^{Entrevista a Javier Giménez
Presidente de la Asociación Española de Té e Infusiones (AETI)}

Revista Alimentaria.- ¿Cuándo nace AETI y cuál es su misión?

Javier Giménez.- AETI nació el 23 de septiembre de 1977 y su objetivo era, con el cambio democrático, defender los intereses profesionales del sector, en concreto de la industria de envasado de infusiones. Posteriormente, en 2011 se modificaron sus estatutos para dar cabida a otros subsectores dentro del propio sector, como por ejemplo proveedores de materias primas, distribuidores, etc. Con este cambio y esta modernización, nos convertimos en una asociación que representa de forma bastante fiel la situación global del sector.

Nuestra misión es representar los intereses del sector, y también colaboramos con la administración en elaborar y promover las modificaciones legislativas, que son muchas. A nivel europeo, participamos muy activamente en las actividades de la asociación europea, la THIE (Tea and Herbal Infusions Europe). Y también hacemos una labor muy importante que es difundir los beneficios de las infusiones, que son muchos, porque son productos saludables y su consumo aporta muchos beneficios.

R. A.- ¿Con cuántos socios cuentan y qué servicios les prestan?

J. G.- Actualmente somos 13 socios, que abarcan todos los sectores que comercializan infusiones, tanto empresas mayoristas de materias primas dedicadas a importación- exportación, como aquellas centradas en el envasado y comercialización del producto final.

R. A.- ¿Qué datos de consumo de té e infusiones tenemos en España?

J. G.- Tenemos dos fuentes: Mercasa, que es muy interesante para las empresas de materias primas, y Nielsen, que está más actualizada, es muy interesante para los envasadores y habla específicamente del mercado nacional.

A grandes rasgos, cabe señalar que el sector experimentó un pico de consumo en 2020 como consecuencia de la pandemia de covid y la obligación de permanecer en casa, tuvo un declive en 2021 y 2022, empezó a estabilizarse en 2023 y está empezando a repuntar en 2024.

Nielsen ofrece datos de principios de 2024 y habla de un mercado de 237 millones de euros, datos de PVP (precio de venta al público). De este mercado, el 93 % se vende en la distribución moderna (supermercados e hipermercados); el 4 %, en la distribución tradicional (pequeñas tiendas de comestibles, tiendas especializadas…), que hace 50 años era la que dominaba con un 90 % de las ventas; y el 3 % en comercio online. Este consumo es consumo de boca, el que se realiza en casa.

Por su parte, Mercasa aporta unos datos más elevados que los de Nielsen, porque Nielsen considera pequeño el mercado de food service de té e infusiones, pero Mercasa da un gran dato de consumo extradoméstico, llegando a los 201 millones de euros, de los cuales el 50 % corresponden al té. Los datos de Mercasa se refieren a 2022 y seguramente incluyan productos que no se consumen en el mercado español sino que se destinan a exportación, porque son datos que obtienen a través de las aduanas, y de ahí la diferencia tan importante respecto a los datos de Nielsen.

Por lo que se refiere a las exportaciones de las empresas de AETI, la cifra está en torno al 50 % de la materia prima, según datos de Mercasa, no del producto terminado y envasado.

R. A.- ¿Cuáles son los tipos de infusiones que han experimentado más crecimiento en los últimos años? ¿Ha habido un cambio de costumbres en los españoles respecto al consumo de estas bebidas?

J. G.- Los productos que más se consumen históricamente, los clásicos o mainstream, son la manzanilla, la menta y la tila. Ahora esto ha cambiado y Mercasa habla de ellos, pero también les suma los tés verdes, los tés saludables.

En cambio, el consumo de té negro en España es pequeño, un 9,2 %, y según Nielsen no alcanza el 8%. El gran consumidor de té negro en Europa es Reino Unido, que consume el 66 % del volumen de todas las infusiones que se toman en Europa, si excluimos a Rusia y el Este de Europa, que es un mundo aparte. Europa tiene un gran consumo de té negro por Gran Bretaña, que consume más de 3 kg/habitante/año, mientras que en España las cifras son bajísimas, como decía: estamos hablando de 9,5 gr, o 0,4 litros según Mercasa, que da el dato en litros. Entonces, estamos hablando de 80-100 gr por habitante/año.

En este momento, el mayor mercado es el de los productos funcionales. Tradicionalmente se ha relacionado a las infusiones con productos buenos para la salud. Estas infusiones saludables han superado a las clásicas, aunque también es verdad que tienen un precio más elevado y en volumen están más o menos a la par.

También cabe destacar el crecimiento de la herboristería en los últimos años, las infusiones que no son clásicas, como por ejemplo el hinojo, que tenía un consumo mínimo hace 30 años y que ahora es muy interesante; o el jengibre. En cuanto al té saludable o té verde, supone un 18 % del consumo.

Los principales drivers de consumo, que se repiten en los diversos estudios de mercado, son el sabor y la funcionalidad, la utilidad para el consumidor. Las empresas investigamos en este camino para intentar desarrollar el mercado.

R. A.- ¿De qué países proceden principalmente los tés e infusiones de las empresas de AETI?

J. G.- Debemos diferenciar entre té e infusiones, puesto que son casos muy distintos. El té crece en los países del Trópico y el mayor productor y consumidor es China, que junto con India domina el mercado: China el té verde e India el té negro. Son además mercados internos gigantescos, aunque solo una pequeña parte de la población consume el té empaquetado, la mayoría lo consumen a granel. Les siguen inmediatamente Kenia, donde los ingleses han desarrollado diversos jardines para cultivar el té, y Sri Lanka, que tiene un té extraordinario.

En cuanto a las infusiones, proceden de muchísimos más países. Compramos todo lo que podemos en España, que no tiene una gran producción, pero está mejorando, entre otros menta y manzanilla.

Argentina tiene productos de gran calidad, porque es una zona donde los cultivos crecen muy bien; Chile también es un país muy importante; el jengibre viene sobre todo de China y Nigeria, y Sudáfrica es el principal productor de rooibos. En el caso de Europa, hay mucha producción de infusiones, y como países destacados tenemos a Bulgaria y Polonia. Hay que tener en cuenta que cada producto procede de un lugar, por lo que abastecerse es muy complejo.

R. A.- En cuanto a las materias primas, ¿cómo les están afectando las subidas de precios?

J. G.- Por la normativa de competencia no podemos hablar de precios como Asociación.

Comentar, únicamente, que como a todos los sectores, ha habido un incremento de costes en las materias primas que ha supuesto un reto para el sector… pero poco más podemos decir como sector sobre tema precios.

R. A.- ¿Cómo garantizan la seguridad y la calidad de las materias primas?
 

J. G.- Lo principal es controlar el origen. Además, en muchos casos se trata de países en vías de desarrollo, y es tradicional que el sector haya colaborado con la FAO y con la ONU en el desarrollo de los cultivos, a nivel de las empresas individuales.

 
Lo importante es el control en origen, que es donde puede haber problemas. Hay que analizar el producto, la muestra, antes de que llegue; luego hay que analizar que lo que llega coincide con la muestra, y luego hay que analizar cuando llega el producto terminado: todo controlado por lotes y notificado para garantizar la trazabilidad.
 
Estos controles se hacen mediante análisis microbiológicos, fisicoquímicos y de contaminantes, para controlar todo el tema de presencia de pesticidas, contaminaciones cruzadas, etc. Es una labor poco apreciada y costosa, que deben hacer todas las empresas, desde las que compran materias primas en origen hasta las que envasan.
 
AETI participa muy activamente en apoyar y ayudar al cumplimiento muy estricto de las normas de calidad, porque no solamente garantizan la calidad intrínseca del producto, de la materia prima, sino también su seguridad alimentaria. Aparte de que el producto sepa bien y tenga un alto contenido de aceites esenciales, tiene que ser seguro: es el primer criterio, desde luego.
 
 
R. A.- Respecto al cambio climático, ¿existe preocupación en el sector acerca de si afectará a las zonas de producción?
 
J. G.- Se suele decir en el sector que para tener un proveedor fiable en origen hacen falta unos 10-15 años, porque muchos de los productos vienen de zonas complicadas. Hay áreas donde se compra producto y si se produce un problema de contaminación debemos dejar de comprarlas. En este sentido, un país complicado es China, porque tenían los suelos muy contaminados, aunque han mejorado mucho. Sucede lo mismo con los países de África. La normativa europea es cada vez más estricta, por lo que muchas veces los países productores se tienen que poner las pilas para cumplir con las nuevas exigencias.
 
Esta preocupación es muy importante para el sector y los departamentos de Calidad de las empresas lo tienen en cuenta, y la propia Asociación mantiene un grupo técnico muy fuerte y activo, con la colaboración de las empresas, que está muy pendiente y al día de estas cuestiones.
 
 
R. A.- En este sentido, a nivel legislativo ¿qué novedades se han publicado recientemente referentes al sector?
 
J. G.- Nos afecta mucho el Reglamento de Envases, porque se ha publicado la ley española y luego viene la norma europea, que nos va a perjudicar bastante porque detrás vendrán los impuestos y van a incrementar los costes de una manera importante. En nuestro caso no tiene ningún sentido, porque una bolsita de papel de filtro, si la pones en una maceta, desaparece porque es cáñamo de Manila, y la planta florece. Por tanto, se puede reciclar completamente.
 
Hay cambios de normativa continuamente, no solo a nivel nacional sino a nivel europeo y mundial. Esto nos genera una cantidad ingente de trabajo, pero es comprensible, porque los consumidores exigimos cada vez más y hay que dar respuesta a estas demandas.
 
 
R. A.- Respecto a estas cuestiones de sostenibilidad ambiental, ¿qué más está haciendo el sector para avanzar hacia la Economía Circular?
 
J. G.- La sostenibilidad es un objetivo que ha transmitido la Asociación y que también tienen las empresas a nivel individual. Se está trabajando mucho en la reducción de plásticos, es un objetivo prioritario.
 

Otro material muy importante para nosotros es el cartón, y aquí es muy importante la certificación FSC. Se trata de una asociación global sin ánimo de lucro dedicada a promover la gestión forestal responsable en todo el mundo y a asegurar que el cartón con su certificado procede de bosques gestionados de forma sostenible y responsable. Esto quiere decir que donde cortan un árbol, han plantado antes otro. Esta certificación está haciendo un gran trabajo para fomentarla entre las empresas, por lo que el cartón que se utiliza en el sector cuenta cada vez más con ella. Además, en los materiales secundarios, aquellos que no están en contacto directo con los alimentos, se utiliza por lo general cartón reciclado.

 
Por último, la Asociación está haciendo una gran labor de asesoramiento para sus socios, sobre residuo cero, informando y ayudando para que puedan seguir aproximándose a este objetivo.
 
El hecho de que se esté avanzando en el uso de materiales reciclados y biodegradables y que la Asociación vaya a trabajar todo el tema de la sostenibilidad ambiental como objetivo prioritario para los próximos años, hace que seamos optimistas respecto a que somos un sector que estamos en línea con la tendencia del mercado y que contamos con empresas capaces de firmar acuerdos con asociaciones que están muy avanzadas en el tema de sostenibilidad.
 
 
R. A.- ¿Sus socios están trabajando para fomentar nuevos momentos de consumo para sus productos? En cuanto a innovación, ¿en qué áreas está trabajando el sector?
 

J. G.- Mientras que el café lo consume un 95 % de la población, en el caso de las infusiones y el té el consumo es de aproximadamente un 65 %, por lo que nos queda un tercio para desarrollar el mercado. Sería maravilloso poder expandir el número de consumidores, y también tenemos por delante un trabajo muy arduo para que los jóvenes se enganchen cuanto antes a tomar infusiones.

 
Como mencionaba antes, en las infusiones los consumidores tienen en cuenta sobre todo el sabor y la funcionalidad. En el caso de los jóvenes, también son importantes los nuevos conceptos de sostenibilidad, de producto ecológico, de mezclas más exóticas… Y en estos aspectos estamos trabajando, en desarrollar nuevos productos distintos a los que hay en el mercado, y que respondan a estos drivers.
 
Para dar una idea de la importancia de la innovación en el sector, en 10 años prácticamente se renueva el 50 % del mercado. Todas las empresas, a nivel individual, está trabajando en innovación, porque la innovación es la clave para que el mercado continúe creciendo.
 
La Asociación ofrece asesoría sobre algunos aspectos técnicos, porque nuestra comisión técnica está al servicio de los asociados, también para los aspectos relacionados con innovación.
 
Además, como decía al principio somos socios de THIE y colaboramos con ellos muy activamente, también si hay algún proyecto a nivel europeo. La sede de THIE está en Alemania, un país muy avanzado en temas de sostenibilidad, productos ecológicos, etc., por lo que esta asociación está muy al día en todas estas cuestiones y nos ayuda a estar al tanto.
 
Cabe resaltar que, en el mercado del té y las infusiones, los gustos son muy nacionales. Un ejemplo es que en Alemania tienen un éxito tremendo las infusiones frutales, mientras que en España no, porque aquí no nos tomamos una infusión de naranja, por ejemplo, sino que tomamos la fruta directamente. No obstante, aunque los mercados sean nacionales, hay cosas que son compartidas a nivel europeo y en este sentido la colaboración con THIE es muy enriquecedora.
 
 
R. A.- Para finalizar, ¿qué objetivos tiene AETI para la segunda mitad de 2024?
 
J. G.- El primer objetivo es mantener la información y el apoyo a nuestras empresas con todos los cambios que se están produciendo a nivel legislativo. En segundo lugar, la colaboración con la THIE en los proyectos europeos que sean de interés para el sector. Y, en tercer lugar, como proyecto local destacable es el acuerdo que tenemos con la FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España) referente a garantizar la seguridad alimentaria para la población celiaca. En virtud de este acuerdo nos hemos comprometido a realizar una serie de análisis en la infusión, en el producto terminado, para asegurar que las infusiones son aptas para los celiacos porque no contienen gluten.