María Luisa Álvarez
Directora General de FEDEPESCA
Revista Alimentaria.- ¿Cuándo nace FEDEPESCA y cuál es su misión?
María Luisa Álvarez.- FEDEPESCA, la Federación Nacional de Asociaciones de empresarios detallistas de productos pesqueros, nace en el año 1978. ¡Estamos, pues, a cuatro años de cumplir los 50! Su misión inicial era representar al sector minorista de productos pesqueros ante las administraciones públicas.
Con el tiempo hemos ido evolucionando y continuamos con esa labor, pero también promocionamos el consumo de nuestros productos, buscamos prestigiar el oficio de pescadero, desarrollamos e impartimos programas altamente especializados de formación, buscamos tener impacto social, colaboramos con todas las entidades del ámbito económico y social, desarrollamos proyectos de innovación, somos punto de referencia para los medios de comunicación en todo lo que tenga que ver con nuestro sector, reivindicamos medidas que favorezcan su desarrollo, estudiamos toda la legislación que nos afecta y preparamos consideraciones, luchando porque se adapte a sus características.
En fin, somos la voz del comercio especializado en los productos de la pesca y de la acuicultura y tratamos de ser los que más sepamos de este sector.
R. A.- ¿A cuántos socios representan y qué servicios les prestan?
M. L. Á.- Actualmente representamos, a través de las organizaciones que pertenecen a Fedepesca, en torno a 6.200 pescaderías, de las casi 10.000 que todavía existen en España.
Como comentaba, les apoyamos en representación, comunicación, campañas de promoción, formación, interlocución política, proyectos de innovación, innovación, proyección social y asesoramiento en la normativa que aplica al sector.
R. A.- ¿Qué datos de consumo de pescado tenemos en España?
M. L. Á.- Somos uno de los grandes consumidores, pero estamos retrocediendo. Hemos perdido 8 kilos de consumo por persona y año en los hogares españoles en una década. Muy preocupante.
Estamos, a junio de 2024, en 18,38 kilos por persona y año, cuando en 2013 eran 27, 2 kilos (datos del MAPA).
Si analizamos por tipo de hogares, resulta especialmente alarmante ver cómo los hogares con niños pequeños se quedan en 7,58 kilos, de los cuales solo 2,9 de pescado fresco.
Esta tendencia va en aumento. Presumimos de una dieta pesco-mediterránea, que ya no practicamos. Las nuevas generaciones han cambiado su prioridad en el uso de su tiempo y de su presupuesto y piensan que se puede subcontratar la cocina y comer mal a diario.
Pagarán y pagaremos las consecuencias. A nivel individual, con enfermedades tempranas relacionadas con una mala alimentación. De forma colectiva, asumiendo su gigantesco impacto en las arcas públicas por el coste en la sanidad pública relacionada con estas enfermedades (cardiovasculares, crónicas como la diabetes) y el impacto en las bajas laborales y la productividad de nuestro país.
R. A.- ¿Cuáles son las especies de pescado y marisco que han experimentado más crecimiento en los últimos años? ¿Ha habido un cambio de costumbres en los españoles respecto al consumo de los productos pesqueros?
M. L. Á.- La merluza era la reina española. Ha sido destronada y ya pugna por mantener su posición con el salmón, presente de forma transversal en todos los hogares españoles
Los pescados azules son unos clásicos: sardina y boquerón, y tienen bastante peso el bacalao, gambas/ langostinos, dorada, lubina y las conservas.
Al abandonar la cocina y perder habilidades en la compra de los productos frescos, aumenta la compra de platos más elaborados, ya presentados en bandeja, listos para el consumo; es decir, todo lo que facilite el proceso de comer pescado, el famoso “convenience”, que no es otra cosa que ofrecer comodidad.
El problema es que, cuanta más comodidad ofrecemos, más desciende el consumo de productos pesqueros porque nos alejamos cada vez más del producto, de la variedad de especies, que es marca España en nuestro mercado, de las temporadas, de la cocina, y, al final, reducimos el consumo. Por ello, es necesario encontrar el equilibrio entre dar servicio y convertir a los clientes en unos analfabetos alimentarios.
R. A.- ¿Qué aspectos tienen más en cuenta los consumidores a la hora de comprar pescado?
M. L. Á.- Depende de cada consumidor, de su edad, condiciones económicas, su región, ubicación física, pero en general las encuestas, como la del Barómetro del clima de confianza del sector agroalimentario, en su monográfico de pescado del primer trimestre del 2024, apuntan, por este orden: precio, origen y aspectos nutricionales, y un 39,5 % admiten consumir menos pescado que hace 5 años.
Frescura, cercanía, salud y la sostenibilidad aparecen en todas las encuestas, aunque luego, a la hora de la verdad, el precio marca de forma clara las compras.
El problema es que los consumidores más jóvenes ya no saben reconocer los atributos de calidad de los pescados y mariscos frescos y tienen miedo a enfrentarse al mostrador de productos frescos, prefiriendo no interactuar con el profesional, que es quien, precisamente, les va a asesorar sobre cómo prepararlo, conservarlo, les va a ayudar a planificarse. Están a su servicio para enviárselo a casa, a la oficina, pueden encargarlo por Whatsapp, por correo, teléfono, online, darles recetas, pero no siempre conocen estos servicios.
R. A.- ¿Los consumidores tienen un buen conocimiento de los productos pesqueros: tipos, forma de preparación, beneficios nutricionales…?
M. L. Á.- Depende de la franja de edad: los seniors, sí, porque pertenecen a una generación donde mayoritariamente las mujeres trabajaron en casa y son expertas en alimentación.
Los jóvenes no. Creen que todo puede consultarse en internet, pero están perdiendo un conocimiento ancestral que se ha traducido en una de las dietas más saludables del mundo, con aval científico, que nos ha hecho de los países más longevos y con mayor calidad de vida.
Los hábitos alimentarios se fijan pronto, en la niñez. Modificarlos luego es difícil y más en una sociedad donde la voluntad es cada vez más débil. Invertir en educación nutricional es clave. Por ello, todo el sector y los expertos estamos pidiendo educación nutricional obligatoria en secundaria, porque ahora los niños no pueden aprender cómo alimentarse correctamente en los hogares. La sociedad tiene que asumir esta función o acabaremos con nuestra dieta lo que, como explicaba anteriormente, tendrá un impacto colectivo incalculable.
En general, saben que son buenos para su salud, así lo reflejan las encuestas, el problema es que se están perdiendo habilidades en la compra de productos pesqueros y en su preparación porque las nuevas generaciones han cambiado sus prioridades en el uso del tiempo y de su presupuesto.
La excusa más frecuente es “no tengo tiempo”, pero luego se dedican más de 2 horas al día a las redes sociales.
Los españoles cada vez dedicamos menos tiempo a la planificación de sus comidas, a la compra y a la cocina. De hecho, empleamos en torno a 6 horas a la semana a la cocina. Presumimos de una dieta que ya no practicamos y eso tendrá consecuencias para la salud individual pero también para el sistema de salud pública, que pagamos entre todos. 15.000 millones de euros nos gastamos los españoles en las enfermedades relacionadas con una mala alimentación y 4 de cada diez niños tiene sobrepeso en nuestro país. El consumidor dice que le da importancia a la salud cuando se le pregunta, pero luego subcontrata la cocina y cada vez compra más elaborados y envasados, encarga delivery y no sabe realmente qué está comiendo
R. A.- En este sentido, ¿qué importancia tiene colaborar con el sector gastronómico para dar a conocer las virtudes de estos productos?
M. L. Á.- España es una potencia gastronómica y ahí está el posicionamiento de nuestros chefs, embajadores de la marca España en el mundo, pero nosotros queremos poner en valor a los profesionales de la cadena pesquera, que no tienen tanto “glamour”, pero son admirables de principio a fin. Por ello, desde hace tiempo, impulsamos en nuestras campañas a nuestros pescader@s, todos expertos en el producto y, por lo general, grandes cocineros, y ahora, además elaboran en tienda recetas artesanales listas para el consumo, absolutamente deliciosas.
Muchos han incorporado recetas también de otros países como sushi, ceviche, poke, para que los jóvenes puedan incorporar estas tendencias en sus casas de la mano de nuestros grandísimos profesionales.
R. A.- ¿Qué valores aportan las pescaderías tradicionales a los consumidores?
M. L. Á.- De alguna forma lo he ido trasladando a lo largo de la entrevista, pero podría resumirlo como que son los mejores aliados para cuidarnos disfrutando. Yo siempre digo que los mejores contactos de mi agenda son los pescaderos, fruteros y demás comerciantes que me hacen la vida más fácil y agradable, a los que encargo por Whatsapp, cuando no puedo ir en persona a comprar, pero que me ofrecen la máxima confianza, me preparan el producto como lo necesito, me aconsejan, me permiten disfrutar en la cocina del día a día de forma sencilla, y triunfar cuando tengo invitados. Eso sí, lo mejor es ir en persona porque la experiencia de compra en una pescadería es inigualable. Ver cómo preparan los productos con maestría es un espectáculo.
En nuestras pescaderías trabajan 20.000 personas altamente especializadas, que son una fuerza de venta inigualable, marca España, que te ofrecen profesionalidad máxima y te preparan el producto como lo necesites y con todos los cortes imaginables, pero sobre todo te tratan bien, con cariño.
Nos estamos acostumbrando al mal servicio en general y, realmente, en mi caso, lo que más valoro del comercio especializado es que me traten bien, que me hagan sentir protegida, casi familia, el factor humano es el hecho fundamental y diferencial. Crean barrio y apoyo social, además de estar posicionados más en productos de nuestras flotas, de temporada y sin desperdicio alimentario. Son marca España, sostenibles y solidarios, promueven el consumo responsable y refuerzan el tejido social.
R. A.- Por lo que se refiere a la compra online, ¿qué evolución ha tenido en el caso de los productos pesqueros?
M. L. Á.- Tenemos que estar en el mundo digital, a pesar de que la venta online en nuestros productos supone una cuota del 1,4 % según los datos del Ministerio para 2023. Ya no hay fronteras entre un formato u otro. Por ello, durante la pandemia estudiamos todas las alternativas para facilitar la digitalización de nuestro sector y desarrollamos el primer mercado digital del mundo exclusivo para pescaderías. www.lapescaderiartesanal.es, con cuatro regiones españolas ya digitalizadas y con venta online operativa en la Comunidad de Madrid.
En este mercado el cliente se relaciona de forma individual con cada pescadería y ésta decide de forma personal qué servicios ofrecer, qué tipo de envío a domicilio, si se suma al acuerdo con Uber Eats, el coste de los envíos a domicilio…
Por otra parte, son muchas las pescaderías que ya tiene su propia web con comercio online. Hay que estar ahí, informando y ofreciendo todas las alternativas a los consumidores. Muchas veces consultan online y luego van a la tienda. No podemos, ni debemos, renunciar al mundo digital porque ya no hay fronteras con el físico.
Precisamente, recientemente celebrábamos en Valencia una jornada sobre digitalización con una mesa redonda de profesionales que compartían sus experiencias de venta online y no me puedo sentir más orgullosa de cómo se han sumado a nuestro mercado digital, o a la solución de su mercado, o se han aliado con Uber Eats y Glovo. Estamos ahí.
R. A.- Al hilo del descenso en el consumo de pescado que comentaba, desde FEDEPESCA se ha incidido en la necesidad de un cambio en la fiscalidad de los productos pesqueros. ¿Qué nos puede contar al respecto?
M. L. Á.- Fuimos la primera organización en España en poner el foco en este asunto, hace más de 15 años. Tiene todo el sentido primar la dieta saludable con una fiscalidad saludable. Nos dimos cuenta de que en otros países ya se hacía y que en España los productos pesqueros estaban gravados ni más ni menos que al 10 %, cuando ya teníamos una fiscalidad reducida al 4 % para los denominados “alimentos de primera necesidad”, como el pan, la leche, el queso, las verduras y hortalizas, una definición anticuada procedente de leyes del impuesto del valor añadido que contemplaban todavía la alimentación española como la de una sociedad poco desarrollada.
Estamos en otro momento de desarrollo y en sociedades tan avanzadas como la nuestra pensamos que ya no hay excusas para cambiar y hablar de alimentación saludable, bonificando el IVA de esos productos saludable o eliminándolo, como sucede con la sanidad y la formación, actividades exentas de IVA por considerarse esenciales.
Para colmo, nos excluyeron reiteradamente de las medidas de reducción del IVA de alimentos para mitigar el impacto de la crisis de costes, por lo que reforzaron más la falsa percepción de que el pescado es caro, cuando no es cierto, ya que se comportó extraordinariamente en precios y porque somos el mercado con mayor variedad de especies y siempre encontraremos alguna adaptada a nuestro presupuesto y a nuestras necesidades. También con esta exclusión, indirectamente, el gobierno ha lanzado el mensaje de que no es esencial. La alimentación saludable es un derecho y es esencial primar el consumo de los productos altamente saludables, como el pescado. Además, sería la más potente campaña de comunicación del gobierno en favor del consumo de estos productos.
Afortunadamente, este mensaje ha sido interiorizado por toda la cadena pesquera, por organizaciones de consumidores, por algunos partidos políticos… Sé que lo conseguiremos, porque es una demanda justa y adecuada, que además favorecería especialmente a las familias vulnerables, que son las que llevan peor alimentación.
R. A.- Respecto a las cuestiones de sostenibilidad ambiental, ¿qué nos puede contar respecto al proyecto FISHMONGERS 4 BLUE AQUACULTURE GROWTH, en el que participa FEDEPESCA?
M. L. Á.- Estamos muy ilusionados con este proyecto con el que evaluaremos la percepción que tiene nuestra red de ventas respecto a los productos de acuicultura. La acuicultura desempeña un papel crucial en satisfacer la demanda de productos marinos y fluviales. Los especialistas en la venta de productos de la acuicultura no siempre perciben adecuadamente las características nutricionales, de producción y bienestar animal de nuestros peces y mariscos de acuicultura.
Por ello, nos propusimos investigar la sostenibilidad de los productos acuícolas para corregir posibles percepciones erróneas y sensibilizar a los operadores del sector comercializador tradicional y a la sociedad en general, influyendo así en las decisiones de compra del consumidor y fomentando una mayor sostenibilidad en el consumo y en el ecosistema alimentario.
FISHMONGERS 4 BLUE AQUACULTURE GROWTH está enmarcado en las subvenciones para el fomento de la economía azul y el impulso de la sostenibilidad pesquera y acuícola, dentro del marco del programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en calidad de organismo intermedio de gestión del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura en 2023. Comenzamos ahora con los grupos de trabajo que se desarrollarán en la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y de Madrid.
R. A.- ¿La Federación está participando o tiene previsto participar en otros proyectos de investigación?
M. L. Á.- En este momento F4FAC es nuestro gran proyecto innovador, nos exige bastante energía y tiene un marco temporal de dos años.
Seguimos avanzando en el desarrollo de www.lapescaderiartesanal.es, e incluiremos una nueva agrupación en la Comunidad de Valencia, con el apoyo de la Generalitat. La digitalización está en nuestra estrategia.
Estamos abordando un nuevo proyecto innovador en formación con la UNED en el marco de las ayudas Next Generation para recualificación del sector que lanzaremos en enero de 2025. Abordar la trazabilidad pesquera digitalmente, tal y como establece el nuevo reglamento de control, será prioritario en los próximos años, aunque ya veníamos trabajando en ello y, seguro, abordaremos proyectos para desarrollarla.
Siempre estamos abiertos a colaboraciones en proyectos innovadores. Son vitales para garantizar la pervivencia del sector.
R. A.- A nivel europeo, recientemente se ha nombrado un nuevo comisario de Pesca y Océanos, Costas Kadis. ¿Creen que este nombramiento contribuirá a otorgar un mayor peso al sector pesquero en las políticas comunitarias?
M. L. Á.- Eso esperamos todos los componentes de la cadena pesquera y acuícola. Tras años de políticas comunitarias alejadas de la realidad de la cadena y exigiendo más y más a los que ya aplican los estándares de calidad y sostenibilidad más elevados del mundo, estaban provocando el desplazamiento del consumo de la producción nacional y europea, que se hace cada vez más pequeña, porque cada vez es menos rentable, a la producción de países en los que no se exigen ni siquiera unos mínimos de coberturas sociales. ¿No es esto un sinsentido? Queremos más justicia social, más sostenibilidad medioambiental y ¿nos cargamos a los que más garantías pueden ofrecernos?
En fin, me gustó mucho escuchar a Manuel Pimentel y su observación de que los políticos han estado dando respuestas legislativas a la mirada Disney del sector alimentario que ha calado en las sociedades urbanas, y no han respetado la mirada rural. Por fin, parece que va a cambiar. Recibimos este nombramiento con esperanza, aunque las últimas noticias nos inquietan.
R. A.- ¿Qué peticiones harían a la UE para que el sector minorista de pescado y marisco pueda afrontar sus retos?
M. L. Á.- Necesitaría varias páginas más para responder. Tenemos un dossier que enviamos a todos los partidos políticos en las elecciones europeas, pero básicamente podemos resumirlo en eliminación del IVA, educación nutricional obligatoria en secundaria, promoción de la alimentación saludable y de producción europea, prestigio sectorial con campañas de comunicación y formación profesional, simplificación administrativa, reglas del juego equitativas para todos los sectores que venden productos pesqueros, sean productores o empresas de hostelería, garantizando una competencia justa, apoyo a las organizaciones que representamos a estos colectivos, pues somos los únicos que podemos darles amparo y no olvidar que nuestros profesionales sienten que, a pesar de haber contribuido al desarrollo de nuestro y a la construcción de Europa, de haber trabajado con enorme esfuerzo y dignidad, de haber jugado un papel social fundamental, pierden su lugar en el mundo y eso es lo que genera desafección. Es urgente una estrategia alimentaria europea con mirada transversal y social.
Estamos acabando con la economía real, con los operadores de la cadena alimentaria e invirtiendo la pirámide. Cada vez somos más los que asesoramos, legislamos, controlamos, certificamos, regulamos, observamos, analizamos y exigimos, y menos los que producen. Es insostenible.
R. A.- Para finalizar, ¿qué objetivos tiene FEDEPESCA de cara a los próximos meses?
M. L. Á.- Estamos ultimando la campaña en punto de venta para concienciar a los consumidores de que están pagando un 10 % de impuestos cuando compran pescados, cuando debería estar exento pues es un alimento imprescindible en una dieta saludable; campaña que contará con el apoyo de nuestros compañeros de la cadena.
También vamos a arrancar proyectos formativos innovadores y relevantes para que nuestros asociados y sus equipos sepan cómo innovar en el punto de venta.
Por último, queremos reforzar nuestras asociaciones. Me preocupa enormemente la falta de relevo generacional en el sector, pero esta crisis de relevo generacional también está sucediendo en las asociaciones. Nuestra sociedad es cada vez más individualista y no estamos dispuestos a trabajar por el bien colectivo: por ello, estamos prestando todo el apoyo que podemos desde Fedepesca a las organizaciones miembro.