Mario F. Navarro: "Tenemos un pasado, queremos un futuro"
AEA (Asociación Española de Apicultores)
23 de mayo, 2021
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Mario F. Navarro
Presidente de la AEA (Asociación Española de Apicultores)
Este jueves 20 de mayo en el Día Mundial de las Abejas celebramos la supervivencia de nuestras abejas a pesar de todas las calamidades que las asolan. Sin darnos cuenta, la sociedad española se ha ido alejando del mundo rural, de valores sociales de comunidad, de esfuerzo colectivo por un bien común, de ser, en definitiva, una “colmena”. Hasta volverle a ver las orejas al lobo, el mito de Aristeo amenaza con hacerse real y por hacer colapsar a las abejas de miel.
Deberíamos celebrar la maravillosa existencia y la grandiosa labor de la abeja, alabarla por la ayuda desinteresada que nos hace al fecundar el medio natural y nuestros alimentos, de regalarnos cada año las semillas de la vida. Pero la realidad del gremio es diferente, años de lucha activista demuestran que la comunidad apícola, agrupada en el movimiento asociativo, tratan de convertir ideas en derechos, en mejoras y garantías que logren salvarnos del mito griego y la desaparición de las mismas. Estamos convirtiendo esas “amarguras viejas” de nuestro oficio en “blanca cera y dulce miel”, como decía Machado en su poema, en un futuro que garantice la sostenibilidad ambiental, porque debe quedarnos claro que, sin abejas, no habrá vida.
España afronta retos que no quiere afrontar.
Basamos nuestro sistema productivo agrario en la venta al extranjero, y en un modelo de producción que abusa, esquilma y mata toda vida, abusando del uso de fitosanitarios, herbicidas y fungicidas, que aniquilan la vida de las abejas y del resto de insectos polinizadores. Más de dos centenares de sustancias activas legalizadas, de uso agrario, privado y por la administración pública (que abusa del glifosato) y que contamina nuestros suelos, los alimentos, esquilma el medio natural y su biodiversidad, nos mata millones de abejas en nuestras colmenas cada año. No nos queremos dar cuenta que este camino nos lleva al colapso. Y siempre será nuestra meta, stop biocidas, soluciones al cambio y valentía por comer más sano, más local, más de temporada.
La apicultura moderna lucha por el consumidor. Hace un par de inviernos, una fría mañana de enero, el Congreso amaneció con una inusual estampa, cientos de pacíficos apicultores, agrupados bajo el paraguas de más de sesenta asociaciones de apicultores con nuestro blanco mono y ahumadores, inundamos de dulce protesta defendiendo al consumidor de miel, denunciando el fraude, hasta eliminar la competencia desleal. Y ese parche de Ley de Etiquetado que el Gobierno, en plena pandemia aprobó, solamente aumenta la confusión en el mercado de la miel y agrava los problemas del sector. Un sector cansado de la falta de valentía parlamentaria y de total sumisión a los grandes comercializadores de la miel. Creemos que aún no se entiende nuestro sentimiento de colmena, no vamos a parar hasta eliminar el fraude en la miel.
Nos avalan miles de años de cultivar el noble arte de cuidar abejas.
Desde la Asociación Española de Apicultores, por nuestros fines sociales, nos mueve la necesidad de difundir, defender y mejorar la apicultura y todo lo que ello implica.
Entendemos que en una era post-covid, que a todos nos ha hecho valorar nuestro ahora, es un tiempo de oportunidad. En ese sentido llevamos meses manteniendo reuniones con grupos parlamentarios con un objetivo: ver la apicultura en nuestro sistema educativo, introducir el valor, la importancia, nuestro día a día en la vida de nuestros niños y jóvenes; queremos ayudar a formar una sociedad más consciente con lo que le rodea, más sana, más sostenible y respetuosa con su medio.
Es por ello que venimos proponiendo, y esperamos la valentía parlamentaria, la introducción de la Miel 100% española en los comedores escolares (como en su día se hizo con la leche, el aceite o el pan); queremos que exista una FORMACIÓN PROFESIONAL o FP Apícola, vital y necesaria para garantizar nuestra formación y nuestro relevo generacional; proponemos la creación de una ERASMUS APÍCOLA que ayude a los jóvenes a tener salidas de futuro; queremos hacer el HoneyBreakfast “esloveno”, pues estamos deseosos de ir a los colegios y hacer talleres de educación medioambiental a nuestros niños; creemos en un futuro más responsable y queremos ayudar desde la base.
En definitiva, la apicultura quiere un futuro.
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