^{Carlos Ballesteros}

^{Director general de ANESE}

La industria agroalimentaria es cada vez más consciente de que afronta un importante reto en su hoja de ruta hacia la descarbonización. Por delante, tiene un gran potencial de ahorro energético en incorporar, en toda su cadena de valor, la sostenibilidad.

No cabe duda de que este sector tiene un papel de relevancia para que podamos seguir avanzando hacia la eficiencia energética y hacia la descarbonización de la economía. De ahí que, desde ANESE consideramos que estamos ante una industria fundamental para que se puedan cumplir los objetivos de eficiencia energética definidos por la UE (“energy efficiency first”) que obligan a España a hacer un ahorro de 48.000 ktep en el periodo 2021-2030.

En este punto, las empresas agroalimentarias se pueden apoyar en las empresas de servicios energéticos (ESEs) como el compañero de viaje ideal para poner en práctica muchas actuaciones y estar informados acerca de las novedades regulatorias que pueden facilitar su desarrollo. Y aquí no podemos dejar de mencionar el recientemente aprobado RD 36/23, relativo al establecimiento del “Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE)”, mecanismo que permite a las empresas sujetas al Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE) acreditar el cumplimiento de sus obligaciones a través de la entrega de estos certificados.

Desde la Asociación estamos seguros de que los CAE son la clave de bóveda de la eficiencia energética y aportarán un importante impacto, sobre todo a nivel económico, a la industria agroalimentaria. De hecho, esta podrá mejorar su competitividad y posicionarse más aún a la vanguardia del mercado europeo, gracias al efecto incentivador de los certificados.

Creemos que los CAE pueden llegar a dar un impulso diferenciador a la industria agroalimentaria, junto con las múltiples actuaciones que ya se vienen desarrollando desde el sector.

Además, los certificados representan una gran oportunidad para esta industria, siendo un factor estratégico a la hora de conseguir ahorros energéticos, y un claro facilitador para la acreditación de las obligaciones de ahorros energéticos para el país. Además, uno de los aspectos a destacar en este RD 36/23 es la figura del convenio CAE, como un mecanismo que permite al promotor del proyecto/cliente final ceder su ahorro energético a un sujeto delegado y/u obligado a cambio de una contraprestación.

Las ESEs como sujetos delegados y como partners de la industria agroalimentaria en su camino hacia la descarbonización

Igualmente, las ESEs, como posibles sujetos delegados (una de las figuras contempladas en el RD) son fundamentales para asesorar y ayudar al sector privado, y a sus operadores económicos. Están preparadas para asumir la responsabilidad de ahorro energético.

Como comentaba anteriormente, las ESEs son una importante fuente de conocimiento, pero también de financiación y son portadoras de un modelo de negocio rentable para esta industria que ha visto la necesidad de la implantación de las medidas de eficiencia energética y, gracias a ello, ha paliado en mejor situación que otros sectores los efectos derivados de la alta evolución de los precios originados desde la invasión de Ucrania, con la ayuda de la fuerte competitividad con otros mercados.

Desde nuestra perspectiva, es importante seguir apoyando a esta industria con el asesoramiento técnico especializado y necesario para que puedan diseñar la mejor solución a través de su hoja de ruta de la descarbonización, incorporando por ejemplo, la valorización de los residuos como fuente de energías renovables de las que beneficiarse.

Igualmente, ese apoyo especializado se puede extender a una mejor combinación de eficiencia energética + suministro de energía + actuaciones de producción con energías renovables, todo ello bajo el paraguas de las empresas de servicios energéticos, que pueden impulsar y ayudar en el camino de la descarbonización.