Cuando te planteas un cambio en la alimentación, es frecuente que surjan entre las posibles opciones las dietas bajas en carbohidratos. Ya sea la popular dieta cetogénica o el método Atkins, estas estrategias han cobrado popularidad por los beneficios que prometen, que por lo general están ligados a la pérdida de peso. 

Pero antes de sumarte a estas tendencias dietéticas, necesitas investigar si es beneficioso para ti disminuir los hidratos de carbono en alimentos. Por eso, en este artículo, te contaremos en qué consiste seguir una dieta baja en carbohidratos y cómo puede beneficiarte.

¿Qué es exactamente una dieta baja en carbohidratos?

Una dieta baja en hidratos de carbono es un plan de alimentación que limita el consumo de carbohidratos, promoviendo alimentos altos en proteínas y grasas saludables. Los carbohidratos constituyen la principal fuente de energía para nuestro organismo y están presentes en comidas como pan, pastas, arroz, frutas e incluso vegetales.

El propósito principal de este tipo de dietas es disminuir los carbohidratos y forzar al organismo a emplear otras fuentes de energía, como las grasas acumuladas, lo que podría dar como resultado la pérdida de peso. 

Dependiendo de la dieta que elijas, la ingesta diaria de carbohidratos puede restringirse a entre 20 y 150 gramos al día. Pero no todas las dietas con bajo contenido de carbohidratos son iguales. Algunas son más estrictas, como la dieta cetogénica, mientras que otras ofrecen más versatilidad en la selección de los alimentos.

Beneficios de una dieta baja en carbohidratos

Uno de los mayores beneficios de una dieta baja en hidratos de carbono es su efectividad en la reducción de peso.

Al disminuir el consumo de carbohidratos, se reducen los niveles de insulina en el organismo, lo que promueve la eliminación de grasas guardadas y las convierte en fuente de energía. Además, esto también implica una reducción de la grasa en el abdomen, que está relacionada con un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón.

Además, adherirse a este régimen alimentario puede contribuir a regular los niveles de glucosa en la sangre. Esto la hace una alternativa atractiva para individuos con diabetes tipo 2 o prediabetes, dado que puede incrementar la sensibilidad a la insulina y disminuir la necesidad de fármacos en ciertas situaciones.

Otra ventaja de una dieta baja en carbohidratos es su habilidad para disminuir los antojos y la sensación de hambre. Y es que una alimentación alta en proteínas y grasas saludables puede prolongar la satisfacción, reduciendo la tendencia a consumir excesivamente.

Los riesgos de reducir los carbohidratos demasiado

Disminuir significativamente los carbohidratos también presenta desafíos. Uno de los efectos adversos más habituales es la conocida “gripe keto”, que sucede durante las primeras semanas mientras el organismo se ajusta al cambio. En este periodo, numerosas personas presentan síntomas como cansancio, mareos y problemas para enfocarse.

Restringir un grupo de alimentos puede ocasionar deficiencias nutricionales si la dieta no se realiza y planifica adecuadamente. Debes tener en cuenta que los carbohidratos no solo aportan energía, sino que también constituyen una fuente relevante de fibra, vitaminas y minerales vitales. 

Una alimentación reducida en hidratos de carbono que no cuenta con una diversidad de vegetales y fuentes de nutrientes puede incrementar la probabilidad de padecer trastornos digestivos y faltas vitamínicas.

¿A quién le conviene seguir una dieta baja en carbohidratos?

Una dieta baja en carbohidratos es conveniente para aquellas personas que buscan reducir el peso y están dispuestas a seguir una dieta estructurada. Del mismo modo, es una dieta muy beneficiosa para personas con diabetes tipo 2 que buscan mejorar el control de su glucosa.

Pero es una dieta que no se recomienda para niños, adolescentes en desarrollo o mujeres embarazadas, dado que estos grupos necesitan una alimentación balanceada que garantice todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Igualmente, las personas con afecciones renales o hepáticas necesitan tener un cuidado especial, dado que el incremento en la ingesta de proteínas podría sobrecargar sus órganos.

No olvides que cada cuerpo es diferente. Mientras que para algunas personas una dieta baja en hidratos de carbono puede ser eficaz, para otras pudiera ser sumamente agotadora o perjudicial para la salud. Por eso, siempre es una buena idea consultar a un nutricionista o médico antes de hacer cambios en la dieta.