Revista Alimentaria.- Fue nombrado presidente de EuroCommerce en junio de 2021. ¿Cómo valora este año y medio de presidencia?
Juan Manuel Morales.- Ha sido un año y medio intenso y de mucho trabajo. Arrancamos la presidencia en plena pandemia, a lo que se unió la espiral inflacionista que comenzó en 2021 con el aumento de los precios internacionales de las materias primas y de la energía. Poco después, todo esto se multiplica con la invasión de Ucrania y sus consecuencias nivel mundial. Y a esto se le une una enorme presión regulatoria y normativa en un sector de baja rentabilidad que se ve especialmente afectado por ello. En cualquier caso, para mí es un honor ser el primer español que ostenta este cargo porque lo consideramos un reconocimiento a la representatividad e importancia del comercio de nuestro país en Europa.
R. A.- ¿A qué entidades agrupa EuroCommerce y qué objetivos tiene la Asociación?
J. M. M.- EuroCommerce es la principal organización europea del comercio y representa tanto al sector minorista como al mayorista. Defendemos los intereses de asociaciones nacionales de 31 países y más de 5 millones de empresas, tanto líderes globales como pequeñas y medianas empresas. Como sector somos el mayor empleador privado de Europa, que aporta 26 millones de puestos de trabajo y un 8% al PIB europeo, y hacemos valer cada vez más este importante hecho en Bruselas.
Trabajamos por la competitividad y la sostenibilidad del comercio en la Unión Europea. Por eso, además de la representación de intereses tan necesaria en las instituciones europeas, nuestra asociación es una fuente de inteligencia, investigación y de trabajo en red. Practicamos una comunicación positiva basada en los datos para que el sector fortalezca su reputación cada día.
R. A.- ¿Qué perspectivas tenemos para los próximos meses de cara a reducir la inflación de los productos para el consumidor, mientras los costes energéticos etc. siguen aumentando?
J. M. M.- El comercio ha sido el dique de contención para que el aumento de los costes no recayera en el consumidor, pero las perspectivas son pesimistas:el sector vive un momento muy delicado porque trabaja con unos márgenes históricamente bajos que han mermado aún más por la inflación y los precios de la energía y los carburantes. El impacto del coste energético en el sector de la distribución está siendo demoledor. Ya representa alrededor del 40% de la inflación y, por eso, muchas cadenas de suministro están rompiéndose y no tendrán más remedio que repercutir estos costes extraordinarios hacia los consumidores si no se toma ninguna medida en el marco de la Unión Europea y de los gobiernos nacionales. Estos costes pueden suponer la antesala de cierres de comercios si no se aplican medidas concretas.
Además, a este problema de los costes energéticos, el sector se enfrenta a más palos en las ruedas en materia impositiva y regulatoria. Recordemos que vamos a tener que invertir como sector muchos recursos para la transformación digital y medioambiental que propone la Unión Europea.
Por eso estamos pidiendo tener un paraguas legal del reconocimiento como sector esencial: es necesaria una moratoria en la aplicación de impuestos y tasas especiales que afectan al sector. Así se podrían realizar estas inversiones con más garantías, atenuar la inflación y seguir siendo uno de los motores económicos y de empleo del continente. Y cabe recordar que la inflación está trayendo recaudaciones record en materia impositiva que se podrían utilizar de manera más eficiente para aliviar la situación de empresas y ciudadanos.
R. A.- Uno de los compromisos más importantes del sector europeo de la distribución es el medioambiental. ¿Cómo es la participación de EuroCommerce en la iniciativa Race to Zero?
J. M. M.- Se trata de una iniciativa del Consumer Goods Forum, que reúne a los fabricantes y minoristas de bienes de consumo a nivel mundial en la búsqueda de prácticas comerciales más eficientes y sostenibles. Algo que está en línea con el impulso de nuestra acción climática para que el comercio pueda establecer sus planes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Es un tema complejo porque un reciente informe que realizó EuroCommerce en asociación con McKinsey muestra que nuestras cadenas de valor representan el 40% de las emisiones de la UE, pero solo el 5% de éstas están bajo el control directo del sector minorista y mayorista. Además, los comerciantes minoristas y mayoristas de la Unión Europea tendrán que invertir hasta 335.000 millones de euros hasta 2030 en materia de sostenibilidad para poder garantizar el futuro del sector. Son unas magnitudes colosales para este sector dado el contexto inflacionario actual. Por eso necesitamos atenuar la presión regulatoria y, especialmente, la impositiva.
R. A.- Continuando con este eje de sostenibilidad, ¿cómo afecta al sector la reducción del plástico?
J. M. M.- Desde EuroCommerce apoyamos los esfuerzos para reducir la complejidad de los materiales de embalaje y para rediseñar los envases de forma que tengan un mejor reciclaje. Para los productos que están bajo nuestro control, el sector ya ha comenzado a cambiar y revisar activamente los envases utilizados y la composición de estos productos. Con respecto al plástico, lo relevante es seguir trabajando para recuperarlo, reutilizarlo y, cuando esto no sea posible, tratarlo adecuadamente para su revalorización como recurso y, así, reintegrarlo al ciclo de la economía.
Para ello, es importante que tengamos una normativa armonizada en toda la Unión Europea y evitar impuestos exclusivos nacionales como el de España porque estamos en momentos muy delicados y esto solo incrementa sobrecostes para las empresas españolas y les hace perder competitividad frente a sus vecinos europeos.
R. A.- El desperdicio de alimentos es otra de las grandes preocupaciones para toda la cadena agroalimentaria. ¿Qué se está haciendo desde el eslabón de la distribución?
J. M. M.- La distribución alimentaria lleva años reduciendo el uso de recursos y el impacto ambiental de sus operaciones, innovando en packaging y ayudando a los consumidores y proveedores a reducir el desperdicio de alimentos al máximo. Nuestro sector tiene gran capacidad logística, conocimiento del consumidor y una buena comunicación con los proveedores para producir y poner a la venta lo que se demanda. También trabajamos la donación en aquellos productos no aptos para la venta por razones comerciales pero que son aptos para el consumo.
Estos productos son donados a entidades sociales con capacidad legal para su correcta gestión y manipulación. Y por último está la concienciación porque donde más desperdicio alimentario se genera es en los hogares. Toda la cadena tenemos que seguir adaptándonos a un crecimiento constante de los hogares unifamiliares para que el volumen de las raciones en alimentos envasados se adapte a estas nuevas necesidades.
R. A.- Por lo que se refiere a la digitalización, su reciente informe junto a McKinsey & Company, Transformando el sector minorista y mayorista de la UE, apunta que se requerirán unos 230.000 millones de euros hasta 2030 para afrontar sus retos. ¿Cómo está afrontando el sector su transformación digital?
J. M. M.- El gran reto de todo esto es especialmente destacado para las pymes, que son las responsables del 63% de los ingresos del retail a nivel europeo y su coyuntura actual es muy complicada. Van a tener que hacer un gran esfuerzo y, aunque los números puedan no cuadrar al principio, si queremos garantizar el futuro de miles de negocios debemos apostar de forma decidida por la trasformación digital. Esos 230.000 millones de euros de inversión necesaria están destinados, principalmente, a mejorar la infraestructura base previa a la implantación de sistemas basados en la inteligencia artificial y al fomento del e-commerce.
Teniendo en cuenta este gran esfuerzo que va a tener que realizar el sector, desde EuroCommerce insistimos en que la actual presión regulatoria no nos penalice con sobrecargos que agraven una situación ya de por sí delicada.
R. A.- En cuanto al comercio electrónico, ¿existen diferencias significativas entre los distintos Estados miembros?
J. M. M.- La verdad es que sí que hay diferencias. Eurostat muestra que en Países Bajos son compradores online el 94% de sus usuarios de Internet. España está en la mitad de la tabla con un 71% pero luego hay países como Italia que están en un 59 por ciento o Bulgaria con un 42%.
A pesar de la coyuntura actual, podemos afirmar que la tienda física goza de muy buena salud, con ejemplos como la distribución alimentaria. Hay que apostar por formatos híbridos donde muchos modelos de negocio podrán continuar si establecemos unas reglas de juego comunes para todos los operadores. También va a ser clave la creación de grandes redes logísticas para lograr ahorros en costes y reducción de emisiones de CO2.
R. A.- ¿Se espera que el ecommerce siga creciendo en los próximos años?
J. M. M.- Indudablemente. En junio de 2022 EuroCommerce y Ecommerce Europe publicamos un informe que muestra como el comercio electrónico europeo creció un 13% en 2021, hasta los 718.000 millones de euros. Y la previsión es que también crezca en 2022 a un ritmo estable pero algo inferior ahora que ha pasado la pandemia.
Es la prueba de que el sector minorista y mayorista se está transformando significativamente para volverse más digital, más sostenible y para poder atraer nuevos talentos. Apoyar la digitalización de las pymes va a ser el mayor reto y, por eso, desde EuroCommerce vamos a supervisar detenidamente la implementación y el cumplimiento de la Agenda Digital de la UE para garantizar que Europa proporcione un entorno propicio para la innovación al tiempo que garantiza una competencia leal.
R. A.- A nivel laboral, ¿cuáles son los principales retos para que los trabajadores de la distribución se adapten a los cambios?
J. M. M.- El tercer pilar del informe “Transformando el sector minorista y mayorista de la UE” que hemos mencionado en esta entrevista es la recapacitación de los profesionales del retail, que demanda 35.000 millones de euros hasta 2030 para ayudar a ampliar los programas de aprendizaje y apoyar la evolución de las competencias y las funciones que permitirían tanto la transformación digital como la medioambiental.
Actualmente se invierte alrededor del 1,5% de los costes laborales en formación, aunque la mayoría de encuestados en el informe espera que aumente entre un 5% y un 25% en los próximos años. En este documento también reflejamos la necesidad de contar con planes de desarrollo para los trabajadores, una formación actualizada para desarrollar nuevas capacidades y ofrecer unas condiciones laborales que hagan que los empleados se sientan atraídos a trabajar en la empresa. Para lograrlo, es importante recalcar que el sector necesitará apoyo.
R. A.- Para finalizar, ¿cuáles son los retos que tiene EuroCommerce de cara a los próximos meses?
J. M. M.- Creo que en gran medida se reflejan en esta entrevista. Seguiremos trabajando en la triple transformación del sector para que los comerciantes minoristas y mayoristas puedan aumentar su resiliencia, cumplir su misión social y medioambiental apoyando los esfuerzos europeos de descarbonización, y desbloquear nuevas oportunidades de negocio más allá del tradicional. Esto ayudará a avanzar hacia unos modelos de negocio más eficientes, robustos y sostenibles, a ofrecer a los consumidores más opciones y comodidad, a atraer y retener el talento, y a beneficiar a los empleados con más formación y desarrollo profesional permanente. Todo esto se lo tenemos que trasladar a los poderes públicos para que tengan en cuenta en cada una de sus regulaciones a este sector por su gran relevancia en el contexto europeo.