Noemí Ramos
Responsable de Calidad en Aceites Sandúa
La calidad en el sector alimentario es hoy en día una prioridad indiscutible. En nuestro sector, el aceite de oliva es un producto reconocido por su gran sabor y sus beneficios para la salud. Y los aceites vegetales, como girasol y semillas, son valorados por su alto rendimiento en la elaboración de platos y productos alimentarios. En Sandúa, la calidad y la seguridad alimentaria de nuestro aceite es más que una meta: estamos inmersos en un proceso continuo que se refleja en cada etapa de nuestra producción.
50 AÑOS DE COMPROMISO CON LA CALIDAD
Desde su fundación en 1975, por Lorenzo Sandúa y Merche Escribano, hasta la actualidad, con la segunda generación al frente, teniendo como directora general a Laura Sandúa y director de producción a José Luis Sandúa, esta empresa familiar ha mantenido la calidad como principal filosofía de trabajo.
Fruto de este compromiso con una alimentación saludable y la calidad, Sandúa fue pionera, hace ya 50 años, en evitar las grasas vegetales como palma o coco, ricas en ácidos grasos saturados y perjudiciales para la salud cardiovascular. En su lugar, nuestros aceites poseen un alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que ayudan a controlar el nivel de colesterol.
Esta filosofía se plasma día a día en el departamento que dirijo. Sandúa dispone de un laboratorio para realizar análisis físico-químicos, equipado con una avanzada tecnología; además de un laboratorio de I+D que investiga nuevas soluciones de aceites para freír adaptados a las necesidades del mercado, en los que Sandúa es una empresa destacada.
En este espacio especializado en innovación, se desarrollan nuevos productos especializados que consiguen aguantar altas temperaturas, reducir los malos olores y humos; y mantener la calidad y buen estado, durante más tiempo, del producto frito.
De esta manera, la industria agroalimentaria y la hostelería cuentan con Sandúa como uno de sus referentes en la elaboración de productos y platos con todas las garantías de calidad y valor saludable.
EL CAMPO, NUESTRO ORIGEN
Al mismo tiempo, Sandúa siempre ha estado muy unida al origen de nuestros productos, al agricultor y al sector productor olivarero. Esa tradición milenaria, junto a nuestra experiencia como agricultores, nos permiten ofrecer al consumidor final un aceite de oliva que destaca por su calidad y sabor excepcionales.
Sandúa cultiva su propia finca de olivares ‘Capricho Navarro’ en el término municipal de Ablitas (Navarra), al lado de nuestras instalaciones, y en el entorno paisajístico de la laguna de Lor. Nos encontramos en una zona, la Ribera de Navarra, donde el cultivo de olivos posee una tradición que se remonta a época romana.
Toda nuestra producción es ecológica y certificada por los estándares de agricultura orgánica de la UE, que corrobora la entidad encargada a nivel local, CPAEN (Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra).
En nuestra finca cultivamos olivos que producen variedades como arbequina, empeltre y arróniz, esta última destaca por ser una variedad autóctona de Navarra. De esta producción obtenemos nuestros aceites de oliva virgen extra de categoría premium, incluido el que recoge el nombre de la finca, Capricho Navarro, acogido a la Denominación de Origen Navarra.
Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos, podemos monitorear en tiempo real si se están cumpliendo los estándares de calidad exigidos en cada fase de la producción: desde el cultivo de la aceituna hasta el envasado del producto final. Esto nos permite optimizar nuestros procesos y garantizar que cada botella de aceite de oliva que llega al consumidor cumpla con los más altos niveles de calidad.
SISTEMAS DE CALIDAD INTERNACIONAL
Toda nuestra apuesta por la calidad y la seguridad alimentaria se ve reflejada en la implementación de las normas de calidad más exigentes en el sector de la industria agroalimentaria, a nivel internacional.
Aceites Sandúa cuenta con los sistemas de calidad IFS y BRC, que renueva anualmente, y que nos motiva a mantener unos altos estándares de forma eficaz y continuada en todos nuestros procesos.
Además, contamos con el certificado Kosher para el mercado judío, que implica un control exhaustivo de la calidad del producto y de sus modos de producción.
De este modo, Sandúa sigue demostrando que la calidad no es solo nuestra prioridad, sino un principio que guía cada decisión, proceso y acción que llevamos a cabo en la empresa. El compromiso con la mejora continua, el control de los procesos y la integración de la sostenibilidad aseguran que podamos ofrecer a los consumidores una amplia gama de aceites de oliva y aceites vegetales que reflejan nuestra tradición, innovación y responsabilidad con el entorno.