El Grupo de Alto Nivel para el Sector Vitivinícola ha emitido una serie de recomendaciones destinadas a garantizar la adecuación del sector vitivinícola de la UE. Estas recomendaciones fueron refrendadas por los 27 países de la UE y compartidas con representantes de las principales organizaciones de partes interesadas en la reunión final del Grupo. El Grupo pide a la Comisión Europea que evalúe cómo y cuándo se pueden integrar estas propuestas en el marco de la política vitivinícola de la UE, subrayando la necesidad de apoyar a los productores de vino y a las regiones de toda Europa para que se adapten a un futuro difícil. El comisario Hansen asistió a la última reunión y pronunció unas observaciones finales en las que destacó la importancia de las recomendaciones y los esfuerzos de colaboración del Grupo.

Las recomendaciones del Grupo consisten en una serie de acciones políticas específicas para abordar los retos a los que se enfrenta el sector vitivinícola y se centran en tres ámbitos clave: alinear la producción de vino con la demanda, aumentar la resiliencia a los desafíos del mercado y del clima, y adaptarse a las tendencias para aprovechar las nuevas oportunidades del mercado.

En primer lugar, las recomendaciones reconocen la fortaleza y el elevado potencial de los instrumentos políticos existentes, haciendo hincapié en la necesidad de optimizar su uso, pero concluyen que estos instrumentos pueden ajustarse y reforzarse para hacer frente a los retos del futuro a fin de garantizar el éxito continuo del sector.

El Grupo hace hincapié en la necesidad de gestionar el potencial de producción de vino para abordar el exceso de oferta estructural siguiendo un enfoque coherente y estratégico a nivel nacional, con medidas adaptadas para mejorar la competitividad, la sostenibilidad y la resiliencia. Estas herramientas incluyen regímenes de arranque específicos para determinadas regiones o vinos, una modulación temporal del potencial de producción a través de un sistema de gestión más flexible para las autorizaciones de plantación y replantación de vid, o mecanismos para facilitar el ajuste de los rendimientos de uva. 

El grupo también subraya la necesidad de fortalecer la resiliencia de los viticultores a los riesgos del mercado y climáticos mediante la lucha contra las prácticas comerciales desleales de manera más efectiva, y una mejor orientación del apoyo a herramientas mejoradas de gestión de riesgos y soluciones de seguros innovadoras, y la alineación de las inversiones con los planes de adaptación al cambio climático. En lo que respecta al presupuesto de la política agrícola común (PAC) para el sector vitivinícola, el Grupo recomienda dar flexibilidad a la gestión financiera y modificar los programas nacionales de apoyo dedicados al vino para permitir una reacción más rápida a los acontecimientos del mercado o climáticos.

Por último, el Grupo subraya la necesidad de facilitar la adaptación del sector a las cambiantes preferencias de los consumidores y a las tendencias del mercado mundial mediante la mejora de la recopilación de datos, la facilitación de las técnicas y la promoción de productos vitivinícolas adaptados a los nuevos gustos y demandas, incluidos los vinos desalcoholizados, y el apoyo a la innovación. También destaca las oportunidades para el sector en la promoción de los vinos de la UE como mensajeros de la sostenibilidad, la protección del paisaje, el desarrollo rural y la cultura, la importancia de facilitar las ventas directas de los productores a los consumidores y la necesidad de fomentar el enoturismo.

Antecedentes

El sector vitivinícola de la UE es un pilar del patrimonio cultural de la UE y aporta una contribución vital a la economía, la sociedad y las zonas rurales de la UE.  El vino de la UE está vinculado a valores como la tradición, la sostenibilidad, la protección del paisaje, la cultura, la gastronomía y el turismo, y tiene una gran importancia para la sostenibilidad económica de las zonas rurales y la población. 

El Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola se creó para debatir los retos y oportunidades para el sector vitivinícola. Reflexionó sobre cómo apoyar mejor al sector para hacer frente a los desafíos actuales, mejorar la competitividad y explorar nuevas oportunidades de mercado. La disminución del consumo y los cambios en sus patrones exigen ajustar el potencial de producción y facilitar el desarrollo de productos más acordes con las preferencias de los consumidores, lo que requiere un marco jurídico reactivo y una mejor información de los consumidores. 

Si bien la UE es líder mundial en producción de vino (60 %), consumo (48 %) y valor exportado (60 %), los cambios sociales y demográficos están afectando a la cantidad, la calidad y los tipos de vino consumidos. El consumo de vino está en su nivel más bajo en las últimas tres décadas. Los consumidores prefieren cada vez más vinos más frescos y ligeros u otras bebidas más fáciles de conseguir y beber. Los mercados tradicionales de exportación de vinos de la UE se ven afectados por una combinación de factores geopolíticos y de desconsumo, lo que da lugar a patrones de importación más inciertos. Además, la producción se está volviendo impredecible, dada la extrema vulnerabilidad del sector vitivinícola al cambio climático. La Comisión está trabajando con los Estados miembros de la UE para ayudar al sector vitivinícola a adaptarse a estas nuevas realidades complejas. Los últimos datos sobre el sector vitivinícola pueden consultarse en el Observatorio del Mercado del Vino.