Los especialistas llevan años intentando dejarlo lo más claro posible: una persona adulta debe beber entre 2 y 3 litros de agua al día para mantener su organismo correctamente hidratado. Esto implica mantener cierto hábito que muchas veces cuesta seguir, pero que se suele solventar bastante bien si se usan botellas reutilizables. Llevarlas en el trabajo, en el metro, en la rutina diaria, hace que hasta las personas más despistadas sean capaces de beber las cantidades recomendadas por especialistas.



Ahora bien, es importante saber que los materiales de los que están hechas estas botellas también influyen enormemente en nuestra salud. Recientemente se ha demostrado que los seres humanos tenemos microplásticos en nuestro organismo debido a los vertidos de las aguas, los tratamientos de determinados alimentos y, por supuesto, los envases en los que preservamos tanto comidas como bebidas. Y eso nos lleva al punto anterior, al de las botellas reutilizables. ¿Cuáles son las opciones más saludables que debemos elegir a la hora de mantenernos hidratados?



Los mejores materiales para botellas

Un aspecto clave a tener en cuenta, sobre todo si pensamos en plásticos, es conocer el componente bisfenol A, comúnmente conocido como BPA. Este químico está en muchos plásticos y, bajo ciertas condiciones, puede pasar del plástico a los alimentos o líquidos con los que está en contacto, con lo que eso implica para nuestra salud. Es un componente muy difícil de eliminar del organismo, por lo que evitarlo debe ser prioritario.



Con este punto de partida, el primer material que recomendamos para una botella es el acero inoxidable. Es una de las mejores soluciones si quieres conservar la temperatura del agua o del líquido que estás guardando en el interior de la botella, y además está pensado para no transmitir ningún componente y aisllar al máximo. De hecho, también es recomendable por su alta resistencia al desgaste y a los impactos. Si tu día a día es bastante ajetreado, incluso a la hora de comer o de cenar, esta es la mejor opción posible.



En el otro extremo tenemos las botellas de vidrio. Lo mejor de estas es que no alteran en absoluto el sabor y son muy fáciles de limpiar. De hecho, son la mejor opción posible si lo que quieres es conservar tu agua en las mejores condiciones, aunque no son muy buenas para mantener la temperatura y su fragilidad salta a la vista. Si puedes optar por ellas y mantenerlas en lugares fríos, sin duda deben ser tu prioridad.



Por último, tenemos que hablar de las botellas de plástico sin BPA. Son duras, son resistentes y, con la construcción adecuada, pueden conservar bien la temperatura del agua en su interior, aunque no tanto como el acero. Además, al no contar con BPA eliminan el principal riesgo de las botellas de plástico tradicionales. No obstante, no son precisamente la solución más sostenible.



¿Cuál elegirías de las tres? Existen otros materiales, pero, dentro del campo de la alimentación y de la salud, estos tres tipos de botellas son los mejores si estás buscando una botella reutilizable que te acompañe en el día a día y te ayude a mantenerte hidratado.