María Cardona Morales
Directora Corporativa de Calidad y Científico de No Calidad en Familia Martínez (Embutidos Martínez, Platos Tradicionales, Cinco Tenedores, La Pila Food)
En Familia Martínez somos especialistas en elaborar alimentos para que las personas coman de forma sabrosa, saludable, sencilla y sostenible. En Familia Martínez se integran diferentes empresas de alimentación entre las que se encuentran Platos Tradicionales, Embutidos Martínez, Cinco Tenedores, La Pila Food y Quicook. Tenemos una forma de ver la calidad en términos relativos que es al nivel en el que los productos que fabricamos satisfacen o incluso, llegan a superar las expectativas de los consumidores. Entendemos la calidad como un proceso de entendimiento y traducción de dichas necesidades en especificaciones técnicas de producto y proceso de fabricación.
Debido a la naturaleza cambiante de las demandas, motivadas tanto por aspectos personales como por situaciones coyunturales que nos trascienden e incluso nos atropellan, no nos gusta hablar de calidad sino de un proceso de mejora continua y una potente herramienta de sostenibilidad empresarial. Esta filosofía lleva necesariamente implícito incorporar un fuerte componente tecnológico y científico en todas las etapas de la cadena de producción.
La automatización y la digitalización permiten reducir errores humanos y costes por “no calidad” y reorientar los recursos hacia aquellas operaciones que aporten valor a cliente/consumidor. En este sentido, en nuestros procesos de fabricación, el análisis de datos se ha convertido en una herramienta esencial para poder trabajar cada vez más en predictivo, y tener capacidad de anticipación.
El concepto de “no calidad”
Con este concepto interno, definimos un reto planteado en nuestros productos o procesos que aún no está resuelto. Para afrontar estos desafíos, debemos actuar de manera rápida y certera, y en ocasiones, necesitamos contar con la ayuda de expertos en diferentes materias o disciplinas de conocimiento, como pueden ser, entre otras: la biotecnología, las matemáticas, la química, la física… y que a priori, puedan parecer lejanas de un proceso de elaboración de alimentos.
Metodologías robustas para una buena gestión de la seguridad alimentaria
Así pues, la mejora continua es un concepto transversal en toda la organización, al igual que la seguridad alimentaria. Avanzamos con la coordinación y el trabajo de todos; en primer término, el consejo de administración y la dirección corporativa, que apoyan y refuerzan la metodología de trabajo que aboga por incentivar e invertir en la mejora de todos los procesos.
Todo esto se traduce después en un fomento de la cultura de seguridad alimentaria, que se extiende a todos los niveles de la organización a través de unos mecanismos de comunicación eficaces y sumando a ellos el conocimiento de universidades, centros tecnológicos y otros organismos de referencia para robustecer los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria.
La importancia vital de invertir en ciencia y tecnología
En este contexto de continuos avances, los equipos multidisciplinares son la clave del éxito, de ahí la importancia de la formación, captación del nuevo talento y alianzas estratégicas. En Familia Martínez tenemos la responsabilidad y el compromiso de ayudar y de formar a las nuevas generaciones y darles nuestro apoyo en su desarrollo. Hay personas ahí fuera que están desarrollando proyectos increíbles, pero muchas de estas iniciativas luego no llegan a la industria. Nosotros queremos lograr ese salto e integrarlas, en la medida de nuestras posibilidades. Para que estas cosas lleguen a suceder, es fundamental que exista una colaboración real con universidades, centros de investigación y empresas. En nuestro caso, cada vez apostamos más por esta vía, pero todavía queda camino por hacer. Es importante fomentar la colaboración público-privada como herramienta de desarrollo y sostenibilidad industrial, facilitando el escalado industrial de las pruebas piloto exitosas, que se convierte en una tarea compleja, por el coste y complejidad operacional, así como el inmovilismo por falta de informes vehementes de retorno de la inversión para la toma de decisiones.
Así pues, a modo de resumen, me gustaría señalar que, en la industria alimentaria, seguridad alimentaria y calidad, no son una opción, sino una necesidad, y una herramienta de sostenibilidad, en tanto que constituyen una diferencia competitiva con el objetivo de fortalecer la excelencia y satisfacer al cliente, que es la razón por la que todos estamos aquí.