^{Javier Goñi, presidente de Anffe}

La agricultura está en el centro del debate político y mediático de los grandes países de la UE en los últimos meses. Esta coyuntura -en la que afloran problemas estructurales que buscan soluciones a largo plazo- es una oportunidad para alinear los intereses de un sector vital para nuestra sociedad con las metas de la UE en materia de reducción de emisiones y neutralidad climática.

Las empresas que formamos parte de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe) somos una parte de la solución. Pertenecemos a la cadena de valor de la agricultura, ya que suministramos los nutrientes necesarios para el desarrollo óptimo de los cultivos. Lideramos una creciente actividad en innovación para que los productores españoles y europeos sean cada vez más eficientes, maximizando el rendimiento en aras de la seguridad alimentaria y la rentabilidad de las explotaciones, pero garantizando la plena sostenibilidad medioambiental y la preservación del suelo con soluciones de alto valor añadido. Los problemas que comprometen la viabilidad de la agricultura son también un problema para nosotros, por eso entendemos y respetamos a quienes ejercen su derecho a movilizarse cuando no obtiene la rentabilidad necesaria.

Existe en este debate un consenso de partida. La UE quiere liderar la descarbonización de la economía y la lucha contra el cambio climático. Y, de igual forma, las empresas españolas demuestran con hechos que son un ejemplo mundial de sostenibilidad, con modelos productivos que son un referente de agricultura de precisión, incorporando tecnología para el uso eficiente del agua y la aplicación inteligente de nutrientes.

Las compañías que conformamos Anffe respondemos a este nivel de excelencia con el diseño de los mejores fertilizantes, propiciando la máxima eficacia agronómica con la mínima huella ambiental. Así nos lo exigen nuestros clientes, porque así lo se lo exigen a ellos los consumidores europeos, con una conciencia ecológica profunda y creciente.

Por eso estamos convencidos de que la sostenibilidad de la agricultura puede ser plenamente compatible con la rentabilidad y con la agilidad en la aplicación de normas y requisitos administrativos y burocráticos. Y para ello, la UE debe apoyar aún más al sector primario, para hacer compatible ambos objetivos: unos países agrícolamente sólidos en producciones que sean, a su vez, un paradigma de sostenibilidad. Porque para responder a las exigencias de la sociedad necesitamos un tejido productivo con el músculo necesario para liderar la inversión en todas las áreas que afectan a la I+D+i agronómica.

¿Cuál es el camino? Aprendamos las lecciones de los últimos cuatro años, marcados por una crisis sanitaria global y una fuerte inestabilidad geopolítica tras la invasión de Ucrania. No podemos depender de terceros países en nuestra seguridad alimentaria, ni en los alimentos, ni en los insumos agrícolas.

Es fundamental competir en condiciones de igualdad con las importaciones de fuera de Europa. Esto requiere que solo puedan acceder a nuestros mercados aquellos productos que garanticen los mismos estándares de calidad y respeto al medioambiente que exigimos aquí a los productores. No pueden establecerse requisitos ambiciosos para la cadena alimentaria europea mientras nuestras fronteras están abiertas a modelos productivos que no respetan dichas normas.

Pensemos también en el relevo generacional en el campo: preservar la solvencia de nuestras producciones es también una fórmula de salvaguardar un tejido que genera empleo de calidad en nuestros países. En torno a la agricultura se están desarrollando profesiones que requieren una altísima cualificación en ámbitos como la biotecnología, la transformación digital, el análisis de mercados o la logística.

En Anffe creemos que la conjunción de conceptos como rentabilidad, competitividad, sostenibilidad, seguridad y generación de riqueza es posible y necesaria. Se requiere la mejor voluntad de todos, porque es lo que necesitan nuestros países y estamos dotados de las capacidades técnicas y humanas para lograrlo.