^{Rafael Escudero Alday
Presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición}
 

Los últimos años han supuesto un importante impulso a las políticas y actuaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en su objetivo de garantizar el máximo nivel de seguridad en los productos alimentarios que se ponen a disposición de las personas consumidoras en España. Buen ejemplo de ello es la elaboración del nuevo Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria (PNCOCA 2021-2025), que es el más ambicioso de los aprobados hasta ahora tanto por su metodología (han colaborado hasta cuatro departamentos ministeriales en el proceso de elaboración) como por sus contenidos (por ejemplo, se han incluido por primera vez un programa que evalúa la calidad nutricional de los menús ofertados en los comedores escolares y un programa de control de alimentos comercializados a través de internet, entre otros).

En esta línea, se ha mejorado en estos años la gestión de las alertas alimentarias y su información a la ciudadanía. Asimismo, junto con el sector alimentario español, se ha aprobado una Guía Nacional de Gestión de Alertas Alimentarias y se han adoptado criterios comunes, junto con las Comunidades Autónomas, para la comunicación de alertas a la población.

También se está avanzando en la actualización de la normativa sobre controles oficiales, contemplando los avances tecnológicos y científicos que se han producido, así como las nuevas demandas sociales con el auge del comercio de alimentos y otros productos a través de Internet. Los trabajos al respecto están ya muy avanzados y es previsible que esta normativa esté aprobada en los próximos meses.

Desde el punto de vista de la elaboración normativa, es notable el impulso que se ha dado a la aprobación de nuevas normas. Siempre con la inclusión transversal del principio “One Health”, como puede apreciarse, por ejemplo, en el Real Decreto 1086/2020, por el que se regulan y flexibilizan las condiciones de higiene en la producción y comercialización de alimentos. En este Real Decreto, en línea con el principio “One Health” antes citado, se promueve el desarrollo de sistemas agroalimentarios más sostenibles y se favorece el consumo de cercanía, los canales cortos de comercialización y, entre otros ejemplos, la producción de alimentos más sostenibles. Asimismo, en 2022 se aprobó el Real Decreto 1021/2022 sobre comercio minorista, que ha supuesto una simplificación y homogenización de la normativa aplicable a este sector. Y el Real Decreto 695/2022 sobre videovigilancia en mataderos, el cual ha convertido a nuestro país en pionero -y referencia- en la Unión Europea en la instalación obligatoria de estos sistemas de videovigilancia.

Por otra parte, en agosto se cumplirá un año de la aprobación del nuevo Estatuto de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que ha supuesto la modernización y fortalecimiento de la estructura organizativa de la Agencia. Cabe destacar la creación, también por primera vez desde la propia creación de la Agencia, de una Subdirección General de Nutrición, que ha devenido fundamental a la vista de las transformaciones en los hábitos alimenticios de nuestra sociedad. 

Indudablemente, la pandemia de la Covid-19 y la guerra de Ucrania han cambiado por completo el panorama en la seguridad alimentaria, de manera que garantizar el acceso a alimentos seguros, saludables y medioambientalmente sostenibles para toda la población se ha convertido en uno de los grandes desafíos a los que la AESAN se enfrenta en la actualidad. En un país con una gran riqueza y variedad de alimentos como el nuestro, donde la “dieta mediterránea” forma parte de nuestro patrimonio, la obesidad y el sobrepeso infantil son un problema de salud pública de primer orden. Los datos del Estudio Aladino del año 2019 revelaban que 4 de cada 10 niñas y niños de entre 6 y 9 años padecían sobrepeso u obesidad. Dentro de este porcentaje, es el doble en el caso de familias de rentas bajas, lo cual es inaceptable en términos de salud y de justicia social.

En breve comenzarán los trabajos para el Estudio Aladino 2023 -el informe de referencia para la Administración General del Estado-, donde se podrán analizar los efectos que la pandemia de la Covid-19 ha tenido sobre la salud de nuestra infancia.

De cara a futuro, hay que seguir trabajando para reducir el “entorno obesogénico”. Aspectos como la publicidad dirigida al público infantil de alimentos y bebidas de baja o nula calidad nutricional deben ser regulados, siguiendo las indicaciones de la OMS y la Comisión Europea que insisten en que los niños no deben ser “target” directo de este tipo de publicidad.  Del mismo modo que también sería oportuno desarrollar políticas que garantizaran la calidad nutricional en los comedores escolares, con el objetivo de reducir las desigualdades económicas a la hora de acceder a una comida saludable y sostenible al menos una vez al día en estos centros.

Son muchos los retos a los que habrá de hacer frente la AESAN en los próximos tiempos. La calidad del personal que trabaja en ella es garantía de que se afrontarán con éxito, manteniendo los excelentes niveles de seguridad alimentaria con que contamos en nuestro país.