Investigadores de los departamentos de Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial y Ciencia de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica y Química Inorgánica de la Universidad de Cádiz y del departamento de Ingeniería Química, Química Física y Ciencias de los Materiales de la Universidad de Huelva, en colaboración con los Institutos de Ciencias Materiales y de Recursos Naturales y Agrobiología, ambos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, han contribuido a crear un nuevo modelo de tapón de corcho para vinos espirituosos, ya en el mercado, que mejora las propiedades funcionales de otros que ya se comercializan. En concreto, han conseguido que soporte los ciclos de apertura y cierre en la botella sin sufrir desgaste de material ni afectar a su sabor y su olor.
El nuevo tapón es resistente a la torsión y tiene propiedades viscoelásticas mejoradas. Es decir, se adecúa al cuello de la botella una vez descorchada y permite cerrarla nuevamente sin sufrir desgaste de material ni afectar a las propiedades organolépticas de este licor, como su olor o su sabor.
El corcho que compone este nuevo tapón es aglomerado. Contiene tejido vegetal triturado y prensado unido con aglutinantes, que puede ser adhesivo u otros componentes que facilitan su compactación. Reúne además propiedades mejoradas frente a otros tapones que ya se encuentran en el mercado: ligeros, impermeables, adherentes, flexibles, viscoelásticos…
Para llegar a estas conclusiones, los expertos debieron llevar a cabo una caracterización ciega de tres tapones líderes del mercado para identificar su composición y determinar a partir de los resultados obtenidos qué componentes debe reunir un prototipo apto para el embotellamiento de vinos y bebidas espirituosas. Además, los expertos han sometido a las muestras analizadas a pruebas y ensayos de fuerza, resistencia, temperatura y torsión, entre otras, para conseguir un modelo adecuado a las necesidades del envasado de cada botella.
Los responsables del trabajo analizaron la composición y el comportamiento de 18 prototipos de tapones, cada uno diseñado con una formulación química y física diferentes y un comportamiento dinámico concreto según su estructura material. De todos ellos analizaron siguiendo métodos estadísticos un total de 23 parámetros físico-químicos, como por ejemplo: resistencia a la compresión, a la tracción, a la torsión, densidad aparente, porosidad, humedad, viscoelasticidad o temperatura de transición vítrea…
TIPOS DE TAPONES DE CORCHO
Tradicionalmente, en el embotellamiento del vino y otras bebidas espirituosas se han usado tapones de corcho natural, por su impermeabilidad y porosidad, entre otras características. Igualmente, dependiendo de su composición existen diferentes tipos de tapones de corcho: sintético o aglomerado, es decir, fabricados con microgránulos de corcho.
Actualmente, se emplea este último tipo para evitar el riesgo de la absorción de olores, entre otras razones. “El corcho natural para el envasado se ha dejado de usar en la industria vitivinícola porque el aglomerado tiene propiedades viscoelásticas que facilita el descorche y posterior cierre de la botella nuevamente. Con ello se obtiene un producto de calidad que cumple con los estándares de envasado del sector”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Cádiz Miguel Suffo, autor principal del estudio.
El estudio, publicado en la revista Food Packaging and Shelf Life, se planificó en tres fases. En la primera, los expertos estudiaron tres muestras de productos comerciales de empresas líderes del mercado vitivinícola actual. Una vez recabaron toda la información, analizaron cinco prototipos de tapones mediante pruebas físicas y químicas, comprobaron su comportamiento estático y dinámico ante el cambio de temperaturas y probaron su torsión y viscoelasticidad. En una segunda fase analizaron cinco nuevos prototipos creados a partir de los resultados iniciales. “Estos tapones contenían corcho aglomerado y los sometimos a una nueva serie de ensayos específicos para evaluar su respuesta. Observamos que las propiedades físico-termomecánicas como la viscoelasticidad, la humedad, la rigidez o la resiliencia de estas piezas eran idóneas para la selección del tapón que buscábamos”, asegura Suffo.
En la tercera y última fase, los expertos volvieron a identificar y probar nuevos prototipos fabricados con los resultados alcanzados en análisis previos. Con todos los resultados obtenidos, evaluaron qué parámetros coincidían en los tapones, como la densidad aparente, la resistencia a la humedad, la rigidez, la capacidad de torsión. Tras compararlos, concluyeron que una de las muestras diseñadas por los investigadores reunía las propiedades de los primeros tapones analizados, aquellos que ya están en el mercado. “Hemos conseguido un modelo que puede competir con las mismas propiedades que los iniciales y presenta además otras características que lo hacen más resistente”, subraya el responsable del estudio.
Este trabajo ha sido financiado por la empresa Herederos de Torrent Miranda, perteneciente al Grupo Torrent, entidad dedicada a la fabricación de tapones para licores, bebidas espirituosas y aceite de oliva virgen con presencia internacional. El tapón de corcho aglomerado diseñado en colaboración con los expertos de la Universidad de Cádiz ya se comercializa por parte de estos fabricantes de tapones.
Tras realizar este trabajo, los investigadores de la Universidad de Cádiz estudian la viabilidad de emplear subproductos como serrín de corcho como compuesto alternativo al plástico que forman las coronas de tapones hechos de este material.
Referencia
M.Suffo; D. L. Sales; E. Cortés Triviño; M. de la Mata y E. Jiménez: ‘Characterization and production of agglomerated cork stoppers for spirits based on a factor analysis method’. Food Packaging and Shelf Life. Volume 31. 2022.