Un grupo de investigadoras del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Alicante en el proyecto “Desarrollo de bioaromas naturales para aumentar la vida útil de alimentos frescos y reducir el desperdicio alimentario”, que tiene como objetivo lograr nuevos materiales plásticos sostenibles a partir de residuos de piña, tanto del corazón como de la corteza, que tengan sistemas activos naturales sinérgicos de doble acción.
Las investigadoras han logrado el primer resultado: un nuevo material que contiene compuestos naturales activos con capacidad antioxidante. En concreto, el material plástico no solo tiene la capacidad propia de ser continente, sino que interactúa sobre el alimento que almacena y le incrementa su capacidad de conservación, por lo que aumenta su vida útil.
Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de validación mediante el estudio del impacto del material, al que se le está aplicando un control del enranciamiento de alimentos frescos envasados, como la carne roja, a la que se está consiguiendo aumentar su vida útil. Por otro lado, la investigación estudia, además, la incorporación de compuestos activos potenciadores del aroma, que procederían también de residuos de la piña y que estarían destinados a mejorar la experiencia sensorial del consumidor a través del sentido del olfato.
El proyecto, financiado dentro del programa propio del Vicerrectorado de Investigación para el Fomento de la I+D+I en la Universidad de Alicante, está liderado por investigadoras del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Alicante, en colaboración con el grupo Anecoop y con la participación de investigadoras procedentes de los centros internacionales Sigma Clermont (Francia) y la Universidad Tecnológica de Panamá. En concreto, el grupo investigador se compone por las profesoras Ana Beltrán y Arantzazu Valdés, del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología, y las investigadoras María Soledad Prats, Raquel Sánchez y Adriana Juan.
Según explica Valdés, «nuestra función principal es el desarrollo de películas comestibles de origen natural con extractos antioxidantes y con capacidad aromática obtenidas de residuos de la piña para su posterior aplicación en la industria del envasado de alimentos».
En el mismo sentido, matiza Beltrán que «dichos residuos podrían ser una buena fuente de compuestos antioxidantes, muy útiles en la prevención del deterioro oxidativo de alimentos grasos, así como fuente de aroma afrutado y dulce útil para su incorporación en productos alimenticios y envases activos como aditivo potenciador del aroma en alimentos y bebidas. Así, se le otorga una segunda vida a unos residuos que pueden superar el 50% del peso total de cada pieza».