Carlos Méndez: "Más allá de los avances técnicos: retos de la automatización en la industria alimentaria"
AER Automation
1 de junio, 2025
Creemos que la automatización debe ser una palanca democratizadora del crecimiento económico y un elemento esencial para mejorar la competitividad
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Carlos Méndez, presidente de AER Automation
Pocas industrias conectan tanto con lo esencial como la alimentaria. Hablamos de lo que comemos, de cómo lo producimos y de cómo lo hacemos llegar a millones de personas cada día. Por ello, la automatización y la robótica en esta industria son mucho más que avances técnicos: son una respuesta necesaria a los grandes retos de nuestros tiempos como la seguridad alimentaria, la calidad del producto, la sostenibilidad y la reducción del desperdicio. Desde AER Automation, creemos que esta transformación solo tiene sentido si se pone al servicio de las personas: del talento que la hace posible, de las PYMES que sostienen nuestro tejido industrial y de un modelo de producción más justo, eficiente y humano.
En 2024, el sector de alimentación y bebidas se ha consolidado en el tercer puesto en el mercado español de robótica industrial, con un crecimiento interanual del +25,3 % y 620 unidades instaladas. Solo los sectores de la automoción y del metal se encuentran por encima. Así lo reflejan los últimos datos de la Federación Internacional de Robótica (IFR), recopilados por AER Automation. Tras este nuevo incremento, la robotización del sector alimentario representa ya el 12 % del parque de robots instalado en España, una cifra que confirma que la industria alimentaria ha comprendido el verdadero valor de la automatización: no solo como palanca de eficiencia, sino también como motor de innovación y garantía de calidad.
La industria alimentaria se enfrenta hoy al doble reto de adaptarse a unas normativas cada vez más exigentes —en seguridad, higiene, desinfección y trazabilidad— y de responder a un consumidor cada vez más informado, más comprometido con la sostenibilidad y más riguroso con sus hábitos. Superar estos retos requiere incorporar soluciones tecnológicas avanzadas y versátiles, en las que la automatización juega un papel clave. Pero la tecnología, por sí sola, no basta. Hace falta también estrategia, acompañamiento y formación. Por eso, desde AER Automation trabajamos para estar al lado de las empresas —grandes y pequeñas— ayudándolas a transitar este camino con garantías.
Nuestra misión como asociación es clara: automatizar la pyme española. Creemos firmemente que la automatización debe ser una palanca democratizadora del crecimiento económico y un elemento esencial para mejorar la competitividad del tejido productivo.
Para lograrlo, centramos nuestros esfuerzos en tres grandes ejes: impulsar a las pequeñas y medianas empresas, desarrollar el talento y promover modelos sostenibles. Automatizar no es solo incorporar robots, sino también transformar procesos, capacitar a las personas y construir una industria más eficiente, resiliente y comprometida con el futuro.
En el caso del sector alimentario, la automatización juega un papel crucial en la mejora integral de los procesos productivos. En primer lugar, permite fortalecer la seguridad alimentaria al reducir la intervención manual, minimizando así el riesgo de contaminación y errores humanos. Además, hace posible implementar controles más rigurosos y constantes en las líneas de producción, asegurando el cumplimiento de normativas sanitarias cada vez más estrictas y garantizando la trazabilidad en toda la cadena.
La automatización también contribuye a la eficiencia energética, optimizando el uso de recursos y reduciendo el consumo innecesario, lo que no solo beneficia a las empresas en términos de costes, sino que también disminuye su impacto ambiental. Otro beneficio fundamental es la minimización del desperdicio alimentario, ya que los sistemas inteligentes y analíticos permiten detectar desviaciones y fallos en tiempo real, facilitando ajustes inmediatos y una gestión más precisa del inventario, lo que evita la sobreproducción y el deterioro de materias primas.
Además, el uso de datos en tiempo real ha transformado la manera en que las empresas alimentarias gestionan su producción y logística. Mediante la analítica avanzada y la inteligencia artificial, hoy es posible anticipar las fluctuaciones en la demanda del mercado con un alto grado de exactitud. Esto optimiza la cadena de suministro, mejora la planificación y reduce los costes asociados a la distribución y almacenamiento.
Finalmente, la integración de estas tecnologías no solo mejora la operativa tradicional, sino que abre nuevas oportunidades para innovar en modelos de negocio. Las empresas pueden ofrecer productos personalizados, adaptados a las preferencias específicas de los consumidores, y adoptar prácticas más sostenibles, como el uso de materiales ecológicos y procesos de producción con menor huella ambiental. En conjunto, la automatización se convierte en un motor de innovación que impulsa la competitividad del sector alimentario, haciéndolo más eficiente, seguro y responsable con el entorno.
Para que estos avances se consoliden y escalen, es imprescindible un compromiso conjunto. Se necesita un marco de apoyo claro y sostenido, con incentivos que faciliten especialmente a las PYMES dar el salto hacia la automatización. La formación técnica y digital es clave para preparar a las nuevas generaciones y valorizar el talento existente en las industrias. Además, es fundamental crear espacios reales de colaboración entre administraciones públicas, empresas, centros de conocimiento y asociaciones.
Solo con este esfuerzo conjunto podremos construir una visión de país centrada en la automatización. En AER Automation mantenemos firme nuestro propósito: ser ese punto de encuentro que impulse una automatización más humana, inclusiva y sostenible. Porque automatizar va más allá de la tecnología: es tener también una visión clara que conecte la innovación con un propósito compartido. Este es el verdadero reto y la gran oportunidad para la industria alimentaria.
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