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Método analítico para verificar contenido en harina integral del pan
En las cocinas es importante conocer exactamente la fecha de caducidad de los alimentos que se manipulan para evitar intoxicaciones alimentarias, garantizar la seguridad del producto y la satisfacción del cliente.
Pero, ¿qué ocurre una vez abierto el envase o descongelado el producto? ¿Cómo calcular de manera rápida y efectiva cuánto tiempo se podrá mantener ese producto en buen estado?
Como bien destacan desde Brother, el etiquetado en la propia cocina es vital para conocer las nuevas fechas de caducidad de los alimentos.
Riesgos de un mal etiquetado en cocinas en la manipulación de alimentos
El etiquetado en toda la cadena alimenticia, desde la producción inicial del producto hasta el momento en que llega al consumidor final, debe ser perfecto. Un error en cualquier punto del proceso podría suponer un problema sanitario debido a posibles reacciones alérgicas, mal estado de los alimentos o una conservación inadecuada.
Por lo general las etiquetas están presentes en todas las etapas, pero hay un momento en el que se pierde esa validez del etiquetado y es en el momento en que se abre el envase. A partir de ese momento la fecha de caducidad impresa en el etiquetado original del producto deja de ser válida, por lo que la posterior manipulación de ese alimento implica que la duración con la que puede consumirse con seguridad cambia.
Para evitar posibles problemas de intoxicación alimentaria, el preparador debe rellenar una etiqueta con los datos del producto, entre otros: tipo o categoría, la fecha de preparación, la caducidad y el nombre de la persona que lo ha manipulado. Estos datos son imprescindibles para su posterior trazabilidad, ya que sin ellos no podríamos conocer si el uso de ese producto es seguro o no. El problema viene a la hora de fijar todos esos datos de una manera fidedigna.
El sistema más usado en las cocinas de los restaurantes y otros establecimientos es el de crear etiquetas de forma manual, realizando los cálculos de la nueva fecha de caducidad mentalmente. Si bien esto ha sido relativamente efectivo durante mucho tiempo en la manipulación de alimentos, actualmente ha dejado de ser útil. Este sistema puede traducirse en una baja productividad, ya que ralentiza el trabajo de los preparadores y es posible cometer errores derivado de una mala interpretación de la letra manuscrita o un fallo en el cálculo de fechas.
Para evitar problemas en la trazabilidad en cocinas en esta etapa del proceso, lo más adecuado es ayudarnos de la tecnología.
Automatización, la solución para el etiquetado de alimentos en cocinas
La automatización en el etiquetado de alimentos ha sido uno de los grandes avances dentro de este campo, ya que ha permitido no solo reducir el tiempo necesario para procesarlos, sino reducir de una manera drástica los errores en el etiquetado, garantizando por tanto la seguridad en todo el proceso.
Dentro de esta área concreta, el etiquetado de los alimentos en cocinas de restaurantes y centros de procesado de alimentos, es necesaria una solución específica: calcular de manera automática la nueva fecha de caducidad de los productos una vez abiertos o descongelados y poder imprimir la etiqueta correspondiente en el momento.
Al realizar un etiquetado de estas características es importante tener en cuenta qué factores son imprescindibles a la hora de buscar una solución tecnológica que sea realmente útil y fiable:
- Productividad - Una de las ventajas más inmediatas de usar un equipo de estas características es la de realizar el etiquetado y la trazabilidad de una manera mucho más rápida y sencilla. El ahorro de tiempo permite mejorar la productividad general del negocio.
- Trazabilidad - Los códigos de barras son imprescindibles para garantizar la trazabilidad de los alimentos. La capacidad para generar e imprimir estos códigos es importante, ya que su uso facilita la revisión y la actualización de toda la información en tiempo real.
Sin errores - La mayoría de los errores se producen cuando el cálculo de la nueva fecha de caducidad se hace de forma mental o cuando la etiqueta se escribe a mano. Una mala interpretación de la letra o una fecha de caducidad incorrecta pueden tener graves consecuencias.
- Personalización - Cada empresa suele tener necesidades específicas en cuanto a la trazabilidad de los alimentos, por eso es importante una solución que permita la preconfiguración de etiquetas, pudiendo por ejemplo crear plantillas con diferentes parámetros como pueden ser distintas fechas de caducidad por cada ingrediente.
- Conectividad - Incorporar Bluetooth y WiFi otorga a este tipo de soluciones una gran versatilidad, al poder conectarse en cualquier momento a las bases de datos que use la empresa, independientemente de donde se encuentre ubicada la impresora.
- Software de creación de etiquetas específico - Contar con un software específico para el diseño de etiquetas, conexión a la base de datos, cálculo de fechas de caducidad, almacenamiento de plantillas etc. suele ser garantía de productividad.
- Usabilidad - Para seguir en la línea de la productividad, es importante que la etiquetadora sea:
1. Intuitiva: por ejemplo, mostrando la información en un panel de manera gráfica
2. Fácil de usar: con un panel táctil que muestre la información y las opciones de manera sencilla
3. Práctica: que sea portable
4. Personalizable: con diferentes accesorios que se adapten a las necesidades sin dedicar mucho tiempo a su mantenimiento
- Fiabilidad – Robustez y preparada para entornos de trabajo exigentes
Todas estas funcionalidades son importantes, y cuando optemos por tecnología para automatizar el proceso es recomendable que cubra los requerimientos de manera holgada.
El papel del etiquetado en la trazabilidad de alimentos en las cocinas
El etiquetado manual para actualizar las fechas de caducidad de alimentos que ya han sido abiertos resulta poco efectivo y lento, siendo un riesgo para el negocio. Con la tecnología actual podemos cubrir con creces esta necesidad, resultando mucho más práctico, sencillo y productivo.
La automatización de los procesos evita los clásicos errores de las notas manuscritas a la vez que permite una mejor trazabilidad de todos los ingredientes de los alimentos. Las soluciones de trazabilidad de alimentos son una apuesta segura para evitar intoxicaciones e informar al consumidor sobre la presencia de alérgenos
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