^{Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Lab Spain, organización sin ánimo de lucro que impulsa el movimiento global de empresas B Corp en España, analiza la importancia de que el sector agroalimentario promueva la dimensión ambiental y social de las empresas, así como la aportación del movimiento B Corp en este aspecto}

Hemos construido un sistema agroalimentario extractivista que no es viable económica, social ni medioambientalmente. Actualmente, la industria agroalimentaria es la responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero y la principal causante de que más de la mitad de las tierras de uso agrícola en el mundo ya no sean fértiles; así como de la pérdida de una cuarta parte de la población de insectos terrestres en las últimas décadas, de acuerdo con un artículo de la revista Science. Lejos de promover la producción de alimentos saludables y la protección de la tierra, el actual sistema agroalimentario favorece el deterioro de los suelos, la reducción de la biodiversidad y la aceleración del cambio climático.

Sin embargo, esto no solo afecta negativamente al medio ambiente, sino que también tiene repercusión a nivel social. A día de hoy, los 500 millones de pequeños agricultores responsables de alimentar a casi tres cuartas partes de la población mundial son las personas que tienen las tasas de pobreza y desnutrición más altas, lo que indica una desigual distribución de la riqueza.

¿Y cuál es la solución a todo esto? Apostar por un modelo agroalimentario más sostenible con una agricultura y ganadería regenerativas y con perspectiva social. En definitiva, apostar por la única alternativa para proveer de alimentos a toda la población, reducir las desigualdades y cuidar el medio ambiente. Un modelo que impulsan empresas B Corp como Triodos Bank, Veritas, Delicious & Sons, CAPSA FOOD y Biogran, entre otras; y que empieza con el fomento de la medición y mejora del impacto de las compañías agroalimentarias -con herramientas como la Evaluación de Impacto B- para avanzar juntos hacia un sistema agroalimentario más sostenible e inclusivo.

Tal y como explica Rubén Carrasco, gerente de Agricultura Ecológica en la banca ética B Corp Triodos Bank, “apoyamos todo proyecto que promueva un sistema agroalimentario más sostenible y resiliente. Esto se traduce fundamentalmente tanto en la financiación de la producción, elaboración y distribución de productos agroalimentarios ecológicos, como en la conversión de una actividad convencional hacia un modelo orgánico.” Y sigue: “apostamos por este tipo de proyectos porque utilizan menor cantidad de fertilizantes que la agricultura convencional”. Una cuestión en la que coincide Anna Badia, responsable de Sostenibilidad en Veritas, los primeros supermercados ecológicos B Corp de todo Europa, que señala que “apostamos por un modelo empresarial que facilite la conservación de las especies autóctonas, con el beneficio que ello supone para la salud humana”.

Además, la agricultura y ganadería sostenibles deben tener en cuenta desde la selección de las materias primas hasta la cercanía de los proveedores, la elección de un transporte con menor huella de carbono, el uso de energía verde o utilizar una flota de vehículos híbridos. Así, David Caré, CEO de la B Corp Biogran, afirma que “trabajan con proveedores locales, de cercanía, que además tienen un cuidado especial por la tierra que trabajan y sus cultivos”.

También hay empresas que potencian la ganadería sostenible y con perspectiva social, como es el caso de Central Lechera Asturiana, que nace en 1970 gracias a la unión de más de 12.000 ganaderos asturianos con el objetivo de garantizar su sostenibilidad en el tiempo y de poner en valor su trabajo. “La empresa ha sido creada por nuestros socios ganaderos para garantizar el futuro de sus ganaderías familiares y para mejorar la calidad de vida de las personas, ofreciéndoles productos sanos y naturales y cuidando a la vez de nuestro entorno natural. Así, tanto por nuestro origen, como por nuestro modelo de negocio cooperativo desde la ganadería hasta la mesa, está generando un impacto positivo en la sociedad desde su fundación”, explica José Armando Tellado, Director General de CAPSA FOOD.

A pesar de que el peso de las empresas en esta transformación es muy alto, el motor del cambio real también recae en las elecciones y acciones diarias de las personas. Es importante que la ciudadanía consciente sepa que sus decisiones pueden cambiar el mundo, exigiendo alimentos propios de compañías que apuestan por modelos de negocio sostenibles.