El sector pesquero español, representado por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), considera que el acuerdo alcanzado esta madrugada en Bruselas por el Consejo de ministros de Pesca de la Unión Europea sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2026 representa el mejor resultado posible para la flota española del Mediterráneo en un contexto negociador muy adverso, marcado por propuestas iniciales de la Comisión Europea especialmente restrictivas y alejadas de la realidad socioeconómica del sector.
 

CEPESCA destaca el “alivio” que supone para los pescadores del Mediterráneo que la situación no se haya deteriorado, “más aún teniendo en cuenta la última propuesta de reducir a 9,6 los días de faena”. El acuerdo alcanzado en Bruselas permite mantener el mismo nivel de actividad que en 2025, con 143 días de pesca y sin la imposición de nuevas medidas adicionales. Para el sector, este resultado aporta estabilidad provisional, tras varios años de ajustes acumulados que han tenido un impacto muy significativo sobre la viabilidad económica de la flota.

 
Asimismo, destaca que se mantengan las posibilidades de pesca de gamba roja en 708,3 toneladas, aunque sean insuficientes, así como la relevancia del compromiso expresado públicamente por el comisario de Pesca y Océanos de la UE, Costas Kadis, de abordar una revisión del Reglamento por el que se establece un plan plurianual para las pesquerías demersales en el Mediterráneo occidental, un marco normativo que, a juicio del sector, requiere ajustes para adaptarse mejor a la realidad biológica, económica y social de la flota.
 
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, señala que “a los pescadores del Mediterráneo les hubiera gustado tener más días de pesca, porque además lo necesitan y lo merecen”, si bien subraya que, dadas las circunstancias, “mantener los días actuales y sin nuevas medidas es un resultado muy relevante”.
 

Atlántico

En el Atlántico, el acuerdo presenta un balance desigual en función de las especies. El sector señala como muy positivas las subidas de TAC en pesquerías de alto interés para la flota española, como el boquerón del Golfo de Cádiz (+60 %), la anchoa del Cantábrico Noroeste (+8 %) o el atún rojo, cuyo incremento permitirá a España disponer de 1.155 toneladas adicionales, hasta alcanzar un total de 7.938 toneladas.
 

En sentido contrario, el sector advierte del impacto negativo que tendrán determinadas reducciones. La cigala del Golfo de Cádiz sufre un recorte en torno del 50 %, si bien Cepesca valora que el acuerdo incorpore una declaración conjunta de la Comisión Europea y de España que contempla la realización de un nuevo estudio científico con el fin de revisar el estado del stock y, en su caso, ajustar las cuotas a lo largo del año.
 
Asimismo, se han logrado moderar algunas propuestas iniciales, como en el caso del abadejo, cuya reducción se limita finalmente al 13 %, frente al 26 % inicialmente planteado, o del lenguado, que queda en un recorte del 9 %, frente al 28 % propuesto. Por el contrario, la bacaladilla mantiene la reducción prevista del 40 %.
 

Especial atención merece la situación de la caballa, cuya gestión depende de la negociación entre la UE y los Estados costeros, entre otros Noruega, Reino Unido y las Islas Feroe. Ante la falta de acuerdo y la previsible reducción del 70 %, se ha establecido un TAC provisional, aplicable entre el 1 de enero y el 30 de junio, que permitirá utilizar el 90 % del 30 % del TAC finalmente disponible, a la espera de que se cierre la negociación definitiva.
 

Con relación al listado del Océano Índico, la flota atunera de Cepesca lamenta haber sido “moneda de cambio”, y que finalmente Francia haya conseguido un reparto mucho más beneficioso a expensas de España que contaba con un histórico considerablemente más favorable. 
 
Por último, desde Cepesca se subraya que el acuerdo final introduce correcciones relevantes respecto a los planteamientos iniciales, especialmente en el Mediterráneo, como se mencionaba anteriormente, y señala que es fruto del trabajo político y técnico desarrollado por España, en coordinación con otros Estados miembros directamente afectados, como Italia y Francia. En este sentido, la organización agradece la labor desarrollada por el equipo negociador de nuestro país encabezado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y por la presidencia danesa del Consejo.