia y el norte de Italia fueron hasta 2,5 ° C, a veces 4 ° C, más altas que el promedio. Las olas de calor intensas y duraderas contribuyeron a estos registros.

Las condiciones a finales de la primavera de 2023 han sido peores que las de 2022, cuando se desarrolló una sequía de severa a extrema en Europa que afectó a los recursos hídricos, la agricultura y la producción de energía.

Además, los indicadores del CCI apuntan a caudales bajos generalizados causados por la falta de lluvias. España está experimentando escasez de agua, particularmente Andalucía, donde los depósitos de agua están aproximadamente al 25% de su capacidad.

La mayor parte del Mediterráneo occidental se encuentra ahora bajo condiciones de advertencia y alerta (los dos niveles más severos) según el indicador combinado de sequía, que integra datos sobre precipitaciones, humedad del suelo y anomalías de estrés de la vegetación para mapear los peligros de sequía. Identificar el nivel de sequía de esta manera juega un papel importante para ayudar a gestionar y monitorear los recursos hídricos tanto a corto como a largo plazo.

La sequía de mayo conduce a pronósticos de bajo rendimiento

La falta de agua ha afectado significativamente a la vegetación y los cultivos en medio de la temporada de crecimiento, lo que lleva a retrasos en la siembra y pronósticos de bajo rendimiento. Se registró un estrés severo en la vegetación (por ejemplo, cultivos fallidos y frutos más pequeños) en toda la Península Ibérica (excepto en el norte de Portugal), el norte de África y el centro-sur de Francia.

Las previsiones de rendimiento en el Magreb han empeorado aún más y están muy por debajo de los niveles medios. Es probable que los cultivos no florezcan en Marruecos, Argelia y Túnez. En la península ibérica, las condiciones de sequía se intensificaron y las previsiones de rendimiento están muy por debajo de los valores de 2022, con superficies sembradas con cultivos de verano sustancialmente reducidos. Según fuentes citadas en el informe, la producción de cereales y la ganadería son los sectores más afectados en Portugal.

Mientras que el Magreb y la Península Ibérica se enfrentan a una de las peores sequías estacionales de las últimas décadas, la mejora de las condiciones de cultivo causada por las lluvias en los Balcanes, Italia, Francia y Turquía puede contrarrestar parcialmente las malas perspectivas de los países del Mediterráneo occidental. Esta es la conclusión de la Perspectiva de la Red de Mercados Agrícolas del Mediterráneo desarrollada por la Red de Mercados Agrícolas del Mediterráneo (MED-Amin) en colaboración con el CCI y publicada el 31 de mayo.

La respuesta a estas perspectivas de rendimiento en condiciones de sequía depende en parte de la gestión sostenible del suelo, dado su papel crucial en el ciclo del agua. Este verano, la Comisión adoptará una propuesta de Ley del suelo destinada a garantizar que todos los ecosistemas del suelo estén en buenas condiciones para 2050.

Días más secos por delante

El informe sobre la sequía en el Mediterráneo occidental concluye, basándose en la situación actual de sequía y las predicciones, que si continúan las temperaturas generalizadas más cálidas que la media y la falta de lluvia, la situación podría volverse aún más crítica.

Los científicos del CCI también señalan que actualmente existe un alto riesgo de que los recursos hídricos alcancen un estado crítico, por lo que es importante monitorear de cerca la situación y planificar e implementar medidas de gestión del agua y adaptación a la sequía en la región.